Una función del Eslava, en 1915, a beneficio de la Asociación de la Prensa

Lo que tiene de bueno ser investigador es que, cuando uno creía saberlo todo, sobre un tema, cada día se lleva más sorpresas que enriquecen la propia historia. Así nos ocurre con la Asociación de la Prensa de Jerez, sobre la que pudimos descubrir que alcanzó su centenario, el pasado año de 2011, y hasta conseguimos material para poder escribir un libro sobre toda su historia, desde 1800 hasta el día de la fecha.

Ahora nos encontramos con un programa de manos del viejo Teatro Eslava, perteneciente a la Sociedad El Alcázar, en el que se anuncia un gran festival artístico, a beneficio de la Asociación de la Prensa, para las nueve en punto de la noche del sábado 6 de marzo de 1915.

El programa que ilustra esta crónica, nos dice que la primera parte se abriría con una sinfonía, al igual que las otras dos partes, segunda y tercera, en la que se dividía la magnifica función, que comenzaba con la presentación de un notable trío jerezano, llamado Fernández y González, del cual lo desconocemos todo y, como teloneros que eran, deberían ser artísticamente lo más endeble del programa, gente que estaría empezando. Pero más famosa era la cantaora que actuaría a continuación, la popular Luisa Requejo, llamada la "Petit Niña de los Peines", que ya se había dado a conocer como gran saetera, en Semana Santa, y colaborando en algunas obras de teatro sacro, siendo pronto considerada como célebre cantaora por todos los estilos, y de la cual los viejos aficionados tenemos las mejores referencias. Tanto es así que sería acompañada a la guitarra por el genial maestro jerezano, Javier Molina.

Después de esta pincelada flamenca, se estrenaría una comedia breve de Eugenio Sellés - nada que ver con el cantaor gaditano, Aurelio Sellé -, titulada "Predicar y dar trigo", que sería representada por la gran compañía cómico-dramática, dirigida por Mercedes Sampedro y Ricardo Miranda. Una compañía profesional de teatro que, luego, en la segunda parte, volvería con una preciosa comedia, en dos actos, original de Ramos Martín, titulada "La leyenda del Maestro".

Pero antes de esta comedia, y tras una nueva sinfonía, se anunciaba en la segunda parte un concierto por la Academia de Música San Isidoro, formada por profesores jerezanos y dirigida por el maestro Emilio Rivelott, que alternaba la música con la representación, en nuestra ciudad, de la ya existente Sociedad General de Autores Españoles, la famosa S.G.A.E. que tanto ha dado que hablar, en estos últimos tiempos.

La tercera parte de la función, tras la sinfonía de rigor, contaba en primer lugar con la "reaparición de los notabilísimos concertistas de guitarra, Los Crevolina", un dúo formado por el concertista Crévola y Javier Molina, quien también ejecutaba obras de concierto, fueran o no de música flamenca.

Por último, el programa de esta gran función artística del Teatro Eslava, a beneficio de la Asociación de la Prensa, que apenas contaba con cuatro años de fundada, lo cerraba "el popular y aplaudido dueto Los Guayarminos", que estaba formado por la pareja integrada por los grandes actores cómicos jerezanos, Antonio Cardoso Copano - quien detrás de este segundo apellido, hacía poner en sus tarjetas "Copa sí" - y Lucía Osuna.

Imposible conocer el resultado económico y artístico de la actuación de este extraordinario espectáculo, mayoritariamente formado por destacadas figuras jerezanas, debido al tiempo transcurrido; pero solo conocer los nombres de unos y otros actuantes, nos hace pensar que el resultado final sería más que satisfactorio, debido a la garantía de todos los nombres que configuraban el elenco del festival.

Y para cerrar esta crónica de tiempos pasados, hemos de fijarnos en la publicidad que flanquea ambos lados del programa, impreso en la ya acreditada Imprenta del Teatro, con sede en la calle Letrados, que más tarde pasaría a ser de la Viuda de Faiguel y, posteriormente, de los hijos de la misma, y en la que, salvo excepciones, se solía imprimir toda o casi toda la propaganda del Teatro Eslava y, más tarde, del Villamarta, Salón Jerez y otros locales, hasta la desaparición de dicha imprenta sobre mediados del pasado siglo XX.

A la izquierda se anuncian los Cafés Marcano, como "los preferidos" de la época, y que realmente gozaban de verdadera fama en nuestra ciudad, los cuales se tostaban diariamente, dejando un extenso y grato perfume a café que inundaba todas las calles de los aledaños del Consistorio. El anuncio del lado derecho, corresponde a "Sevilla Café", en el número 16 de la calle Cánovas del Castillo, o lo que es igual, la Corredera, que entonces se llamaba así, donde se promocionan sus vinos y licores de las mejores marcas, con "ricos platitos para hacer boca".O sea, las tapas de toda la vida.