La hermandad deja hoy el Coto y rinde la romería en Cristina

Restan horas para que la hermandad termine el Rocío 2010 con la llegada a Jerez. Lo hará hoy a partir de las 20,30 horas, según el horario publicado por la misma hermandad, entrando en San Juan Grande, como es costumbre. Ayer fue la segunda jornada de la vuelta por Doñana, abandonando a primera hora de la mañana el Cancelín donde se pasó la noche.

Desde ese lugar se puso el rumbo hacia La Marismilla, donde se pasó la noche y adonde llegaron sin novedades destacadas tras pasar por las Carboneras, el Cetro del Trigo y el tramo que conduce hasta el espacio creado este año tras la casa de la Marismilla donde se instaló el campamento. El tránsito fue tranquilo. Tampoco fue un día sin grandes prisas ya que hay que ahorrar fuerzas para afrontar hoy el temido trayecto entre Sanlúcar y Jerez.

Esa tranquilidad en el caminar también estuvo condicionada por los constantes atascos provocados por las hermandades que precedían a la de Jerez, especialmente la de Sanlúcar que es la más numerosa y que por la tarde dejó Doñana e hizo el embarque para hacer su entrada en su población, con la lógica expectación que siempre despierta en la localidad sanluqueña todo lo que tenga que ver con el Rocío.

El ambiente es sosegado, como viene siendo habitual este Rocío, y lo vivido permanece muy vivo en la memoria de todos aunque realmente hay muchas ganas de volver a la ciudad para el reencuentro, para descansar y para paladear con sosiego lo que ha dado de sí esta romería, en lo positivo y en lo negativo, porque todo cuenta a la hora de hacer un balance en el que se miden todos y cada uno de los momentos grandes de la romería.

El Angelus se rezó en las Carboneras y todo bajo un tiempo fresco, sin demasiado calor y sin nubes en el cielo. En el Cerro del Trigo se hizo el rengue de almuerzo para dejar espacio a las hermandades que caminaban por delante. No cabe duda que el lugar elegido para esa larga parada cuenta con el aliciente de un entorno de los más hermosos de Doñana con unos arenales que se pierden en el horizonte, salpicado con el verdor de los pinos y otras especies arbóreas propias del parque nacional.

Y de esta manera se avanzó hacia la Marismilla ya sin parones y con tiempo suficiente para montar la acampada, la última de toda la romería de 2010 alcanzando ese lugar sobre las siete de la tarde, sumándose desde Jerez algunos que pasaron al noche con la hermandad.