Educación

Un logro a base de unión

  • La inauguración del nuevo instituto acaba con una necesidad surgida en la zona este de la ciudad

  • La presión y la insistencia de los padres, clave en la construcción

Una imagen de ayer del nuevo instituto de la zona de La Granja.

Una imagen de ayer del nuevo instituto de la zona de La Granja. / Miguel Ángel González

La inauguración del nuevo instituto de la zona de La Granja-San José Obrero supondrá el final de un culebrón que se ha demorado durante años y que ha generado capítulos y capítulos de situaciones. El desarrollo de la zona este de la ciudad coincidiendo con el boom del ladrillo ha sido el detonante de una demanda que lleva años y años sobre la mesa de las instituciones y que por fin ahora, casi una década después, verá la luz.

Aunque aparentemente muchos padres y madres hablan de un retraso de dos-tres años, lo cierto es que si acudimos a la hemeroteca comprobamos que las afirmaciones por parte de los representantes provinciales de educación alertando de la necesidad de construir un nuevo instituto en la zona, aparecen en 2012. Fue precisamente Blanca Alcántara quien ya advertía ese mismo año, el último de su mandato, que “la zona de La Granja y La Marquesa contará, dentro de cuatro o cinco años con un nuevo instituto que palie las necesidades de escolarización”.

La construcción de numerosas viviendas en toda la zona y el desplazamiento a esa parte de la ciudad de muchas jóvenes parejas en los primeros años del 2000 auguraban, en un momento de buena economía y por tanto de buenos niveles de natalidad, la necesidad de invertir en infraestructuras educativas.

La primera consecuencia de todo esto se trasluce en la construcción de dos nuevos centros educativos en la zona, primero el CEIP Membrillar, y luego el CEIP La Marquesa, que vio la luz oficialmente en el curso 2007/08. Sin embargo, no fue del todo suficiente, pues algún colegio como el CEIP San José Obrero, vio cómo lo que iba a ser algo pasajero, la instalación de aulas prefabricadas, se convirtió en parte del paisaje del centro hasta que en el año 2017 se eliminan las seis aulas existentes.

Para muchos padres y madres, lo peor de todo en esta historia ha sido la falta de planificación, teniendo en cuenta que en una cifra de años concretos el problema iba a llegar. Además, la actuación de la Junta también dejó que desear con la redacción de proyectos como el del entonces IES Fernando Quiñones (ahora Lola Flores), cuyo edificio de clases construido no ha servido para satisfacer la demanda que había.

Una de las concentraciones de la coordinadora. Una de las concentraciones de la coordinadora.

Una de las concentraciones de la coordinadora. / Manuel Aranda

La propia presidenta de la Flampa, Geli Sánchez, y parte fundamental en esta ‘lucha’ por lograr la construcción del nuevo centro, explicaba en una comparecencia que la causa fundamental tiene que ver con “la gran cantidad de niños nacidos entre 2009 y 2010”, para poner el foco principal “en el curso 17/18 cuando del CEIP Membrillar salen tres líneas, más todos los centros de la zona de La Granja”.

Los primeros pasos para la construcción de este nuevo instituto que mañana abrirá sus puertas oficialmente, se dan a finales de octubre de 2015 cuando la comisión de pleno de Urbanismo dictamina favorablemente la propuesta de aprobación de la cesión de una parcela a la Junta de Andalucía, destinada a la construcción de un nuevo Instituto de Enseñanza Secundaria en la zona del Arroyo del Membrillar.

No será hasta febrero del año siguiente, 2016, cuando Juan Luis Belizón, delegado territorial de Educación anuncie que durante este primer trimestre del año se licitará el proyecto del nuevo instituto de Secundaria y Bachillerato que se construirá en la zona de La Granja.

El viernes 2 de septiembre de 2016, la Consejería hace oficial "la licitación del servicio de redacción de proyecto, dirección de obra, dirección de ejecución de obra, coordinación de seguridad y salud y estudio geotécnico para la construcción de un nuevo Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) en la zona de La Granja", en lo que supone un paso más para su construcción.

A principios de enero de 2017, la web de la Agencia Pública Andaluza para la Educación recoge nada menos que 29 empresas dispuestas a luchar por la licitación del proyecto. Unos días después, el BOJA publica la creación de la sección de Educación Secundaria de dicho instituto, que dependerá administrativamente del IES Almunia.

A principios de marzo se adjudica el proyecto por un valor cercano a los 300.000 euros y con un plazo de ejecución de cinco meses.

Sin embargo, una entevista publicada en este Diario en septiembre a Juan Luis Belizón en la que explica retrasos debido a la tramitación administrativa, poniendo de manifiesto que no estará para el curso 2018/19, reaviva la polémica entre los padres y madres que convocan una reunión con las respectivas ampas afectadas.

El resultado de todo este movimiento se traducirá, primeramente, en la creación de una coordinadora (10 de octubre de 2017) conformada por la Flampa y representantes de Ampas de todos los centros afectados por la construcción del nuevo instituto. Su primer planteamiento será la programación de múltiples concentraciones para pedir a la administración una solución definitiva, llegando incluso a personarse en el Parlamento andaluz en el mes de diciembre con 6.000 firmas.

Desde el Servicio de Planificación de la delegación territorial se planteará entonces trasladar a los niños al San José Obrero, habilitando nuevas aulas prefabricadas, otra circunstancia que encenderá a los padres.

A finales de octubre, la Consejería saca a la luz imágenes del proyecto definitivo, de tipología D4, es decir, con cuatro aulas por cada nivel de Educación Secundaria Obligatoria, más dos aulas por cada curso de Bachillerato y un Ciclo Formativo de Grado Medio de la familia agraria, es decir, con un total de 680 puestos escolares. El futuro centro se ubicará sobre una parcela de 12.841 metros cuadrados y tendrá una superficie construida de 5.300 metros cuadrados.

No será, en cambio, hasta enero de 2018 cuando se liciten por fin las obras con un presupuesto total de 5.469.290,01 euros. La adjudicación definitiva será varios meses después, el 26 de abril, cuando el BOJA publica que será la empresa cordobesa Anfrasa SL la encargada de ejecutar las obras.

Un momento de la colocación de la primera piedra. Un momento de la colocación de la primera piedra.

Un momento de la colocación de la primera piedra. / Manuel Aranda

El clásico retraso burocrático hará que la primera piedra no se coloque hasta el 15 de junio de 2018. Sin embargo, el hecho de contar con un plazo de ejecución de 18 meses, es decir, la empresa tendría hasta noviembre para terminar legalmente, vuelve a crear incertidumbre entre los padres que reactivan las protestas.

En medio, un cambio en el gobierno de la Junta de Andalucía, gobernado a partir de entonces por Ciudadanos, PP y Vox, una situación que generará, simplemente por el mero hecho de alargarse en el tiempo su llegada al gobierno, nueva desconfianza en la coordinadora, que volverá a las calles con concentraciones.

El 22 de mayo de 2019, en una de las reuniones de la comisión de educación del Parlamento Andaluz, Javier Imbroda, nuevo consejero de Educación, se compromete públicamente, tras el excelente planteamiento sobre la situación del instituto y sus obras del parlamentario jerezano José Ignacio García, a terminar dichas obras antes del 16 de septiembre, coincidiendo con el inicio del curso escolar 2019/20.

Hasta entonces, desde la coordinadora se ha seguido con especial detenimiento todo lo que iba sucediendo con el proyecto, un proyecto que será realidad mañana (aunque no en su totalidad) coincidiendo con la vuelta a las aulas del alumnado de Secundaria.

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