A la una del mediodía del pasado sábado comenzó una auténtica pesadilla para la familia de Cayetano, un niño de 8 años que entró en el hospital con un fuerte dolor abdominal. José Luis Sánchez, portavoz de la familia, relata que al pequeño le exploraron, le hicieron analíticas y ecografías, "pero el doctor no podía diagnosticar concretamente la dolencia, aunque todo apuntaba a apendicitis. Al no haber cirujano pediátrico en el hospital, se ordenó el traslado al Puerta del Mar de Cádiz sobre las siete de la tarde".

Pasaron las horas y la ambulancia solicitada para llevar a Cayetano a Cádiz no llegaba. Pasadas las doce de la noche, el menor seguía esperando el traslado y la familia decidió presentar una reclamación en el hospital. "Hablamos por teléfono con la persona responsable del servicio de Urgencias, que nos dijo que estaban haciendo todo lo posible, e incluso como no nos atendían desde el 061 llamamos a la Policía Nacional para intentar agilizar todo, pero no tuvimos éxito. Ya era la una de la madrugada y Cayetano llevaba siete horas esperando. Imagínate la tensión y la incertidumbre de la familia", denuncia Sánchez. "Al chico cada vez le dolía más la barriga. Estábamos dispuestos a llevarlo nosotros en el coche pero no queríamos arriesgarnos, puesto que había empeorado. Así que decidimos llamar a una empresa de ambulancias privadas y costear nosotros el traslado, porque no podíamos esperar más tiempo. La sorpresa que nos llevamos es que nos dijeron que había más eventos en Cádiz, que no había ambulancias disponibles y que para una cosa así hay que avisar con varias horas de antelación para coordinarse", informa el portavoz de la familia, quien añade que "después de tantas horas, llegó una ambulancia del 061 al hospital que traía un bebé recién nacido y pudimos convencer al equipo para que hiciesen el traslado de Cayetano al Puerta del Mar".

Una vez que el menor llegó a Cádiz, "le diagnosticaron apendicitis con principio de peritonitis. Llegó en la madrugada del domingo y ese mismo día le operaron de urgencias, quedándose por protocolo en la UCI". "¿Qué hace falta para que en una ciudad con más de 200.000 habitantes no ocurran estas atrocidades? Un pequeño tuvo que esperar siete horas y media para un traslado, cuando debería de haber un cirujano pediátrico en Jerez y así no se habría puesto en peligro la vida de Cayetano", denuncia el portavoz de la familia, al tiempo que no entienden "cómo una ambulancia para un traslado de un niño tardara tantísimas horas, horas que se hicieron eternas para la familia".

Desde el hospital de Jerez informaron ayer que el menor, al que realizaron las pertinentes pruebas, decidieron trasladarlo al hospital de referencia para Cirugía Pediátrica en la provincia, que es el Puerta del Mar, para que valoraran el caso. Solicitaron al 061 una ambulancia de traslado, "pero en ese momento, estaba ocupada. La Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) cuenta con un protocolo, por el cual hay prioridades en la asistencia, de forma que en cuanto tuvo un vehículo libre se envió al hospital de Jerez para el traslado del menor".

Desde el centro hospitalario señalaron además que en el tiempo de espera "surgieron asistencias más urgentes o como se consideran 'no demorables' (riesgo para la vida del paciente, fundamentalmente), mientras que el menor (Cayetano) estaba en el hospital atendido y asistido por profesionales y su estado no mostró un empeoramiento que justificara demorar otras asistencias por parte del 061 y un traslado de urgencia". Del caso contrario, desde el hospital subrayaron que "se habría considerado una prioridad y se hubiera hecho. Finalmente, el menor fue trasladado por el 061 al Puerta del Mar y allí fue atendido".

Por todo ello, el hospital y la propia EPES lamentan las posibles molestias que haya sentido la familia, "pero se actuó, en todo momento según protocolo y, como no puede ser de otro modo, teniendo en cuenta la atención y la seguridad del paciente".