El jerez en las novelas ‘rosas’ de Barbara Cartland

Prolífica y famosa autora del género romántico

Un vino distintivo de sus personajes aristocráticos

Barbara Cartland  posa ante sus libros.
Barbara Cartland posa ante sus libros.
José Luis Jiménez García

03 de febrero 2025 - 05:50

Poco a poco vamos viendo la relevancia que tienen nuestros vinos en la literatura universal -un hecho poco estudiado-, que daría para alguna que otra tesis doctoral

En este ‘rebuscar’ entre líneas nos ha sorprendido la frecuencia con la que las escritoras recurren al jerez, con sus tipos, sus diferentes usos e incluso con marcas reconocidas, en la trama de sus historias.

Esto ha quedado evidente en aquellas autoras en lengua inglesa que han publicado sus libros a lo largo del siglo XX, más concretamente en aquellas enmarcadas en el género llamado de novela negra.

La lista es amplia y con nombres muy destacados: Agatha Christie, P. D. James, Mary Higgins Clark, Edna O´Brien, Barbara Pym, Ruth Rendell, Martha Grimes, Anne Perry.

De todas ellas hemos ido dando cumplida cuenta en diferentes artículos publicados en este medio.

Del ‘negro’ al ‘rosa’

La RAE define al género narrativo de la novela rosa como una ‘’variedad de relato novelesco, cultivado en época moderna, con personajes y ambientes muy convencionales, en el cual se narran las vicisitudes de dos enamorados, cuyo amor triunfa frente a la adversidad’’.

Las novelas rosas son muy populares en los Estados Unidos y Canadá, donde es el género más vendido. La ficción rosa, llegó al 24,1 % y la ficción de misterio, detective y suspense, llegó al 23,1%. Se publicaron más de dos mil novelas rosas y se alcanzaron 51,1 millones de lectores.

En España, con la llegada de la democracia, también llegaría la traducción de novelas románticas anglosajonas, desplazando con ello a las autoras españolas. Según los datos consultados, la mayoría de las novelas románticas publicadas en el mercado de lengua castellana entre los años 1980 y 1999 han sido traducidas del inglés.

En este sentido, dos autores destacan especialmente Danielle Steel, década de los `70, y Barbara Cartland a mediados de los `80.

La autora en un evento social, años `70.
La autora en un evento social, años `70.

La dama del género

Mary Barbara Hamilton Cartland, (1901-2000) fue una de las escritoras inglesas más exitosas del género romántico que cultivó durante toda su vida. Trabajando como columnista para London Daily Express, publicó su primera novela, Jigsaw (1925), que fue superventas.

En los años 20 ya era conocida en la sociedad londinense, por su belleza, energía y fiestas, además de por su elegancia.

El Libro Guinness de los Records la reconoció como la autora con más novelas publicadas en 1976.

Incluso la reina Isabel II la condecoró como Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico, en honor a los 70 años de contribución literaria, política y social de la autora.

Catland es, sin duda alguna, una de las figuras más representativas de la literatura del siglo XX. Nacida en Lancaster, una ciudad del noroeste de Inglaterra, la escritora británica puede presumir de ser la autora más prolífica de todos los tiempos, habiendo publicado en vida 732 obras, traducidas a un total de 36 idiomas.

Portadas de sus novelas.
Portadas de sus novelas.

Pero no solo ha logrado pasar a la historia por el número de libros publicados, sino también por el rotundo éxito de ventas de sus creaciones.

Sus más de 750 millones de ejemplares fueron adquiridos por un gran número de seguidores.

Sus libros están protagonizados por jóvenes heroínas que sucumbían a historias de amor englobadas en un universo en el que imperaban el pudor, las buenas formas y la impasibilidad de los personajes femeninos ante los estímulos externos.

“Venerada, ridiculizada e igualmente adorada por el público”, tal y como resumió en su día la periodista Ellie Howard en la publicación independiente AnOther Magazine.

Barbara Cartland se especializó en historias románticas ambientadas en la época victoriana y se convirtió no sólo en un referente del género, sino que fue una auténtica celebridad en Inglaterra.

Después de su muerte en 2000, 160 manuscritos de archivo inéditos se publicaron como la Colección Barbara Cartland Pink.

Amor con jerez

De esta autora hemos hecho un somero baremo entre su vasta producción literaria, comprobando como sus ‘romances’ se adornan con continuas y variadas alusiones al jerez.

Con los tipos de vinos pasamos desde el dry, sweet y brown sherry y amontillado, al término genérico servido en un decantador; o bien como complemento a la sopa y al consomé en In Hidding (’’a superb consomé enriched wit sherry to give it extra flavour’’).

Para finalizar, de postre, con el triffle esponjado con jerez en A Circus of Love (“There was a Triffle heavily laced with sherry...’’ / Había un Triffle muy mezclado con jerez que combinaba muy bien con champán)..

Los personajes suelen beberlo a la hora del aperitivo o antes de las comidas, como en Inocente aventurera: ‘’Antes de la cena, arrendatarios más importantes, quienes estaban tomando una copa de jerez con el marqués antes de pasar al salón de banquetes’’.

Es un vino compartido entre los nobles en Un beso inolvidable, cuando Lord Royen comunica la señorita Wickham su cita para tomar jerez con el duque de York.

Dendy Sadler (1854-1923) recrea la  época de las novelas de Cartland.
Dendy Sadler (1854-1923) recrea la época de las novelas de Cartland.

Para uso medicinal en La desventurada heredera cuando a Virginia le recuerdan que “el doctor dice que el vino tinto es bueno para la sangre. ¿Y si tomaras una copa de jerez antes del almuerzo?’’.

Rematando sus cualidades reconfortantes que mejor que un amontillado, en The Trail to Love, “The excellent amontillado will soon raise your spirits and put roses in your cheeks to boot” / El excelente amontillado pronto te levantará el ánimo y pondrá rosas en tus mejillas).

Parte de la acción de El sueño maravilloso (The wonderful dream, 1993) transcurre en Andalucía, por lo que el marqués que acompaña a Claudia le hace esta apreciación sobre los sevillanos: ‘’Verá a los sevillanos fumar sus cigarros y beber copas de jerez mientras observan pasar a la gente por las calles’’.

Cultura literaria del vino

Como ya sabemos, Jerez aspira en el 2026 a ser elegida Ciudad Española del Vino, una distinción que otorga la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN).

Se pretende con ello, según los representantes municipales, “un proyecto compartido y extensible a otros municipios de la provincia de Cádiz vinculados con la cultura del vino, sumándose, además, a la hoja de ruta que se ha trazado en torno a la candidatura de Jerez 2031, Capital Europea de la Cultura”.

Jerez tendrá la oportunidad de organizar un completo programa de actividades en torno a la cultura y la historia vitivinícola propia.

Una oportunidad para celebrar ese Congreso sobre Literatura y Vino que la Fundación Caballero Bonald nunca llevó a cabo.

Igualmente, reivindicar los vínculos de Jerez con figuras de escritores de primera talla como Shakespeare, Poe, Dickens, Pérez Galdós, Blasco Ibáñez, Caballero Bonald, Palacio Valdés o Lord Byron.

Desde aquí proponemos la colocación de placas con frases escogidas con la que viajeros ilustres dejaron sentido recuerdo a su paso por la ciudad.

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