El jerez, según 'san Beltrán'

El perfil

Beltrán Domecq Williams recoge en su primer libro los misterios de la cata y la degustación

J.P.S

16 de junio 2011 - 10:20

“Mi vida desde que nací ha sido dirigida hacia ese mítico vino, me enseñaron a hablar en español e inglés al mismo tiempo, en primer lugar porque el inglés era la lengua de mi madre y su familia pero, sobre todo, porque Inglaterra era el primer país de exportación de nuestros vinos”.

De esta forma tan sencilla, como es, se presenta uno de nuestros mejores enólogos. Beltrán Domecq Williams (Jerez, 1946) desciende de muchas generaciones de productores de vinos y brandies. La tarde noche del martes presentó ante una multitudinaria audiencia en el Consejo Regulador su ópera prima, un libro con el que ha hecho realidad toda obligación del hombre en la vida: Plantar un árbol, tener tres hijos - “por los que ya he cumplido con la Seguridad Social”- y, por fin, escribir un libro. El libro lleva por título ‘El jerez y sus misterios’, un compendio de la trimilenaria enología del sherry , donde salen a flote los estudios sobre la composición del sistema de solera, los cabeceos, el proceso de envejecimiento del jerez, cómo ha de consumirse y sus distintos maridajes para acabar con el léxico específico que ha acompañado desde sus orígenes al mundo del vino de Jerez.

Arropado por responsables del Consejo Regulador, autoridades municipales y de su propia familia -su mujer Neah, su hija Inés, Christian Domecq y Lucila, condesa de Romanones-, Beltrán presentó su libro de forma sencilla, breve y sincera.

“A mis hermanos y a mí nos prometieron mis padres que, si llegábamos a los 21 años, sin haber bebido bebidas destiladas, nos darían un premio de 500 libras esterlinas, cantidad nada despreciable, y que logré obtener a base de mucho sacrificio, ya que en las reuniones de amigos y salidas nocturnas, yo era el único que bebía vino, sobre todo de Jerez; no cabe duda que una buena educación en el beber en casa es fundamental”.

“También me han acompañado las ‘memes’ -describe en el libro-. Meme proviene de la palabra griega ‘mimema’, que significa algo ‘imitado’ y que se define como un postulado de ideas culturales, símbolos o prácticas, y que se trasmiten de una mente a otra a través de la palabra, gestos, rituales u otros fenómenos de imitación. Las ‘memes’ han entrado en mí como si fuera por ósmosis, gracias a la compañía de mis padres, abuelos, tíos...”

Junto a la parte técnica, el libro está regado de anécdotas. Ésta la utilizó Beltrán la noche del pasado martes en la presentación como colofón al acto: “A los ocho años, mi abuelo Guido Williams me obligó a aprenderme de memoria en inglés esas magníficas estrofas de Falstaff de la obra ‘El Rey Enrique IV’, de Shakespeare, en que se refiere al vino de Jerez y que comienza con un ‘A good sherris-sack hath a two fold operation in it. It ascends me into the brain...’ Y acaba con la frase que, en español, dice: “Si mil hijos tuviera, el primer principio humano que les enseñaría sería abjurar de toda bebida insípida y entregarse al jerez’. Todavía la puedo recitar de memoria, ¡jamás se me olvidará!”

En palabras de César Saldaña, director del Consejo y a la sazón presentador de la obra de Beltrán, “estamos ante uno de nuestros mejores embajadores del jerez. A Beltrán le sobran autoridad y calidad para hacer este libro”.

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