El gran lío de las ciclocalles

"He visto lo de las líneas por mitad de la carretera, ¿dices que tengo que ir a menos de 20 para que pasen los ciclistas? ¿Prioridad de paso?", una joven conductora resopla sorprendida. Las ciclocalles llevan pocos días funcionando y a algunos les pilla de nuevas. Dos líneas blancas de metro y medio de anchura justo en la mitad de la calzada pintan el empedrado de algunas zonas alrededor de San Miguel, el Alcázar y la Catedral.

La problemática de las ciclocalles radica en que es el ciclista el que tienen la prioridad sobre los coches en plena carretera y la limitación de velocidad, lo que en suma obliga al resto de vehículos a acomodarse a su velocidad pacientemente. En la mayor parte del trazado ciclista sólo se puede pedalear a 20 kilómetros por hora, incluidas estas vías por asfalto. Los chóferes públicos que circulan en sus taxis y autobuses por el centro no se cortan al ponerle nombre. "Esto es una porquería, sin más". "No va a salir bien". "Me parece fatal, será peligroso cuando me encuentre a un ciclista". "Si ya era difícil entrar por el centro, se complica mucho más", claman conductores de autobús y taxistas unánimemente, que pronostican taponamientos y quizás algún susto.

"Nosotros ya lo advertimos", dice AlejandroRenedo, de Jerez en Bici, una de las asociaciones que más lucharon por que el Plan Andaluz de la Bicicleta desembarcara en la ciudad con millones bajo el brazo. "En su momento instamos al Ayuntamiento a que pusieran un carril bici normal, pero prefirieron hacer esto y supongo que sus razones tendrían. Como todas las obras, siempre caben muchas mejoras. Pero que haya cosas por mejorar no significa que no estemos contentos en general", insisten desde Jerez en Bici. El Ayuntamiento tiene previsto acometer un estudio de campo sobre el trazado con esta asociación y Bici Urbana, ambas representadas de la Mesa de Movilidad.

El delegado de este área municipal, José Antonio Díaz, entiende que la obra requiere de un tiempo de aclimatación posterior en la sociedad jerezana. "Es cuestión de acostumbrarse. Hemos lanzado una campaña en la televisión local y en las redes para que los conductores, ciclistas y peatones aprendan convivir juntos. De un día para otro, en Jerez vamos a tener muchos kilómetros de carril bici que, como en todos los lugares donde se ha construido, necesitará un tiempo de adaptación. Pasó en Sevilla, donde se criticó mucho y hoy es fundamental", explica Díaz.

Desde que llegó al Ayuntamiento, el carril bici no ha parado de estar en la picota. "El proyecto nació de una forma y el PP, cuando estaba en el Gobierno, lo mutiló. Por ejemplo, la gente desconocía que se iban a talar aquellos árboles que causaron la polémica". Díaz acusa al anterior Gobierno de, deliberadamente, no explicar bien todos los posibles puntos de discrepancia. "Para eso, lo que hemos intentado hacer es que todos los colectivos participen".

La Mesa de Movilidad es defendida por el Ayuntamiento como buen ejemplo del modelo de participación que desea implementar. En esta se sientan, por ejemplo, Teletaxi, los comerciantes de Acoje, Asunico, Adecosur, la federación de vecinos 'Solidaridad' o Ecologistas en Acción. A estos colectivos se le presentará próximamente el nuevo proyecto de ordenanza municipal sobre circulación. Por ahora,el delegado no señala claramente cuándo podrían empezar a multar a los ciclistas que no utilicen el nuevo carril. En Sevilla, la Policía Local ya lo hace, alrededor de un lustro después de que se inaugurase el trazado."Lo importante es concienciar en el respeto mutuo, no es momento de pensar en medidas coercitivas". Así, Díaz deja entrever que habrá cierta 'laxitud' en este período de concienciación, como en la ciudad vecina.

La obra del carril bici es una inversión finalista, es decir, que la percepción de las ayudas para su construcción pasan por el cumplimiento del proyecto en la fecha prevista. Por eso, la marea de obras que inunda Jerez desde el final de la primavera quedará finiquitado sí o sí el 31 de diciembre. Lo que no se haya acometido ya, no se va a realizar. Esta es la razón por la que las ciclocalles han llegado para quedarse, porque de momento no se contemplan alternativas en forma de carril bici genérico. Las ciclocalles cumplen la función de conectar ese trazado construido. En el caso de Corredera y las Angustias, por ejemplo, es el enlace de Madre de Dios con el Arenal, que es zona transitable y común a ciclistas y viandantes.

La razón por la que la ciclocalle transcurre justo por mitad de la calzada es sencilla. "Cuando vas circulando y te echas a un lado para que pasen los coches, en calles en las que hay vehículos aparcados en batería, antes o después te van a abrir una puerta y provocar un accidente", explica Renedo. Lo cierto es que muchos ciclistas optan por zigzaguear entre peatones por la acera en vez de ir por la zona habilitada en las ciclocalles. "Lo normal es acabar dejándo pasar a los coches. Yo no me fío de a ciclocalle", remacha un ciclista.

Los carriles construidos en Jerez cuentan con diversas notas de excepcionalidad. Por ejemplo, uno de los acuerdos a los que espera llegar el Ayuntamiento con los colectivos de la Mesa de Movilidad es habilitar el paso de personas con movilidad reducida y de patinadores. Esta batalla, parece, está ganada, y todo hace indicar que en el proyecto final de ordenanza se incluirán estas disposiciones. Además, otro de los esfuerzos del Ayuntamiento ha sido convencer a los comerciantes del centro y vender el carril como una nueva oportunidad para revitalizar el casco histórico.

El área de Movilidad es consciente de que necesita seguir explicando todas las decisiones que tome en esta obra marcada por la polémica. Por eso, José Antonio Díaz predica con el ejemplo. "Utilizo la bicicleta todos los domingos, no hay quien me lo quite. Entre semana sí resulta difícil cuando eres delegado porque tienes que moverte mucho por la ciudad", confiesa Díaz. "Pero me comprometo a empezar a utilizarlo para ir a trabajar. Este carril bici es un logro".