Jerez, una caña de ciudad en el siglo XIX
Jesús Caballero Ragel cerrará el ciclo 'Jerez Siempre' en la Academia San Dionisio con una conferencia sobre 'El impulso económico, artístico y cultural de Jerez durante el XIX', pionera en numerosos ámbitos y con perfil "de capital"
Jerez, ese gran centro productor de arte

Como prueban numerosos estudios, Jerez fue una ciudad muy importante en época medieval y moderna. La riqueza que aportaba su inmenso agro la hizo destacar como ciudad. "En el siglo XIX, Jerez se convertirá en una de las ciudades más ricas de España. Hizo un despegue económico importantísimo y fue una de las ciudades que más tributó al Estado y de las que más ingresos tiene por exportación en España, algo que repercute de forma muy positiva", cuenta el investigador jerezano y experto del XIX Jesús Caballero Ragel, que el próximo martes, 11 de febrero, cerrará el ciclo 'Jerez Siempre', en la Academia San Dionisio y que hablará de 'El impulso económico, artístico y cultural de Jerez durante el siglo XIX'. Será presentado por Natalio Benítez Ragel, miembro del Centro de Estudios Históricos Jerezanos y jefe de Unidad de la Biblioteca Municipal.
El desarrollo del negocio vinatero con el aumento de las exportaciones va a encumbrar a una importante burguesía industrial y comercial. "Esta burguesía, bajo los principios del liberalismo político y económico, va a transformar la ciudad. El “sueño jerezano” fue una realidad. Jerez recibe una importante inmigración dispuesta a enriquecerse al retortero de la industria del vino. Llegan los montañeses de Cantabria, los franceses del Bearn, los comerciantes británicos admiradores de nuestros vinos, los indianos que buscan refugio e inversión tras la pérdida de las colonias, numerosos comerciantes gaditanos que ven en Jerez el lugar idóneo para invertir y crecer… Fuimos una ciudad de inmigrantes por arriba y por abajo", añade.
Esa riqueza se va a ver reflejada en la ciudad, que se transforma urbanísticamente. "Hay -desgrana- una renovación integral del caserío urbano. Se va a pavimentar y madrear toda la ciudad en un proceso rápido y costoso. Los avances sanitarios provocarán el aumento de población y la mejora de su nivel de vida. Jerez será pionera en la implantación de numerosos servicios derivados de las nuevas tecnologías: el alumbrado por gas, el alumbrado eléctrico, el teléfono, el ferrocarril, el tranvía de sangre, que era una auténtica modernidad, el ferrocarril urbano, etc. El gran proyecto de traída de aguas de Tempul en 1869 acabará definitivamente con los problemas de abastecimiento de agua vecinal. El proyecto de canalización para riegos del tramo final del Guadalete a finales de siglo será un intento de buscar una diversificación agraria ante el problema originado por la filoxera".
Para Ragel, Jerez en el siglo XIX es una capital, "en el orden de las 30 ciudades con servicios más modernos de toda España. Para mí, el XIX es el siglo, por el despegue que tiene Jerez. Que fue importante en otras épocas también, pero a ese nivel de desarrollo y de modernidad Jerez la cumple y la supera".
A Jerez llegan numerosos arquitectos que realizarán bellos edificios que se han hecho emblemáticos para la ciudad. Ingenieros, humanistas, profesores, músicos, etc. Se establecen numerosos pintores. Surgen nuevas entidades educativas y culturales. Surgen instituciones representativas de actividades profesionales. Se desarrolla una importante y variada prensa local. Aumentan las publicaciones literarias e historiográficas. "La nueva sociedad burguesa, desahogada económicamente, demanda servicios de formación y cultura. Jerez se llena de casinos con importantes funciones instructivas y culturales. Se crean nuevas asociaciones de recreo inspiradas en gustos extranjeros y que son más típico de una capital".
Por tanto, Jerez en el siglo XIX fue una verdadera capital económica, comercial e industrial. Al frente de la ciudad se establece una nueva jerarquía de burgueses comerciales e industriales que desplazan a la nobleza como centro del poder o se emparentan con ella. Una burguesía unida en sus intereses, aspiraciones e inquietudes que dejará su impronta en la ciudad aportando un nuevo sello de identidad. Una burguesía que se hará terrateniente con la acumulación de riqueza y con el proceso desamortizador. "Sin duda, la burguesía era muy dinámica y unida en intereses, lo que no hay ahora. A finales de siglo, las grandes diferencias sociales explotarán en forma de conflictos, que continuarán durante la primera mitad del siglo XX".
Aún es fácil encontrar en Jerez los ejemplos de esa capitalidad efectiva en la que se convirtió Jerez durante el siglo XIX, "pese a haber sido excluida de una capitalidad política que bien le pudo haber correspondido. Una capitalidad política que se le da a Cádiz en 1833, que era lógico porque Cádiz era la ciudad más comercial en aquella época, pero algo que perjudicó posteriormente a Jerez a nivel de universidades, de instituciones y organismos públicos. Jerez se quedó un poco desfasada en ese aspecto".
La conferencia se celebrará a las 19,30 horas, con entrada libre hasta completar aforo.
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