Jerez

La hermandad del Perdón vuelve a dar vida a la Ermita de Guía

  • La cofradía regresó ayer a este pequeño templo después de tres años y medio de ausencia · Sus imágenes fueron llevadas desde San Dionisio en un solemne traslado

A la una y media de la tarde de ayer, bajo un intenso frío, se abrían las puertas de la Ermita de Guía para que entrara el cortejo de hermanos que acompañaba a las imágenes titulares de la hermandad del Perdón, que ayer regresó a su sede canónica después de tres y años y medio de 'exilio' a causa de las inundaciones que padecía este pequeño e histórico templo de la ciudad, debido al mal estado en el que se encontraba su entorno. Ahora, tras la reurbanización que ha experimentado la zona y la conclusión de las obras de los edificios que rodean a la ermita, la hermandad decidió su vuelta. Y lo hizo desde San Dionisio de donde salió sobre las 12,30 horas, iglesia donde 'vivía' la cofradía de forma temporal tras haber permanecido una primera etapa en la Catedral.

El traslado fue sencillo, solemne y con el recogimiento característico de la corporación -sólo roto por los aplausos del publico que siguió el traslado cuando los titulares pasaron al interior de la ermita- y con un nutrido cortejo de hermanos. Abriendo la comitiva fue la cruz de guía y en primer lugar se vio al Crucificado portado a hombros. Cerrando el cortejo figuró la Virgen del Perpetuo Socorro sobre una parihuela. Hubo acompañamiento musical a cargo de un cuarteto de viento que interpretó motetes fúnebres y algunos fragmentos de marchas procesionales. En la presidencia, junto al hermano mayor de la hermandad del Perdón, estuvo el del Mayor Dolor, Francisco Rivelot, hermandad con la que ha compartido iglesia en el último año, y el del Resucitado, Antonio Herrero. Asimismo hubo representación de la Unión de Hermandades, que la ostentó el consejero Javier Escobar.

Como era de esperar, la satisfacción dominaba los rostros de los hermanos y así lo expuso el hermano mayor, Juan Antonio Sánchez Tornay, que ya en el interior del templo y con las imágenes en sus altares, expresó la alegría de poder volver "después de casi cuatro años de desvelos y sacrificios". Sus palabras fueron aplaudidas por los que llenaban la ermita, intervención que precedió a la del director espiritual de la cofradía que dirigió una oración de despedida. Atrás queda un largo periodo que ha supuesto para el Perdón un parón en los proyectos que tenía en esta sede a la que llegó tras decidir dejar la iglesia de Santa Ana, donde dio sus primeros pasos. La Semana Santa tiene este año la novedad de que el Domingo de Ramos volverá a vivirse en cofrade en Cuatro Caminos y en un enclave de gran ascendencia histórica estrechamente unido al pasado cofrade de la ciudad.

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