Cofradías

Las hermandades y su importancia en la Feria

  • Hasta treinta y una cofradías montan en el González Hontoria sus casetas con el fin de tener ingresos para crecer en su patrimonio

Las hermandades y su importancia en la Feria

Las hermandades y su importancia en la Feria / Manuel Aranda (Jerez)

La Feria del Caballo de Jerez no sería la misma sin la presencia de las casetas de las hermandades de la ciudad. Forman parte de la geografía del recinto ferial cada mes de mayo. Se trata de una de las semanas más importantes de todo el año para estas corporaciones. También es el momento en el que hay que trabajar duro en favor de la hermandad y, desde hace ya semanas, las cofradías vienen montando sus casetas como punto de encuentro de los hermanos y vecinos del barrio donde tiene sus sedes.

Por otro lado, se trata de una semana de un gran esfuerzo que siempre merece la pena. Largas jornadas donde se disfruta, se trabaja duro y se recauda un importante ingreso para las arcas de las tesorerías. Gran parte de lo que las hermandades tiene mucho que agradecer, en cuanto a patrimonio se refiere, a las ferias donde los hermanos han trabajado mucho pero también han visto crecer su hermandad. Siempre se ha dicho que este o aquel paso de misterio huele a pimiento frito en clara alusión a la importancia que ha tenido la Feria del Caballo a la hora de poder costear el tallado o el dorado de un canasto.

En el capítulo de tapas hay que destacar la innovación de las hermandades con ‘El Chispazo’ en la Candelaria, ‘El Vigazo’ en el Cristo de la Viga, ‘Andando na má’ en Pasión o ‘El Titanic’ en el Perdón donde se trata de un surtido bandejón de pescaíto frito con una tortilla encima. Más o menos la ración para tres personas.

Si las cuentas no fallan, son hasta treinta y una las hermandades que este año han montado su caseta en recinto ferial del González Hontoria. Un porcentaje bastante alto en presencia en la Feria del Caballo. Por otro lado hay casetas como la de la Candelaria, La Yedra, el Cristo del Amor, las Angustias, el Cristo de la Expiración o los Judíos de San Mateo que son un clásico en la Feria del Caballo. Son ya muchas décadas montando su propia caseta y tienen una historia que les une a la feria también.

Además, este tipo de casetas también actúa como núcleo que aglutina y conforma la identidad de una determinada zona de la ciudad. Las hermandades también son como referencia social para un barrio. Y si la hermandad del barrio monta su caseta y está presente en el ferial, se convertirá en el punto de encuentro, ya no solo de los hermanos de la cofradía, sino también de todo el barrio que siempre irá buscando su zona y vecinos para tomar una copa o comer en la feria.

Gestión

En este capítulo hay que decir que existen dos tipos de casetas de hermandades. Las juntas de gobierno deciden si la caseta la trabajaran los propios hermanos, con lo que esto significa en el esfuerzo y el trabajo de todos, o si se cede el servicio a un tercero que será quien trabaje y gestione la misma. Claramente, es mucho más rentable trabajar entre todos los hermanos con el fin de poder recaudar un mayor ingreso. Sin embargo hay corporaciones que hacen una cesión del servicio y la gestión de la caseta.

En este sentido hay que subrayar que generalmente trabajan los propios hermanos en corporaciones recientes donde es muy necesario ir creciendo en el patrimonio de la cofradía y los ingresos de la feria no se pueden desdeñar si se sueña con ser una cofradía importante.

En definitiva, se trata de un sector muy importante de la Feria del Caballo de Jerez. Las cofradías forman parte del tejido social de la ciudad y, por tanto, como no podía ser de otra manera, tenían que estar presentes en el recinto del Parque González Hontoria en estos días en el que se convierte en una bellísima ciudad donde solo se permite la alegría.

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