Un fuego en cadena quema tres coches en Los Naranjos

El incendio se inició en un ciclomotor, al parecer por intento de robo de gasolina

El propietario lanza ayer la placa de matrícula al interior del vehículo calcinado.
El propietario lanza ayer la placa de matrícula al interior del vehículo calcinado.
Manuel Moure / Jerez

13 de noviembre 2008 - 01:00

Dos hipótesis barajan los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía en torno al incendio origen de un incendio que tuvo lugar la madrugada de ayer en la plaza de Los Naranjos, ubicada en la barriada del mismo nombre. De un lado, consideran posible que un intento de robo de la gasolina de un ciclomotor por parte de un individuo provocara un incendio que finalmente afectara a tres turismos; de otro, no se descarta la posibilidad de que un desconocido prendiera fuego a una pequeña scooter del modelo 'Uniform' y las llamas se corrieran hacia los turismos por simpatía.

Lo cierto es que algunos vecinos vieron a una persona agachada junto a un ciclomotor. Al gritarle, al individuo, que estaba fumando, se le cayó el cigarro y acto seguido la moto salió ardiendo. Estos vecinos aseguran que el autor del incendio salió corriendo con su ropa en llamas, y así se lo testificaron a la Policía.

Los hechos en cuestión comenzaron antes de las 4:55 horas de la madrugada, que fue el momento en que los bomberos recibieron en su central la llamada de alarma. Un ciclomotor y tres turismos ardían en Los Naranjos. Dos camiones del tipo autobomba (dos urbanas, una pesada y otra ligera) se desplazaron al lugar. Cuando llegaron, las llamas alcanzaban al primer piso del bloque colindante, si bien no se hubieron de lamentar daños personales.

En menos de una hora el riesgo quedó extinguido. Para ello fueron necesarios 1.000 litros de agua y el trabajo a destajo de seis bomberos. Además del ciclomotor 'Uniform' (que quedó irreconocible) resultaron gravísimamente dañados tres turismos aparcados en batería, concretamente un Seat Altea (el más cercano al ciclomotor), que estaba estacionado al lado de un Opel Zafira y éste, a su vez, al lado de un Citröen C4. El fuego fue corriendo de una a otro hasta que los bomberos intervinieron. De no haber sido así, hubieran sido una veintena los coches incendiados. Como dato añadido, cabe destacar que apenas habían transcurrido seis meses desde que dos de los coches siniestrados habían sido adquiridos.

Por el barrio se corrió el rumor que el presunto ladrón se había impregnado de combustible y salió corriendo con su brazo ardiendo, si bien este extremo no pudo ser confirmado durante la jornada de ayer por fuentes de la investigación.

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