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mayka merino. top model

La jerezana que conquistó a Prada

  • Con solo 19 años, la joven que ha desfilado para marcas de la talla de Dior, Chanel o Loewe cuenta cómo le ha cambiado la vida desde que Prada la lanzó al estrellato

Para Mayka Merino (Jerez, 1997), el pasado mes de febrero fue sinónimo de viajar (Nueva York, Londres, París y Milán). Cuatro semanas en la que la jerezana cumplió el sueño de muchas jóvenes: protagonizar las pasarelas de las distintas sedes de la aclamada Fashion Week desfilando para las marcas más exclusivas del mundo. Con una disciplina sorprendente para los 19 años que calza, la modelo internacional cuenta cómo le cambió la vida ser la primera española que abrió una pasarela de Prada el pasado verano.

Tanto para la joven como para sus padres, su estrellato fue algo inesperado. "Se fue a Londres para probar suerte durante 20 días un 2 de agosto, y ya no volvió", cuenta su padre, José María Merino. Cuando llegó a la capital británica, la jerezana empezó a hacer casting, "mi agencia me puso en contacto con J. W. Anderson, director de casting de Prada, Louis Vuitton y Miu Miu. Mandaron mis fotos y el último día de todos los casting fui a hacer la prueba".

A la hora de enfrentarse a la prueba, Mayka Merino asegura que "llegué y vi que era una mujer súper dura. Había niñas increíbles y me decía a mí misma que qué estaba haciendo allí. Las chicas entraban, caminaban y luego las mandaba para casa. Al ser la última, vi que solo una se quedó y cuando hice mi casting, muerta de miedo, hice el desfile en el pasillo, dije que era de España y cuando terminé me quedé mirándola a los ojos. Simplemente me dijo que por favor me quedara".

A partir de ese momento, todo vino rodado. Inmediatamente hizo una segunda prueba para el diseñador y pasó el último filtro. Era la última elegida. Al salir, su booker (persona encargada de asesorar a las modelos) le dijo que dejara de hacer casting porque había sido elegida para Prada. "Entonces mi booker me dijo que si estaba preparada para ser famosa y yo no me lo creía. No hice nada en Londres, me guardé para el desfile de Prada, al día siguiente ya me fui para Milán con cierto miedo, porque aunque Prada te confirme es como los altos diseñadores, de momento se le va la olla y te cancela en el último minuto".

Una vez en Milán vino la última sorpresa. La joven asegura que "mientras Miucca Prada me estaba probando la ropa del desfile no podía parar de temblar. Me vino hasta fiebre, son emociones demasiado fuertes que no podía procesar ni asimilar". Una vez en el backstage del desfile, que sus padres siguieron en streaming desde España, "yo pensaba que la primera iba a ser una top, una supermodelo". Hasta en el momento en que las escogidas hicieron fila cuando eran llamadas por la organización y el nombre de Mayka fue el primero. "Pensé que me moría", dice la modelo, emocionada mientras lo cuenta.

En ese momento, la jerezana hizo historia. Fue la primera modelo española que abría el desfile de la casa más reconocida en la elite de la moda, por lo que toda la prensa, tanto especializada como generalista, tomaron cuenta de este detalle. Para Mayka Merino fue un shock, "me salió alergia en la cara, erupciones, estaba de los nervios al ver todo lo que se publicaba de mí. Al director de casting el gusté tanto que me puso para el desfile de París semiexclusiva para Loewe también con Anderson, que es el director creativo y luego hice Vuitton, Miu Miu y Chanel, que no me imaginaba en la vida que lo iba a hacer". "Ahora es otra vida, es locura, locura, locura. Todo el día viajando. Es muy duro pero si te gusta...".

Todo tiene un principio. La primera gran estilista que vistió a Mayka Merino fue Paula Merino, su hermana 12 años mayor. "Cuando se aburrían, Paula cogía a su hermana, la disfrazaba y le hacía fotos", cuenta José María Merino. Ya de mayor, la misma Mayka cuenta que "para mí, hacerme fotos era una forma de evadirme. Terminaba de estudiar, me pintaba los labios y me hacía fotos. Era feliz, me sentía genial".

La primera gran oportunidad de Mayka surgió un verano mientras la familia veraneaba en Rota. "Fuimos a comprar un regalo para unos vecinos en Bijou Brigitte, vimos que la marca había convocado un concurso de modelos y mis padres me dijeron que por qué no me presentaba. Al final mandamos las fotos el último día y ¡yo tenía hasta aparato dental! Al poco tiempo, mi padre recibió un correo pidiéndole más fotos porque me habían preseleccionado, y mandamos cinco fotos más de cara y cuerpo. A los días me dijeron que había ganado y nos tuvimos que ir a Hamburgo. Allí hice esa campaña, firmé un contrato con una agencia de Alemania e hicimos dos campañas. A partir de ahí me interesó la moda porque me sentía bien detrás de una cámara, me gustaba, pero como tenía 14 años no podía ir a Alemania y si venía mi madre ya era un gasto doble. Lo tuvimos que dejar aparcado porque tampoco sabíamos por dónde iba a salir todo esto".

Aún así, su padre no se quedó contento y siguió recopilando información sobre los concursos de moda hasta que vio uno en Barcelona, Fresh Face. "Mandó mis fotos y la directora de casting me citó en Málaga. Allí quedé preseleccionada con 11 chicas y 9 chicos. Luego fuimos a Barcelona, quedé finalista y allí fue cuando la agencia que actualmente me representa me dijo si quería trabajar con ellos. Desde entonces me puse a hacer ejercicio y llevar una dieta sana para meterme de lleno en este mundo. Iba haciéndolo todo en descansos de mis estudios, como por ejemplo cuando el colegio se iba de viaje y aprovechaba para ir 5 días a Barcelona, me hacían el book o veía a clientes internacionales para que me conocieran". Al terminar sus estudios, quiso probar suerte en Londres y encontró todo lo que pudo desear.

¿Qué tiene Mayka para haber conquistado a las grandes marcas? "Al principio no me gustaban mis orejas porque las tengo para afuera y no quería que se me vieran, pero todo el mundo me decía que eran lo más, que tenía que enseñarlas más e ir con cola y moño a los casting y dije, bueno, si lo tengo que hacer... Ahora me encantan porque la gente ya reconoce que molan y que son guais. La moda busca ahora algo diferente que destacar sobre una persona. O sea, si alguien tiene unos ojos increíbles, el pelo, las orejas... Tener algo diferente creo que es la clave para triunfar. También es muy importante la personalidad, con las ganas que vayas a los trabajos. Yo cuando llego saludo a todo el mundo y hay modelos que no dicen ni hola, van a su bola y yo no soy así".

En su camino se ha cruzado con tops de la talla de Gigi Hadid o Kendall Jenner, aunque asegura que "Gigi es la que mejor me cayó, es muy cercana con las chicas nuevas". Aunque su sueño lo cumplió en Nueva York al conocer a Karlie Kloss, "era mi sueño y me puse súper nerviosa", confiesa entre risas. Tras haber desfilado para todas las mejores marcas y casas, Mayka confiesa que "le tengo un cariño especial a Prada, por haberme dado esa oportunidad, aunque también me encantan Loewe o Chanel. Desde que estoy dentro del mundo también estoy conociendo marcas que me encantan, pero esas son las que más me gustan".

Su horario, ahora, es de locura. Confiesa que lo que peor lleva es el jet lag y en sus planes inmediatos nombra países como si pueblos de Andalucía se trataran. "Si esto se me terminara siempre tendría opciones B, pero yo no quiero tenerlas, quiero que esto sea mi opción A. De momento voy a por esto", asegura la jerezana antes de valorar el trabajo de las modelos. "Para Milán, por ejemplo, te tienes que levantar a las cinco de la mañana y hacer el desfile a las diez y media. La gente se cree que luego vamos a dormir, pero siempre hay otra prueba de ropa, otro casting u otro país al que viajar. Es agotador, pero es lo que he elegido".

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