"Es imposible que el sueño venga de golpe, hay que desconectar tres horas antes"

Especialista en sueño, el doctor Estivill defiende que dormir es, por su labor reparadora, la actividad más importante que realizamos a lo largo de la vida · Alerta del abuso de la medicación entre los mayores

El doctor Estivill, en un momento de la entrevista, junto al doctor David Gómez-Pastrana.
El doctor Estivill, en un momento de la entrevista, junto al doctor David Gómez-Pastrana.
Gloria Moreno / Jerez

28 de octubre 2012 - 01:00

Recaló esta semana en Jerez con motivo de la inauguración de la Unidad de Trastornos del Sueño Infantil de la Clínica Serman para participar en una reunión médica destinada a especialistas en pediatría. El doctor Eduard Estivill, neurofisiólogo y pediatra, coordinador de la Unidad del Sueño del hospital general de Cataluña, dirige también la Clínica del Sueño Estivill, dentro del Instituto Dexeus y es autor de obras tan conocidas como 'Duérmete niño', libro de cabecera de padres primerizos y en el que difunde su método para dormir a los más pequeños.

- ¿Le damos suficiente importancia al sueño?

- Cada vez más gracias a los medios de comunicación y evidentemente a todos los profesionales que hablamos continuamente de esto, pero es verdad que todavía hay mucha gente que piensa que dormir es perder el tiempo. En realidad hoy en día sabemos que dormir es como un taller, reparamos y restauramos todo lo que gastamos durante el día y lo dejamos listo para volverlo a utilizar al día siguiente. No sólo reparamos la parte física sino también la intelectual. De hecho la memoria se consolida mientras dormimos y esto es importante porque por ejemplo en castellano hay una frase muy bonita que dice: lección dormida, lección sabida y esto es precisamente la consecuencia de dormir bien. Si llegamos a los 90 años habremos dormido 30 años de nuestra vida, y para mucha gente esto es perder el tiempo pero la verdad es que hemos dormido 30 años para poder estar 60 despiertos. De ahí que el sueño sea la actividad más importante que realizamos a lo largo de nuestra vida. De hecho, dormimos para estar despiertos y estamos despiertos para poder dormir.

- ¿Cuántas horas son aconsejables?

- Entendiendo esta idea de que el sueño es un taller de reparación y de restauración el número de horas está en función de la edad. Un niño de cuatro años, que se mueve y aprende mucho durante el día, necesita que el sueño dure como mínimo once horas; un adolescente, nueve horas para estar bien al día siguiente; un adulto, el 90% necesita entre siete y ocho horas y un adulto mayor, a partir de los 60 años, con seis horas tiene suficiente pero debe completar estas seis horas de sueño nocturno con dos pequeñas siestas, las cabezaditas propias de los abuelos, durante el día. ¿Qué es lo que pasa? Que cuando uno es joven tiene mucho sueño y poco tiempo para estar en la cama y cuando uno es mayor tiene mucho tiempo para estar en la cama y poco sueño.

- Entonces, algo va mal.

- Bueno es el desconocimiento. ¿Por qué mucha gente mayor toma pastillas para dormir? Porque no sabe esto. Piensa que han de dormir ocho horas, como lo hacían de jóvenes. Imposible.

- ¿Se abusa de las pastillas?

- Totalmente y sobre todo a esta edad. Los medicamentos no son ni buenos ni malos, sino que están bien empleados o mal empleados. Si tú me preguntas i la aspirina es buena o mala, depende para lo que te la dé. Si te la doy por un dolor de muelas o un pequeño dolor de oído o un resfriado igual es bueno pero si te la doy para una úlcera de estómago es muy mala. La culpa no la tiene la pastilla sino el médico que la prescribe o el enfermo que se la toma sin consentimiento médico y esto es lo que ocurre con las pastillas para dormir. A medida que se van explicando todas estas cosas en el caso de muchos adultos y mucha gente mayor va disminuyendo el número de fármacos que tenemos que emplear para dormir.

- ¿Qué tal dormimos los españoles?

- Como el resto del mundo, es decir un 30, un 40% tiene patologías del sueño de verdad, me refiero a insomnios graves, pero un 70% de la población ocasionalmente, de forma puntual duerme mal. Ahora acabamos de publicar un libro, 'Que no me quiten el sueño', dedicado al sueño de los adultos, a enseñar a los adultos a dormir bien, un poco el método Estivill que hemos hecho para los niños pero para los adultos y que está basado principalmente en una idea, en un nuevo descubrimiento. Hasta ahora pensábamos que dormir era algo fácil, que venía de golpe y estamos acostumbrados a estar conectados al móvil hasta últimas horas de la noche, a las nuevas tecnologías, a hacer listas de lo que haremos al día siguiente, a solventar problemas de la familia o nuestros personales, ir a la cama, apagar la luz y pretender que el sueño venga de golpe. Esto es imposible. El sueño se debe preparar como mínimo tres horas antes. No podemos desconectar si previamente no hemos hecho este trabajo de desconexión. De hecho la vigilia y el sueño es como la luz y la oscuridad, que no viene de golpe, hay un crepúsculo. Si la luz va bajando poco a poco, la actividad del día, que es la luz, tiene que ir bajando poco a poco para dejar paso al sueño de noche. Si no entendemos esto, no conseguiremos descansar bien y aquí sí que se está abusando mucho de los medicamentos porque pretendemos estar activados, haciendo cosas hasta última hora de la noche y dormir bien. Y esto es imposible e incompatible.

- La crisis también influirá.

- Evidentemente. Todo lo que nos influye durante el día y que nos tiene hasta el final de la noche en este estado de actividad, sea la crisis, sean problemas personales, sean la cantidad de situaciones emocionales...si no entendemos que hay que desconectar de ellas no habrá manera de dormir. Evidentemente la crisis ha sido uno de los aspectos que ha incrementado más las consultas por este tipo de mal dormir y hablo gente normal, no hablamos de patologías, gente normal sin problemas sicológicos sin problemas médicos y que lo único que le sucede es que vive a este ritmo que nos ha tocado vivir sin tiempo para nada, pensando que lo tenemos que hacer todo hoy, no sabiendo decir nunca que no y sobre todo, esto: durmiendo con dos o tres móviles en la mesilla de noche.

- ¿La siesta, qué papel juega en todo esto?

- Hoy día sabemos que en las 24 horas del día, el cerebro humano necesita dos momentos de sueño. El primero es el periodo nocturno, el que va de 10, 12 de la noche hasta las 7, 9 de la mañana pero después sabemos que entre seis y ocho horas después de habernos levantado el cerebro tiene una pequeña necesidad de sueño que es la siesta. Cuando decimos pequeña significa breve porque es lo que dura el sueño superficial. Cuando dormimos es como si bajásemos los peldaños de una escalera. El primer peldaño es el sueño superficial, después viene el sueño profundo, después el sueño Rem. Pues el sueño superficial suele durar 20 minutos y eso es lo que tiene que durar la siesta. La siesta es buena y recomendable para todo el mundo como complemento de un sueño normal no de aquellas personas que han dormido menos de lo que necesitan durante la noche. Fíjate, que la siesta se pensaba que era un invento latino, español. Todo esto son cuentos, de hecho fueron los romanos los que dieron el nombre a la siesta y significa hora sexta.

- Es decir, la siesta no sirve para compensar lo que no se dormido por la noche.

- No, porque si hemos entendido que el sueño es un taller y esta noche tú has dormido tres horas, tendrás una pésima mañana hasta que puedas volver a dormir. Si después duermes dos horas o tres tendrás una magnífica tarde, pero nadie te quitará lo malo que te ha pasado durante la mañana.

- Entonces, ¿la clave para dormir bien?

- Desconectar. Claro, esto es fácil de decir y muy complicado de hacer, pero bueno también era utópico cuando hace años empezamos a hablar de los niños y mira cuántos niños hemos ayudado a dormir con nuestras normas. Es decir, que vamos a conseguir que la población nos haga caso, no es tan difícil. Cuando le digo a la gente que apaguen el móvil a las ocho de la tarde, me miran a la cara, pensando "este tío está loco. ¿cómo voy yo a apagarlo?". Es que nunca pasa nada tan importante para que no podamos apagar el móvil porque lo único grave, tema de una enfermedad de un familiar, si sucede esto por mala suerte, ya nos vendrá a avisar la Policía o los Bomberos. No nos hace falta tener el móvil en la mesilla de noche.

- Bueno, y ¿usted como duerme?

- Yo soy como todo el mundo, no soy nada especial. Intento seguir los consejos del doctor Estivill pero de vez en cuando también hay algún día que debido a las preocupaciones me cuesta dormir.

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