cerebros en toneles

Las ideas ni se cazan ni se pescan: se cultivan

Las ideas ni se cazan ni se pescan: se cultivan

Las ideas ni se cazan ni se pescan: se cultivan

El viernes concluyó la V Feria de la Ciencia en la Calle, uno de los acontecimientos culturales más importantes de la ciudad. Y lo es por muchas razones. Todos estamos de acuerdo en que sirve para que los alumnos pongan en práctica los métodos científicos y para acercar las ciencias a los ciudadanos. Pero no sé si nos hemos parado a pensar en qué papel representan la imaginación y la creatividad en este tipo de actividades. Los alumnos preparan experiencias en sus centros y luego las exponen para que los visitantes aprendan y disfruten. Ese trabajo experimental, práctico, posibilita que los estudiantes se acerquen a la ciencia real y desarrollen tanto la creatividad investigadora como divulgadora. Porque es en esa dimensión práctica donde entramos en contacto con los materiales, con los procesos, con los aparatos y con el contexto de descubrimiento.

Si para ser creativo en literatura es necesario ponerse a escribir, para serlo en el ámbito de las ciencias hay que impregnarse de experiencias. Lo que en los libros de texto es un apéndice anecdótico pasa ahora a ser algo esencial. Ya que en ciencia también se aprende a usar la imaginación, como en las artes. Reproducir un experimento conocido implica conocer las leyes de la naturaleza, el método experimental, la lógica de la investigación y cómo surgen las ideas nuevas.

Los enfoques excesivamente racionalistas nos han transmitido un sistema de valores epistémicos que quizás haya que revisar a fondo. La imaginación creadora no ha recibido la atención que merece. O bien se la trataba como algo misterioso o bien como algo irracional. Por un lado estaban los conceptos y por otro las imágenes. Los conceptos son universales, generales y objetivos, incluso matematizables. Sin embargo, las imágenes son particulares, borrosas, subjetivas, poco lingüísticas… La imaginación, reproductora o creadora, aparecía como una capacidad importante, pero secundaria, ajena al verdadero conocimiento. Deberíamos explorar esas zonas intermedias donde imágenes, ideas y conceptos son difíciles de separar.

¿Cómo surgen las ideas? Jorge Wagensberg acaba de publicar 'Teoría de la creatividad', en la editorial Tusquets, dentro de la colección 'Metatemas. Libros para pensar la ciencia'. Es doctor en física y profesor de teoría de los procesos irreversibles en la Universidad de Barcelona. Es un gran divulgador y uno de los mayores expertos en museos de la ciencia. Ha publicado ya más de veinte libros sobre pensamiento científico. Sus obras siempre son un diálogo abierto, en el que aparecen conocimientos de diferentes ámbitos. Su experiencia como científico y divulgador le permite llevar cabo una reflexión original, sin las ataduras de los sistemas filosóficos.

Jorge Wagensberg dice en su 'Teoría de la creatividad' que siempre se parte de una paradoja, que es "un indicio de una idea ausente". Las paradojas no hay que esconderlas o pasarlas por alto porque son precisamente el mayor estímulo para el conocimiento: "La escuela cultiva muchos aspectos de la cultura humana excepto quizás el más importante: la creatividad. Una reforma educativa que favorezca la necesidad y capacidad de crear empieza por trabajar las paradojas".

Las ideas nuevas, según Jorge, surgen de tres maneras: por intuición del mundo, por comprensión del mundo y por concepción del mundo. "Una intuición es un suave roce entre lo ya comprendido y lo aún no comprendido, entre lo observado y lo aún no observado". Se puede intuir por analogía, por combinación o por extensión. Una idea puede salir de su contexto y servir para generar otra idea en otro contexto. De la combinación de varias ideas antiguas puede surgir una idea nueva. Y también puede ocurrir que reconozcamos el verdadero alcance de una vieja idea, que permanecía sin desarrollar. Surge una idea por comprensión cuando, después de haber acumulado observaciones y datos, damos con la clave que hace que todo encaje y tenga sentido. Un ejemplo sería la teoría de la selección natural. Y por último, surgen ideas nuevas por concepción global del mundo. Son más escasas, porque supone introducir una nueva visión de la realidad. Un ejemplo sería la teoría de la relatividad.

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