El sector hotelero jerezano está sufriendo las consecuencias de la denominada ‘crisis del coronavirus’. Según informó ayer a este medio el presidente de la Federación de Hoteles de Horeca, el empresario Stefan de Clerck, “en este momento podemos considerar que a estas alturas del año pasado llevábamos un 15% más de reservas”.

La ralentización de las reservas es un hecho. La propagación del virus por toda Europa está provocando que el tráfico aéreo se esté viendo afectado, sobre todo con Italia, donde el cercano aeropuerto de Sevilla ha llegado a cancelar hasta 12 vuelos diarios. El aeropuerto de Jerez no tiene conexiones con Italia.

Pese a todo ello, lo realmente llamativo de esta caída de reservas es que quienes están ralentizando, aplazando o incluso cancelando sus estancias en Jerez “son visitantes nacionales”. Es en el rango de los turistas donde se ha detectado esta caída, informó a este medio Stefan de Clerck.

En próximos días se verán los efectos del aplazamiento del Mundial de Superbikes

La única ventaja ante la que se encuentra el sector hostelero local en estos momento en plena ‘crisis del coronavirus’ radica, precisamente, en el hecho de que las cancelaciones (o aplazamientos) son nacionales. No en vano, “un turista nacional tiene muchas más facilidades de movimiento que un extranjero”, lo cual hace pensar en una rápida recuperación en caso de que el número de infectados cayera a mínimos.

Pese a todo ello hay un dato que llama poderosamente la atención. “Los turistas alemanes siguen viviendo”, destaca De Clerck. Quizás sea por el sol o por las altas temperaturas, pero lo cierto es que ese vínculo de conexión entre Alemania y la provincia de Cádiz sigue perfectamente abierto.

En el seno de sector hostelero se espera con indudable tensión la evolución de las reservas para acontecimientos tan importantes para la ciudad y la provincia como la Semana Santa, la Feria del Caballo y, sobre todo, el Gran Premio de España de Motociclismo en el circuito de Jerez.

En los próximos días se dejarán notar las reservas perdidas ante el aplazamiento del Mundial de Superbikes.