La 'joya' de Los Alcornocales

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"Es la finca soñada por cualquier amante de Los Alcornocales. Al lado de Alcalá de los Gazules y en la carretera de Patrite, totalmente apartada, pero a menos de tres cuartos de hora del aeropuerto de Jerez. Dentro, toda la fauna, los buitres, los halcones peregrinos... y se caracteriza por unas piedras de laja dispuestas como fichas de dominó que crean unos pasillos. Es algo único, una finca preciosa". Manuel Barcell, ex director del zoo de Jerez y uno de los grandes conocedores del parque de Los Alcornocales, no puede disimular la emoción cuando se le menciona La Dehesa del Carrizoso, una de las grandes joyas del parque natural. La pasada semana, la familia de Fermín Bohórquez se hizo con ella en una subasta pública celebrada, por orden de la Audiencia Nacional, en el juzgado número 2 de Chiclana. Su oferta, que no fue la única, fue la mejor. ¿El precio? Nadie quiere desvelarlo, pero estas 800 hectáreas de terrenos de labor y pasto, puro monte, están tasadas en más de 7 millones de euros.

Fuentes de la familia Bohórquez no quieren dar demasiada publicidad a la adquisición. En la puja se han encontrado con viejos conocidos, buenos amigos, y no quieren restregar su triunfo. Se limitan a decir que la finca se dedicará a lo que ha sido siempre, "cinegética, alcornoque y ganadería". Los Bohórquez son gente de la zona y quieren conservar lo que es como lo que siempre ha sido. No habrá ningún cambio.

Desde la Audiencia Nacional se confirma la adjudicación incluso con sorpresa, ya que se reconoce que se esperaba que se iría a una segunda puja, con el precio de salida rebajado. Para sorpresa de algunos aspirantes, los Bohórquez fueron a por ella con determinación. Ellos también pensaban que era la 'joya' de Los Alcornocales.

La Dehesa del Carrizoso es un elemento secundario de una compleja batalla judicial que se remonta a los inicios de los 90, dentro del caso 'KIO', que acabó con la estrella de uno de los triunfadores de los 80, Javier de la Rosa, aliado con el petróleo kuwaití, y que arrastró a conocidos nombres del mundo de la empresa. Uno de ellos fue el diplomático Manuel Prado y Colón de Carvajal, fallecido el pasado diciembre, amigo personal del Rey. La relación de Manuel Prado con el caso KIO fue el llamado caso Wardbase, por el cual cobró 11 millones de euros del Grupo Torras, al parecer sin conocimiento de los kuwaitíes. De la Rosa aseguró que los kuwaitíes conocían el pago de esa cantidad y que era una retribución por la mediación de Prado entre España y Kuwait tras la invasión de Iraq. Prado, por contra, afirmaba que él nunca supo que ese dinero venía de Torras, sino que era un pago de De la Rosa. Prado, por éste y otros casos, ingresó en prisión en 2004 y puesto en libertad poco después por razones de salud. Fue un humillante final para el que había sido hombre clave en la Expo y que había creado la Fundación contra la Drogadicción.

La Audiencia Nacional reclamaba a Prado más de 92 millones de euros de principal más los intereses, una cifra astronómica que la subasta de fincas como El Carrizoso, adquirida en los 70 a una conocida familia jerezana, no enjugarían, por lo que , tras la muerte del diplomático, se le embargaron dos pisos más, uno en Madrid y otro en Sevilla. Hasta el final, el empresario Fernando Satrústegui, cercano a Manuel Prado, intentó salvar El Carrizoso, afirmando que era de su propiedad, algo que la Audiencia nunca consideró creíble. El capítulo final se vivió el pasado 11 de febrero en Chiclana. La joya del parque ya tiene nuevo dueño.