"La gente llega en shock porque hasta hace poco tenían una vida bastante buena en Ucrania"

"Como no les des la manta en la mano no te la cogen porque están impactados, les da vergüenza", asegura el jerezano Ernesto Gutiérrez tras sus primeros días ayudando en la frontera

Jerez y Mérida se unen para llevar ayuda humanitaria hasta Polonia

El jerezano Ernesto Gutiérrez lleva desde el domingo en la frontera de Polonia con Ucrania.
El jerezano Ernesto Gutiérrez lleva desde el domingo en la frontera de Polonia con Ucrania.
A.Villegas

23 de marzo 2022 - 10:21

El jerezano Ernesto Gutiérrez y el emeritense Nacho Contreras llegaron el pasado viernes a la frontera de Polonia con Ucrania. Lo hicieron con el objetivo de poder ayudar a todas las familias desplazadas por la guerra y tras haber recogido numerosas donaciones que llegarán en un tráiler. Ambos quisieron adelantar el viaje, portando parte del material que podían cargar en su vehículo, para tener preparada toda la logística antes de la llegada del camión.

Ernesto, más conocido como Guty, explica que "el primer día dimos todo nuestro material aquí directamente en la frontera porque como no era muchísimo, en lugar de dejarlo en el centro logístico, lo trajimos hasta la frontera directamente". Tras pasar los primeros días en Polonia, este joven jerezano asegura que "hay organizaciones bastante potentes y también hay otras que no me gustan nada", aun así "conocimos a gente bastante guay con la que estamos colaborando".

A pesar de que al principio ambos amigos estaban un poco "desubicados", "rápidamente nos hemos hecho con una carpa y tenemos un hueco en la frontera. Es un sitio genial al lado de la valla". "Lo que estamos haciendo es ir al centro logístico y le echamos un poco de cara, porque se supone que no podemos entrar porque está vigilado por los militares polacos, y nos traemos mantas, guantes, gorros y material casi nuevo y lo repartimos en este lado de la frontera y al otro".

Imagen de la frontera, donde está colaborando el jerezano.
Imagen de la frontera, donde está colaborando el jerezano.

Ernesto detalla, además, que "por la mañana recogemos material, por la tarde descansamos un poco y por las noches, cuando más frío hace y menos gente ayudando hay, pues vamos entregando el material de abrigo para la gente que llega". "Somos un grupo grande y somos flexibles entre nosotros. Nuestra carpa se puede quedar sola porque te la cuidan y nadie te va a quitar nada", asegura.

Tras los primeros días, este jerezano destaca que "está todo bastante organizado. A las personas que van llegando no les falta de nada". No obstante, añade que su impresión "y Nacho opina lo mismo que yo, es que aquí hay mucha gente ayudando pero también mucha gente de pegatina e Instagram. Se les ve perfectamente porque tienen carteles por todos lados puestos pero luego no los veo doblar el lomo mucho, la verdad".

En la misma línea, resalta que "estamos aquí haciendo a diario más que muchas ONG que se han gastado un pastizal en estar aquí con sus megacarpas y carteles gigantes y lo que están haciendo es cocinar pero hay 14 puestos iguales y la gente va pasando porque ellos necesitan que le des las cosas en las manos. Llegan en shock y como no le des la manta en la mano no te la cogen porque están impactados, les da vergüenza".

Del mismo modo, "también hay mucha gente en Instagram, españoles que vienen y no hacen ni el huevo. Nosotros estamos aquí para currar". A pesar de ello, no se olvida de que "hay una organización estupenda y gente dándolo todo pero también hay gente que viene a pasearse y a mí me da vergüenza ajena". "Al final a la gente no les falta de nada, los polacos están dando el callo que te cagas tanto el ejército polaco como la policía; hay alemanes por un tubo y españoles estamos muchos, pero no hay ninguna ONG española", asegura. Sin embargo, "estamos ya muy bien organizados porque gente que estuvo la semana pasada y yo no los conozco, ya han sentado unas bases y más o menos está bien organizado y los que estamos por libre también".

Ernesto asegura que es "duro" ver llegar a las familias a las fronteras porque la "gente llega shock, perdidos. Son gente que hace un mes tenían una calidad de vida bastante buena en Ucrania. Seguramente, gente pudiente, no son pobres la mayoría, simplemente se han tenido que pirar por la guerra. En otros conflictos puede verse gente pobre huyendo de la guerra, gente de miseria que huye de más miseria, pero esto le ha tocado a gente como tú o yo y vienen superjodidos". "Nosotros estamos bien de ánimo, pero hay momentos en los que tienes que respirar un poco hondo", reconoce.

stats