Jerez, gasolinera de los narcos
Las fuerzas de seguridad, en alerta por el aumento de los repostajes en estaciones de servicio ‘low cost’ de la ciudad por bandas que suministran combustible para el ‘petaqueo’
Incautan en Jerez 153 garrafas con 3.825 litros de combustible destinados al narcotráfico

Que Jerez y el río Guadalete han ganado relevancia en el suministro de combustible a los narcotraficantes hasta convertirse en uno de los enclaves neurálgicos y predilectos de los delincuentes para repostar combustible lo demuestran las últimas detenciones relacionadas con el suministro de gasolina para el ‘petaqueo’.
En efecto, desde hace tiempo se viene observando que los clanes que se dedican a facilitar combustible a las narcolanchas se han desplazado a localidades del interior, dejando las de primera línea de mar más vigiladas, para abastecerse de gasolina,y Jerez ha sido uno de los puntos escogidos por los delincuentes por sus especiales características.
¿Por qué? Jerez cuenta con varias gasolineras low cost, en las que no hay personal de servicio y están repartidas lejos del centro de la ciudad, algunas muy cerca de las vías de escape preferidas por estos malhechores: cerca de autopistas o autovías. Sin vigilancia en la noche, estas gasolineras no cuentan con trabajadores que puedan avisar de un repostaje sospechoso;sí que cuentan con cámaras de vídeo pero no se recurre a ellas salvo que haya algún incidente que lo precise. Tampoco los surtidores cuentan con un tipo de alarma o aviso o cancelación del servicio cuando hay un repostaje de una cantidad fuera de lo normal, y es que hay casos en los que se han detenido a individuos con contenedores como los utilizados en labores agrícolas, con 1.000 litros de capacidad.
La forma de actuar es asi siempre similar: cuando se ha localizado una gasolinera low cost sin tráfico, un individuo simula repostar la furgoneta mientras otro, a través de una puerta lateral del vehículo, rellena las garrafas.
Grandes cantidades de gasolina almacenada y transportada sin ninguna medida de seguridad
El tráfico ilegal de combustible, además de ser un soporte vital imprescindible para el narcotráfico, supone además un gravísimo riesgo para la seguridad pública por las condiciones en las que se almacena y transporta el combustible, sin ninguna medida de seguridad y poniendo en peligro a todo lo que rodea las garrafas, desde las fincas en las que se acumulan grandes cantidades de combustible, sin seguridad alguna, poniendo en peligro al vecindario, hasta la seguridad del tráfico vial cuando se transporta la gasolina en vehículos sin características técnicas para el transporte seguro de material inflamable, lo que pone en peligro a peatones y otros vehículos.
Estas furgonetas cargadas de gasolina son auténticas bombas que, en caso de accidente, pueden convertirse en una bola de fuego capaces de hacer arder lo que se le ponga por delante, constituyendo un peligro tremendo para la ciudadanía.
El problema con el que se encontraban las autoridades es que hasta poco este tráfico de combustible comportaba escasa penalidad, castigos nimios que no se correspondían con la gravedad del delito. Una de las medidas fue denunciar a los 'petaqueros' como como autores de un delito de transporte ilegal de sustancias inflamables sin cumplir las condiciones de seguridad exigidas por la normativa vigente, con lo que en principio se aseguraba un castigo a la espera de la decisión sobre el combustible.
Y por fin, a mediados de abril los magistrados de la Audiencia de Cádiz acordaron tipificar como delito el petaqueo acogiéndose al artículo 568 del Código Penal, un paso clave para cambiar la situación con el impulso de la Fiscalía Antidroga tal y como publicó Europa Sur. Esta nueva doctrina debe representar un revés para las ramas logísticas de las mafias, que venían escapando de los tribunales afrontando, en la mayor parte de las ocasiones, meras sanciones administrativas en forma de multas.
La fiscal Antidroga de Andalucía, Ana Villagómez, emitió en septiembre de 2024 una nota de servicio de carácter interno dirigida a sus colegas para que, en sus recursos y escritos de acusación, se acogieran al artículo 568 para poder perseguir penalmente el petaqueo. Con el acuerdo previo de la fiscal Antidroga de la Audiencia Nacional, Rosa Ana Morán, y amparada por la jurisprudencia establecida por el Tribunal Supremo a través de varias sentencias -respecto al almacenamiento de pólvora para la kale borroka-, Villagómez abrió desde el ministerio público una senda que logró primero la complicidad de los magistrados de la Sección 7ª de la Audiencia gaditana, con sede en Algeciras, a través de un auto.
Ese artículo 568 del Código Penal, castiga con pena de entre 4 y 8 años de prisión la tenencia o el depósito de “sustancias o aparatos explosivos, inflamables, incendiarios o asfixiantes, o sus componentes, así como su fabricación, tráfico o transporte o suministro de cualquier forma, no autorizado por las leyes o la autoridad competente”.
El valor estimado de cada una de estas petacas de 25 litros se sitúa sobre los 200 euros, 300 euros la garrafa de 30 litros dependiendo del momento y la urgencia del repostaje. Si son unos 10 / 15 euros por litro y hay incautaciones de más de 3.000 litros, se pueden hacer las cuentas de cuánto sacan las bandas que se dedican a abastecer a las narcolanchas.
Otra circunstancia que se ha unido recientemente es la presencia de un vehículo lanzadera en los cargamentos de mayor volumen, ya sea para advertir de presencia policial o para actuar de escolta, con el riesgo que ello comporta para las Fuerzas del Orden al tratarse de delincuentes dispuestos a todo -el peligro es que lancen su propio vehículo contra los de la policía para dejar vía libre al cargamento-, como bien atestiguan los arsenales de armas incautados en los últimos tiempos.
4.500 litros de gasolina en el río Guadalete
La Policía Nacional alertó en su día del incremento del ‘petaqueo’ en el río Guadalete, y es que el entorno del río se ha convertido en un nuevo punto estratégico clave de los narcotraficantes para proporcionar combustible a las narcolanchas. Se trata de una vía antes no utilizada y, por tanto, menos vigilada hasta ahora, cuando los clanes han buscado rutas alternativas. A finales de mayo se incautaron en el Guadalete 200 garrafas de 25 litros cada una, más de 4.500 litros de gasolina.
También la zona de la Sierra de San Cristóbal es otra de los preferidas junto al caño de Sancti Petri y el Guadalete. Así, desde principios de año han sido varias las operaciones contra el ‘petaqueo’ que han tenido lugar en Jerez en operaciones contra el suministro de combustible a las narcolanchas.
Una ‘guardería’ con 6.125 litros de combustible
A mediados de febrero, la Policía Nacional desarticulaba una red de petaqueros muy activos por la zona de El Puerto, Puerto Real, Jerez y Sanlúcar. La banda se dedicaba a comprar y llenar decenas de garrafas en diferentes estaciones de servicio de la zona y almacenaba las petacas en una ‘guardería’ de Jerez.
El operativo policial se saldó con tres detenidos mientras transportaban 6.125 litros de combustible, distribuidos en 245 garrafas de 25 litros cada una, en tres vehículos, uno de ellos una furgoneta de grandes dimensiones y capacidad de carga. La interceptación se produjo cuando los arrestados salían del lugar donde permanecían las garrafas en Jerez con dirección Sanlúcar, donde fueron detenidos por los agentes.
En las vigilancias llevadas a efectos por los investigadores, se pudo constatar como en días anteriores repostaron este combustible en diversas gasolineras de distintas localidades de la provincia, hasta completar la cantidad transportada.
El medio ambiente sufre los daños colaterales: combustible, plásticos y desperdicios vertidos
Estas organizaciones dedicadas al petaqueo que prestan el apoyo logístico necesario para que las narcolanchas operen en el litoral suministran, además de combustible, sino efectos náuticos necesarios para la navegación así como el avituallamiento necesario para los tripulantes y también son los encargados de facilitar los cambios de tripulación, puesto que las narcolanchas operan en el mar durante semanas sin pisar tierra, ya que las organizaciones criminales exprimen las embarcaciones, que abandonan cuando ‘revientan’. Esa es otra tónica de ‘petaqueros’ y narcos: la absoluta falta de respeto por el medio ambiente que ya se está dejando notar por el litoral y las riberas de los ríos, arroyos y canales utilizados ante la cantidad de residuos y desperdicios que estos delincuentes van dejando a su paso sin ningún tipo de miramientos: garrafas de PVC de 25 litros, combustible vertido que se pierde en el trasvase a las narcolanchas, recambios de los motores de las narcolanchas, plásticos, desperdicios y sobras de comida... Todo queda varado en las vías fluviales -Guadalete, San Pedro, Caño de Sancti Petri, además de caños y arroyos cercanos- con el perjuicio que ocasiona al medio ambiente al resultar la flora y fauna de estos parajes asaltados sin miramientos por estos traficantes de droga y sus secuaces, que además de atentar contra la salud pública atentan contra la salud del medio ambiente.
3.825 litros en un inmueble de la zona oeste
La Policía Nacional logró a mediados de marzo la incautación de 3.825 litros de gasolina almacenados en 153 garrafas de gran tamaño en un inmueble abandonado en la zona oeste de Jerez. Agentes del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC), de la Brigada de Seguridad Ciudadana, detectaron a dos individuos vestidos de negro y con el rostro cubierto en una zona de Jerez. Al tratar de identificarlos, estos huyeron a pie hasta refugiarse en un edificio abandonado, donde los agentes descubrieron el cargamento de gasolina e identificaron a cuatro jóvenes de entre 19 y 23 años, todos ellos nacidos y residentes en el distrito sur de la ciudad.
Más de 5.000 litros en un camión en una gasolinera
La Policía Nacional interceptó a finales de abril un vehículo en Jerez que iba cargado con más de 5.000 litros de combustible. Agentes del servicio de radio patrullas localizaron un camión de carga en una gasolinera;los agentes se percataron de que el conductor simulaba estar llenando el depósito cuando lo que realmente estaba ocurriendo es que otro individuo había introducido una de las mangueras del surtidor en la caja de carga trasera del vehículo y estaba descargando combustible. Así, cuando los policías se acercaron, descubrieron a esta segunda persona llenando de gasolina cinco grandes contenedores de poliester con una capacidad total conjunta de 5.000 litros de combustible.
El camión había sido alquilado horas antes a una empresa especializada del sector, los dos individuos -nacidos y residentes en La Línea- tenían antecedentes por delitos de tráfico de drogas y contra la salud pública y el conductor carecía del permiso necesario para la conducción de este tipo de camiones, vehículo que además no reunía las características técnicas para el transporte seguro de tal cantidad de material inflamable, por lo que se procedió a la inmovilización del mismo.
350 litros repostando en una gasolinera
A principios de junio y durante un dispositivo de seguridad ciudadana de madrugada, una patrulla uniformada de la Policía Nacional observó a un individuo repostando combustible en una garrafa de gran tamaño en una estación de servicios ubicada en las proximidades de un centro comercial. Al percatarse de la presencia policial, el varón interrumpió bruscamente la acción y se introdujo rápidamente en el vehículo, intentando huir del lugar de forma apresurada.
Los policías procedieron a interceptar el vehículo e implementaron las correspondientes medidas de seguridad, tras asegurar la situación, identificaron al conductor y realizaron una inspección a la furgoneta, donde localizaron varias garrafas llenas de combustible que sumaban un total de 350 litros de combustible.
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