Jerez
  • La ganadera y veterinaria Pilar Arteaga, al frente de la Ganadería de Las Pachecas, ha sido finalista del Premio Ganadería en Femenino de Zoetis 2021

  • A sus 28 años, dejó su trabajo en Bilbao para digitalizar esta explotación de vacas lecheras

Una granja en la tablet

Pilar Arteaga, en la finca Las Pachecas. Pilar Arteaga, en la finca Las Pachecas.

Pilar Arteaga, en la finca Las Pachecas. / Miguel Ángel González

Escrito por

A.Villegas

El 1 de noviembre hará un año que Pilar Arteaga llegó a la Ganadería Las Pachecas. Tras jubilarse el gerente, ella tomó el relevo y se hizo cargo de esta explotación de vacas lecheras. Lo hizo asumiendo las tareas de veterinaria y ganadera y dejando atrás su cómoda vida en Bilbao. “Vine por pasión, esto es lo que me hacía tener ilusión. Es lo que quería desde que empecé la carrera, porque descubrí el mundo de la vaca lechera y la producción y me encantó”, cuenta emocionada, coincidiendo con la celebración este viernes pasado del Día Internacional de la Mujer Rural.

A sus 28 años, Arteaga ha tomado las riendas de esta granja con el firme reto de convertir una finca tradicional en una a la vanguardia. Para lograr la tecnificación de esta ganadería, una de las de mayor producción de Andalucía, ha implantado un programa muy usado en Estados Unidos, pero que apenas está siendo utilizado por el momento en España. “El primer paso ya lo tenemos: era poner un programa de gestión para tener un control de todos los animales con el registro de tratamientos, partos, reproducción, todo. Eso ya está instalado y en funcionamiento, y ahora estoy haciendo una formación a los empleados para que ellos también lo puedan usar”, explica la joven.

"Vine de Bilbao a Jerez por pasión. Descubrí el mundo de la vaca lechera y me encantó"

De este modo, toda la información de los animales está ahora disponible en la tablet o en los móviles de los trabajadores. Datos de los 600 ejemplares que hay en la granja y de los cuales alrededor de 300 son vacas que son ordeñadas tres veces al día. “En el mes de abril llegamos a producir en un día 13.000 litros. Es muchísimo, un pasada con 300 vacas, aunque después en verano se reduce con el calor”, detalla, reconociendo que le ha “sorprendido” que se notara tanto la climatología en la producción lechera.

La adaptación al programa, que además funcionaba en inglés, no fue tarea fácil para los trabajadores “y al principio fue un poco ‘no, no, nosotros como antes, lo miramos en la agenda’. Pero ahora muy bien, porque les facilita mucho no tener que estar preguntando y mirarlo en el ordenador”.

Próximo avance

El siguiente paso, sin embargo, es más complejo “porque es un sistema que se coloca en las orejas de los animales como un pendiente, un crotal, que permite medir la actividad de los animales”. Así, por ejemplo, se puede controlar “cuando una vaca va a entrar en celo porque se mueve más. Eso te da una alarma y te avisa y te dice la hora a la que la puedas inseminar, te lo dice todo. Ahora lo hacemos a ojo”. Una vez que se lleve a cabo este proceso de monitorización, se podrá “aumentar la rentabilidad”. El tercer paso, para el que aún no hay fecha, “aunque ojalá pueda ser pronto, será modernizar la sala de ordeño”.

Arteaga explica que hay alguna granja en Cataluña y Aragón que ya tienen estos sistemas, pero por aquí en Andalucía “no hay ninguna”. “Esto lo estudié cuando terminé la carrera y me di cuenta de que se facilitaba un montón todo el trabajo y que, sobre todo, había un aumento de rentabilidad y de eficiencia. Además, también aumenta el bienestar animal”, señala Arteaga.

Tras casi un año en la explotación, reconoce que su llegada a una finca, en la que los otros ocho trabajadores eran hombres, llamó la atención de todos. Ser mujer y joven en un sector en el que la mano de obra es mayoritariamente masculina no supuso para ella, sin embargo, un problema. “Cuando llegué fue muy impactante. Ayer me lo decían: ‘Jo, es que cuando llegaste no nos esperábamos que fueses tú la que te ibas a quedar aquí’. Me decían ‘tan joven’... pero a pesar de la juventud van viendo que las cosas salen adelante y tengo muy buena relación con todos. Todos me responden y me ayudan”, asegura agradecida.

"O sube el precio de la leche o no se puede"

A pesar de que se muestra satisfecha por los avances logrados para pasar de un mundo analógico a uno digital, Arteaga llama la atención sobre el bajo precio que reciben los ganaderos por la leche. “En el sector hemos llegado a un punto que o sube la leche o no se puede. Son muchos costes y, al final, producir aquí en Andalucía no es fácil, dependes mucho del exterior, aquí no hay pastos”, asegura. Por ello, señala que lógicamente al aumentar la eficiencia, se aumenta la rentabilidad pero “tenemos que tener ese remanente para poder invertir en esto porque si no ahora mismo estamos al límite”.

“Estamos presionando a la industria para que suba porque la distribución ya ha subido, en los supermercados ya no ves leche a 0,54 euros. Eso nos ha dado esperanza de decir ‘nos van a pagar más’ pero, de momento, no es así”, lamenta, confiando en que la situación mejore de cara al 2022. “Ahora mismo de precio base tenemos 0,33 y es imposible producir así porque las materias primas están un 30% más caras”, critica.

De hecho, alerta sobre la importancia de que suba el precio de la leche para los ganaderos “porque si no mucha gente va a desaparecer y va a quitar las vacas y es una pena también. La forma de mantener el medio rural es esta, con la agricultura y la ganadería. Creo que somos esenciales y los políticos también se tendrán que dar cuenta de esto”.

Arteaga recuerda que hay muchas políticas que vienen de Europa centradas en mantener el tejido rural pero “luego no se plasma en una realidad. Cada vez los pueblos están más vacíos y las ciudades más llenas y la gente no quiere vivir en los pueblos porque no hay servicios”. Lo dice con conocimiento de causa y tras vivir nueve meses en la granja. “A mí los pueblos me encantan pero me he mudado por desconectar un poco del trabajo. Aun así, entiendo que para alguien joven vivir en una barriada como esta no sea algo atractivo”, reconoce.

Premio a su labor

La pasión y la entrega que Pilar Arteaga ha puesto a su labor en Las Pachecas han hecho que la joven ganadera haya resultado finalista del Premio Ganadería en Femenino de Zoetis 2021. Se ha convertido así en un referente para las mujeres de un sector que, como el ganadero, está muy masculinizado. De hecho, a pesar de que el 40% de la mano de obra en explotaciones agroganaderas es femenino, tan solo el 25% de los titulares de explotación son mujeres.

"Nosotras podemos ocupar puestos como los que han ocupado los hombres durante años y somos perfectamente capaces"

Durante la reciente entrega del premio, Arteaga mostró su convencimiento de que “de verdad se puede cambiar el mundo y nosotras podemos ocupar puestos como los que han ocupado los hombres durante años y somos perfectamente capaces de sacarlo adelante”. En su discurso de agradecimiento no dudó en destacar que “está en nuestras manos el cambiar el mundo y el cambiar el mañana y dejar un lugar mejor. Eso es lo que yo siento cada día cuando me despierto por la mañana. Se lo debemos mucho a las mujeres del pasado que lucharon por tener todos los derechos que hoy tenemos, pero también a las del futuro”.

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