David Lagos | Cantaor

“Ya no me importa si el cante está bien hecho, sino que cuente algo”

  • El jerezano nos avanza los derroteros por los que discurre su tercer disco en solitario, ‘Hodierno’ que tiene previsto lanzar el próximo mes de octubre

El cantaor David Lagos posa para la entrevista.

El cantaor David Lagos posa para la entrevista. / Miguel Ángel González

–Cinco años después de ‘Mi retoque al cante jerezano’ regresa usted con nuevo disco...

–Sí, es un proyecto que nos ha llevado casi dos años de trabajo. Se va a llamar ‘Hodierno’ y está producido por Daniel Muñoz. Hemos creado un concepto musical basado en el significado de la palabra hodierno, actual, y sin embargo, con una raíz firme.

–Habla usted de concepto musical...

–Sí, el que he llevado a cabo en todos mis trabajos. Tengo un gran respeto a la raíz pero con una visión actual y contemporánea. Porque además se combinan y suenan mundos distintos de la música como es la música electrónica de Daniel Muñoz o el saxo de Juan Jiménez que viene del mundo del contemporáneo. También está la guitarra de Alfredo Lagos, mi hermano, que en este caso hace las veces, excepto en un par de temas más tradicionales, de soporte sonoro sobre el que yo canto. Creo que esa era la idea, crear un concepto.

–En la última Bienal de Sevilla ya se vislumbro algo...

–Sí, porque nuestra intención, al ser algo totalmente nuevo para mí, era ver el resultado que tenía en el directo, y la verdad es que sacamos una buena experiencia, ya no sólo porque hubo buenas críticas y buena aceptación por parte del público, sino porque mis compañeros y yo nos dimos cuenta que no sólo era un proyecto que nos entusiasmaba sino que lo podíamos llevar a cabo en directo. Porque al fin y al cabo, lo importante hoy día es llevarla después a un escenario. En ese plazo de tiempo hemos corregido errores y luego se ha plasmado en el disco. Hemos querido cuidar todos los detalles, desde la portada que la hace Elena Ferrándiz, una ilustradora que nos gustaba muchísimo y que se adaptó en cuanto le contamos la idea, y sobre todo la presencia de todos los músicos desde Alfredo, que es mi mano derecha, Daniel Muñoz, que ha hecho un trabajo enorme, produciendo y participando como músico, y Juan Jiménez.

–Aunque todavía queda un mes para su lanzamiento oficial, cuéntenos algo más de él...

–Bueno, puedo decirte que hemos grabado nueve cortes, que en esta ocasión se convierte casi en un disco de larga duración por el tiempo de cada tema. No nos hemos preocupado de cuánto dura, y al ser una autoproducción, nos hemos tomado esa libertad. En esto de las grabaciones, hubo una etapa en la que todo el mundo buscaba que un tema no fuese más allá de los tres o cuatro minutos, porque antes se suponía que se iban a poner en radio o televisión. Eso como ya es algo que se ha quedado obsoleto, no nos hemos preocupado por ello, de esta forma, uno dura siete minutos, otro nueve, otro tres...lo que he querido contar, lo he contado en el tiempo que he necesitado. Hay parte de mi repertorio normal, malagueña, mariana, tangos, liviana, una caña, o sea, bastante material.

–Me llama la atención eso de ‘lo que quiero contar’...

–Sí porque ya no me importa tanto si el cante que estoy haciendo está correcto en comparación por cómo lo dejó grabado aquel o el otro. Lo que me importa es que el cante que elijo me sirva para contar esa historia. Por ejemplo, he grabado una liviana, y ya se sabe que es un cante de preparación, prólogo a la serrana. Le he dado un sentido distinto, de ahogo, y de una expresión mucho más violenta. Mi manera de ver esto me obligaba a grabar así, y en este caso, porque se llama ‘Liviana del desalivio’, es todo lo contrario al espíritu de la liviana. Como ese corte es todo, no sólo este disco, sino lo que he hecho siempre, y busco que cuando se escuche a David Lagos, se vea que detrás hay un concepto.

–Ha dicho que ha costado casi dos años de trabajo. Entiendo que, como insiste, todo se centra en ese concepto musical del que habla...

–Claro, no se trata de mezclar una música con la otra, sino que las cuatro maneras musicales que están en el disco, Daniel, Juan, Alfredo y yo, sonaran al unísino. No se trata de decir, hago una malagueña, se mete por detrás el saxo contemporáneo y ya hay una pieza. Esa no es la historia y quiero que la gente lo entienda.

–Pero además, conjuntamente con ‘Hodierno’ ha iniciado usted un nuevo proyecto con el bailaor David Coria...

–Sí, este concepto musical ha dado lugar a que la productora Daniela Lazary se interesara por él con la intención de llevarlo a la escena junto con David Coria, un bailaor que está ahora en el candelero. Con ese concepto de ‘Hodierno’ hemos creado un espectáculo que se llama ‘Fandango’ y que lo estrenaremos en enero con la coproducción del teatro Chaillot de París. Tenemos muchas ilusiones en que eso se convierta en un paso más, y no se quede en un mero espectáculo.

–Sí porque ahora los espectáculos se hacen año sí, año no...

–Desgraciadamente esto está montado así, y los festivales importantes suelen exigir estrenos. Entonces, los artistas cometemos ese error entre comillas de precipitarnos en los espectáculos con tal de llevar algo nuevo. Este intentaremos que no sea como los demás.

–Y en esta ‘vuelta al cole’ en lo artístico, qué más frentes tiene abiertos porque usted es de los que nunca para...

–(Risas) Bueno también estoy colaborando en el nuevo espectáculo de Marco Flores, ‘Rayuela’, donde vamos Alfredo y yo; vamos a retomar con Israel Galván ‘El amor brujo’..., en fin, a veces no sé de dónde saco tiempo pero ya que hay trabajo, hay que aprovecharlo, nunca sabemos cuándo vamos a estar faltos.

–Hemos visto que su verano ha sido especialmente intenso...

–Bueno, no suelo prodigarme mucho por los festivales de verano. Quizás no soy el perfil de cantaor que te encuentras ahí, y entonces tengo que buscar otros derroteros. He aprovechado para montar estos espectáculos de los que ha hablado, y luego han salido tres o cuatro actuaciones que con esto de las redes sociales se han hecho virales. He estado en Pamplona, en ese balcón, con muchísima gente, en Marbella y también en la Velá de Triana.

–Cambiando de tema. Todo artista que pisa su estudio habla de una maravilla, ¿qué tiene que no tienen otros?

–(Risas) Aquello nació como un estudio casero, es como una especie de laboratorio personal donde me meto, me encierro, y allí paso las horas, sea la hora que sea. Entonces, la gente que ha ido, capta eso, que no es un estudio de grabación al uso. La maquinaria y todo lo que lo rodea es profesional, pero cuando entras allí mantiene el espíritu casero. El primer disco que se hizo fue el homenaje a Caballero Bonald. Por allí pasó Paco Cepero yVicente Soto y estuvieron tan a gusto que decidieron después grabar sus discos allí. Para mí es un honor haber acogido en casa a artistas como ellos. Ya luego grabó Santiago Lara, el disco ‘Pasaje en el tiempo’, Alfredo también hizo parte del suyo allí...El estudio se está convirtiendo en un complemento más de mi trabajo y a mí me sirve, por un lado para ampliar mi campo laboral, y luego como laboratorio.

–Ha venido gente hasta de Japón a grabar...

–Sí, claro. En verano ha venido una cantaora japonesa, Akari Yamada, y me dijo que quería grabar un disco aquí en casa bajo mi dirección. Como ella estaba en Japón y yo aquí, lo preparamos a través de internet, y así hemos estado un año. Luego, cuando ha llegado al estudio, unos veinte días, ha grabado y ha sido una experiencia.

–Como demostró en la Fiesta de la Bulería de 2018 Yuka Imaeda, el cante de los foráneos, tarde o temprano, llegará al nivel de la guitarra y el baile...

–Está claro. El cante cuesta más trabajo por la barrera del idioma y tiene otras connotaciones, es más propio de la tierra. Pero de cualquier manera, creo que a la larga, como bien dices, se irá expandiendo y salvará las barreras. El flamenco no corre peligro hoy día, ni en el cante, ni el baile ni en la guitarra. A lo mejor corre peligro un concepto pero no el flamenco, y el mejor ejemplo es el de Yuka.

–Usted ha participado este año en el único acto, el realizado por la Peña Luis de la Pica, que ha recordado a la figura de Fernando de la Morena. ¿Cree que se ha hecho justicia con él?

–Bueno, Fernando, y hablo a nivel profesional, se ha marchado sin hacer ruido. Creo que le ha pasado como a cantaores como Tío Borrico, que mientras están entre nosotros no le damos la importancia que tienen, algo que cuando pasan los años y se echa manos de sus grabaciones, se comprueba todo lo contrario. A él le va a ocurrir eso, el tiempo le pondrá en su sitio porque así lo demuestra la dimensión de su obra. Me parece que se ha ido y no se le ha recordado, el único ha sido el que dices, y se hizo con todo el cariño. Jerez, en general, no lo ha hecho, y no es algo nuevo porque lo mismo ocurrió con El Mono o con el propio Luis de la Pica. Aquí en Jerez hay tantos artistas, con tanta calidad y personalidad, que cuando se va alguno empezamos a comparar por qué uno tiene una calle o un monumento y otro no. Ya lo dije una vez, y a lo mejor pega hacer un monumento en general al flamenco y cada vez que alguien se nos va, dejarlo inmortalizado en un rinconcito de él. En La Unión hay una calle de los artistas como en Hollywood, y aquí en Jerez se debería apostar por ese monumento conjunto. Tampoco es plan de poner monumentos a todo el mundo, no vamos a caber. Yo recuerdo la placa que se puso a Mojama, que es el eslabón entre Manuel Torre y Antonio Chacón, había cuatro personas, y la placa la pagaron los aficionados. Si consideramos el flamenco como motor, deberíamos prestar más atención a esas cosas.

–El pasado agosto se cumplieron 5 años de su Lámpara Minera, el primer jerezano en conseguirla. ¿Qué queda de ello?

–Bueno, los años pasan volando y cuando pasas de los cuarenta más (risas). Aquello, debido a su repercusión mediática, tiene un auge de dos años e igual que he dicho antes que no me prodigo en los festivales, hubo dos años en que me llamaron muchísimo. Yo me presenté al concurso con una misión, intentar quitarme esa etiqueta que me situaba como un cantaor pa bailar. Cantar se canta o no se canta, y sí que es verdad que había un público que me la ponía. Me presenté, gané y conseguí que eso cambiara. He tenido la suerte de estar delante en el Festival de Jerez, la Bienal, el Mercat de las Flores de Barcelona....

–Es triste que a veces el futuro de muchos artistas, algunos muy buenos, se centre todo en ganar o no un concurso mediático...

–Hoy día hay muchos personajes, que se hacen populares en internet, y habría que distinguir lo que es la fama y la popularidad. La fama debería ser la consecuencia lógica del trabajo de alguien, mientras que la popularidad, por los programas que hoy consumimos y por los medios que hay, se consigue en muy poco tiempo. Por eso creo que deberían apostarse más por parte de los que programan arte, de la gente que trabaja a diario, que se valore el trabajo a base de esfuerzo y no la popularidad inmediata.

–Usted ha sido pieza importante dentro de la Bienal de Cante de Jerez, ¿qué balance hace?

–A mí me vino un día Mario González para exponerme la idea, y de crear un concurso de cante, y yo, siempre que alguien me expone algo sobre el flamenco y creo que puedo aportar, ahí estoy. He puesto mi granito de arena en ese concurso, en el nombre, y en intentar alejarnos de las bases de otros concursos. Queríamos que el artista tuviera un tiempo para contarnos su película, y no que yo le dijera, ‘me tiene que hacer un cante de este grupo’. Valoramos la juventud y el conocimiento de los cantes jerezanos, y también intentar que si hay un cantaor que destaca, sea o no joven, tratarlo de ayudar. También, en los premios, quisimos huir del cazaconcurso, que viene buscando dinero. Por eso hemos decidido que el ganador grabara un disco y que ese disco pudiera presentarse en plazas importantes como la Bienal de Sevilla. Está claro que hemos cometido errores, pero el objetivo de dar a conocer a gente y fomentar el cante jerezano se ha cumplido. Sólo espero que en el futuro, todos los que no han participado, por los motivos que sea, peñas, Ayuntamiento...se acerquen, están invitados.

–(...)

–Eso en cuanto al concurso, pero la Bienal en sí, que viene de iniciativa privada, donde no he estado organizando, ha tenido un balance positivo. Está claro que hay que plantearse cosas en el futuro, como pasa en todo, pero para ser el inicio, hay que ser positivos. Creo que Jerez tiene repertorio y artistas para ofrecer flamenco todo el año, lo que hay que intentar es que cada uno no haga la guerra por su cuenta, que es el problema que existe hoy día en Jerez, no hay una visión global por parte de todos, peñas, Ayuntamiento e instituciones.

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