El independentismo exhibe músculo

Miles de personas, dos millones según los organizadores, marchan por las calles de Barcelona en la Diada Mas no participó aunque luego recibió a los organizadores

Agencias Barcelona

12 de septiembre 2015 - 01:00

Cataluña vivió ayer una Diada marcada por el inicio de la campaña electoral del 27-S, polarizada por los partidos favorables y contrarios al proceso soberanista, y por una multitudinaria marcha independentista que surcó la avenida Meridiana de Barcelona.

La celebración de la Diada fue criticada por el Gobierno por su utilización partidista por parte de las fuerzas que defienden la independencia, que reunieron en las calles de Barcelona a centenares de miles de personas -1,4 millones según la Guardia Urbana, dos millonjes según los organizadores y entre 520.000 y 550.000 según la Delegación del Gobierno- en la llamada Vía Libre a la República Catalana.

Apenas iniciada la campaña electoral del 27-S, la jornada comenzó con la tradicional ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova, conseller en cap de Barcelona que cayó herido el 11 de septiembre de 1714 durante la Guerra de Sucesión.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, acompañado por sus consellers, fue el primero en hacer la ofrenda floral y, aunque por la tarde no participó en la manifestación independentista, aunque recibió luego a sus organizadores.

Como ya es habitual en los últimos años, a la ofrenda al monumento de Rafael Casanova no acudieron ni representantes del PP ni de Ciudadanos.

Por primera vez en la Diada, la Delegación del Gobierno en Cataluña celebró un acto institucional de carácter cultural en el archivo de la Corona de Aragón de Barcelona.

En este acto la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, defendió la Diada como una festividad para reivindicar una Cataluña "con unas marcadas señas de identidad, plural y unida, dentro de una España plural y unida".

La jornada contó por la tarde con la manifestación independentista convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) en la Avenida Meridiana de Barcelona. A las 17.14 horas un puntero gigante portado por diversos deportistas profesionales empezó o a recorrer la Meridiana y a medida que iba avanzando la gente rellenaba la estela abierta en la avenida.

El puntero recorrió 5,2 kilómetros en 45 minutos hasta la entrada al Parque de la Ciutadella, en donde a su llegada se encajó con el escenario principal, decorado con 9.000 boletos alusivos al "proceso participativo" del 9-N de 2014.

Frente al escenario principal se situaron los principales representantes de los partidos soberanistas, como Josep Rull (CDC) y Oriol Junqueras.

Acudieron también los tenientes de alcalde de Barcelona Jaume Asens y Gerardo Pisarello, de BCNComú, aunque no la alcaldesa Ada Colau.

También se concentraron el central azulgrana Gerard Piqué, el ex presidente del FC Barcelona Joan Laporta y los periodistas Pilar Rahola, Karmele Marchante y Albert Om, el cantante Dyango y el actor y concejal de ERC Juanjo Puigcorbé.

También estaban el cabeza de cartel de Junts pel Sí, Raül Romeva, y otros miembros de la candidatura como Lluís Llach, así como el candidato de la CUP, Antonio Baños, consellers como Francesc Homs y Santi Vila (CDC), mientras que el president Artur Mas se ausentaba aunque recibió a los organizadores por la noche.

Al finalizar la marcha, los presidentes de la ANC, Jordi Sánchez, y de Òmnium Cultural, Quim Torra, garantizaron que estarán al lado de los futuros diputados catalanes en la senda hacia la independencia, pero también pidieron que sean "leales" a las urnas, que actúen con "valentía" y no "claudiquen" ante las dificultades.

El acto acabó con una actuación del Cor Jove del Orfeó Català, que interpretó el himno Venim del nord venim del sud, seguido de un grupo de rumba creado para la ocasión que interpretó una versión de Peret, Catalunya té molt poder, antes de culminar el evento con el canto de Els Segadors.

La de ayer fue la cuarta gran movilización promovida por la ANC, después de la multitudinaria manifestación de 2012 por el centro de Barcelona, la cadena humana que cruzó Cataluña en 2013 y la concentración que se extendió en forma de V por la Gran Via y la Diagonal en la capital catalana.

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