Otra -triste- historia de la crisis

A Salvador Partida, de 50 años, la crisis le afectó como a muchos otros autónomos de la ciudad. Hace tres años tuvo que cerrar su cerrajería y desde entonces no ha parado de buscar trabajo sin éxito. Casado y con dos hijos, desde hace dos años sólo entran mensualmente en su casa los 426 euros del subsidio por desempleo, primero los correspondientes a su mujer, que también está en el paro, y ahora los suyos. Con ese dinero tienen que hacer piruetas para salir adelante, ya que gran parte de ese sueldo, 326 euros, se destina para pagar la hipoteca de su piso.

Hasta hace un año, ese dinero se iba en pagar esa hipoteca y en los gastos habituales de comida y facturas. Ahora reciben una pequeña ayuda de sus dos hijos y de la madre de Salvador para poder afrontar con una leve mejoría el futuro, aunque eso de pegarse un capricho o el salir a la calle a cenar sigue siendo algo imposible. Esas estrecheces económicas impidieron en su día pagar 285 euros correspondientes a un semestre del IBI y al sello del coche. Cuál fue su sorpresa cuando hace unos días le llegó una notificación de Diputación en la que se le informaba de que se le había retenido ese dinero, algo que, en teoría -a la vista de lo que le ha pasado- no debería haberse producido, toda vez que por ley no se pueden embargar las prestaciones contributivas o los subsidios que no excedan el salario mínimo interprofesional, que en la actualidad asciende a 641 euros mensuales.

Con esta certeza, Salvador se personó en Diputación junto a su hijo mayor, Javier, donde explicaron el problema. "Allí nos dieron la razón. Nos dijeron que no nos preocupáramos, que este embargo era de Jereyssa y que lo que teníamos que hacer era llevar a la oficina un extracto de mi cuenta corriente donde se verificara que el único dinero que entra en mi casa son los 426 euros, por lo que inmediatamente nos tendrían que hacer el levantamiento de la retención".

Dicho y hecho, Salvador y Javier se personan en Jereyssa con el extracto, explican la situación y lo que les han comunicado en Diputación pero, para su asombro, les dicen que nones. Desde la oficina municipal de recaudación les comunican que el levantamiento no se hace "por un criterio de nueva aplicación. Nos dicen que con los 426 euros de la ayuda y el pago mensual de la hipoteca de mi casa de 326 se me había quedado un remanente de 289, y que como yo ese dinero no lo he sacado y el mes que viene voy a cobrar otra vez la ayuda, consideran que se justifica que no me hace falta, que eso es un ahorro y que por ese criterio me pueden embargar". Ante esto, Salvador argumenta que ese remanente lo utiliza para seguir pagando su hipoteca mensualmente y pregunta qué hubiera pasado si después de pagar la casa hubiera sacado todo lo que le quedaba en el banco. "Me dicen que no hubiera pasado nada, y que cómo no se me ha ocurrido antes no haberlo hecho. Ahí Jereyssa está dejando claro que se premia al que les quiera estafar".

Tras mantener ayer una reunión con el jefe de recaudación de Jereyssa en la que volvió a no darles la razón, Salvador va a interponer el correspondiente recurso de reposición, aunque ya tiene claro que esto acabará en el juzgado. "Pensamos que este criterio se lo ha sacado Jereyssa de la manga, sobre todo viendo cómo está la situación del Ayuntamiento", afirma, y se pregunta "a cuántas personas, sobre todo mayores, les habrá pasado lo mismo sin saber que se están vulnerando sus derechos".