"La de los autobuses es la concesionaria que más me preocupa", ha repetido una y otra vez María José García-Pelayo desde que arribó en la Alcaldía hace dos meses. Ayer, su primer espada, el portavoz del gobierno municipal y delegado de Urbanismo, Vivienda e Infraestructura, Antonio Saldaña, certificó en rueda de prensa que se les empieza a agotar la paciencia en torno al sempiterno conflicto en el transporte urbano. La nueva huelga indefinida que arrancará en 48 horas, tras no ser frenada en el Sercla del pasado jueves, puede ser la gota que colme el vaso. Ayer mismo, el también primer teniente de alcalde no ocultó que "estamos trabajando en otras líneas para intentar solventar este problema". "Ya lo hemos dicho muchas veces, y creemos que esta empresa no tiene capacidad, o no está demostrándolo, para prestar el servicio en las condiciones que demanda el Ayuntamiento de Jerez por la situación económica".

De este modo, Saldaña deslizó que desde el gobierno municipal no descartan, apenas dos meses y medio después de que Urbanos Amarillos firmara el contrato definitivo para hacerse con la concesión, rescatar el servicio para volver a entregar a una firma con mayor capacidad y margen de maniobra financiera. "Se está trabajando en varias líneas, no me gustaría dar ningún tipo de información ni vender nada antes de que estuviera hecho, pero es necesario que la empresa que preste el servicio tenga la suficiente capacidad para aguantar las condiciones en la que está el Ayuntamiento", dijo el delegado, antes de insistir en que el Consistorio no tiene obligación de ingresar mes a mes la parte que asume por los costes del servicio. Como ha denunciado el propio comité de empresa de Urbanos Amarillos, la empresa utiliza este impago municipal como pretexto para no cumplir con los salarios y débitos de su plantilla, pero Saldaña volvió a defender que este argumento no es exactamente así. "No podemos olvidar, y así se lo hemos trasladado a la empresa, que con independencia de que hubiese disponibilidad de fondos y el canon se pudiese pagar mensualmente, el Ayuntamiento contractualmente sólo tiene obligación de pagarlo anualmente, por lo que la empresa tendrá que posicionarse y decir si realmente tiene capacidad financiera para prestar el servicio en las condiciones que Jerez demanda".

En cuanto a los nuevos paros convocados desde el próximo lunes, Saldaña afirmó que "es una pena y nos molesta doblemente la situación, ya que en el caso de una huelga en los autobuses los viajeros que en esos días se pierden ya son muy difíciles de recuperar". "Estamos intentando que haya acuerdo entre empresa y trabajadores, pero parece que está bastante complicado", dijo. Sea como fuere, pensando en la recuperación de este servicio básico que presta el Ayuntamiento, "estamos convencidos de que si hubiese inversión, tranquilidad y pax social, esto redundaría en el incremento de viajeros y en hacer mucho más fácil lograr o mejorar la rentabilidad de la concesión", reseñó.

En última instancia, Saldaña también se refirió a la relectura hecha por el gobierno municipal, al amparo del artículo 194 de la Ley de Contrato del Sector Público, del acuerdo rubricado por Urbanos Amarillos en mayo pasado, mediante la que pide que la empresa abone ya los 3 millones de euros pendientes por el canon de Cojetusa y la adquisición de la flota. El plazo acaba en diez días y si la firma no paga, "habrá que exigírselo a través del procedimiento necesario y primero agotaremos la vía administrativa", confirmó Saldaña.