La normalidad fue la tónica general en una jornada vivida como en todas las ciudades y pueblos de España, junto al transistor. En Jerez no se registraron incidentes dignos de mención y la tranquilidad reinó -nunca mejor dicho- en los centros y acuartelamientos militares (entonces existían varios, como la Base Aérea de La Parra).

En las sedes de los partidos políticos si hubo el lógico desconcierto y, como en otras localidades, muchos se llegaron a plantear la desaparición de algunos archivos "por si acaso", aunque sobre este asunto tuvo que pasar mucho tiempo para que se hablase con cierta tranquilidad sobre lo ocurrido y en algunos casos incluso hoy cuesta hablar de ello. 

Fueron muchas las reacciones de repulsa al intento de golpe de Estado que se hicieron públicas en Jerez. Entre ellas, empleando diferentes matices, estaban las del Partido Comunista de Andalucía en Jerez, la del Pueblo Andaluz Unido-PTA, Acción Republicana Democrática Española, el comité ejecutivo de la Confederación Libre y Autónoma de Trabajadores (CLAT), el comité federal de Jerez de la Juventud Obrera Cristiana (JOC), la asamblea de trabajadores de la Caja Rural Provincial de Cádiz, el comité de empresa de la Azucarera del Guadalete, el de González Byass y el del Banco de Andalucía en Jerez.

Una conferencia que el presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Antonio García-Pablos, tenía previsto dar en el Club de Marketing, fue suspendida por los sucesos acaecidos en el Congreso de los Diputados. En los periódicos se publicaron muchos manifiestos el día 25 en favor del orden constitucional.