La tercera sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial contra Pedro Pacheco, José López y Manuel Cobacho por el denominado 'caso de los asesores' se erigió ayer en una radiografía del 'Jerez de los pactos' del periodo de transición entre los gobiernos del nacionalista y la llegada al poder de los socialistas de la mano de Pilar Sánchez. No en vano, salió a relucir que los encuentros que José López mantenía con miembros del Gobierno socialista de la ciudad se celebraban en bares y cafeterías tales como 'El Camino del Rocío' (al lado de la Audiencia) y el popular bar 'Rody' de la plaza de la Asunción. Se trató, evidentemente, de un reflejo 'chusco' de la política local de dicho periodo en el que PSOE y PSA intentaban entenderse cuando estaba claro que más temprano que tarde el pacto saltaría hecho añicos.

La sesión judicial de ayer fue eminentemente técnica. Es decir, fue tediosa y aburrida, si bien no faltaron momentos especialmente llamativos protagonizados especialmente por las defensas, que literalmente se tiraron al cuello de sus adversarios de bancada cuando intentaban (con toda lógica) arrimar el ascua a sus propósitos.

Los testigos que pasaron por allí fueron personas relacionadas con la Gerencia Municipal de Urbanismo y las empresas públicas Emusujesa (suelo) y Xerez 21 Speed Festival (gestora del fallido intento de dotar a Jerez de un parque comercial y de ocio en torno al mundo del motor).

Los abogados defensores de Pacheco, López y Cobacho llevaron al estrado al socialista Luis Flor, que fuera asesor del PSOE entre junio de 2007 y abril de 2010. Llamó la atención que dicho testimonio resultara finalmente tan positivo como negativo para los intereses de la defensa. Supuso un avance a la hora de demostrar que José López sí hacía algo y que si cobraba era por algo, pero puso en entredicho la forma en la que lo hacía. El socialista dijo que antes de ser asesor, cuando era coordinador de Servicios Turísticos, mantuvo "reuniones de trabajo" con el asesor López en las cuales trataban de numerosos asuntos tales como "preparar promociones para la ciudad" entre las que se encontraba Speed Festival o eventos tales como "la presencia de Jerez en Fitur" o la organización de la feria de vinos Vinoble. Cabe recordar que el delegado de dichos asuntos en el Ayuntamiento por entonces era Francisco Lebrero. "En dichas reuniones se le pedía orientación", atestiguó Flor junto antes de dar a conocer que dichos encuentros se celebraban en lugares tales como bares. "¿Bares?", se le preguntó. "Sí, bueno, cafeterías...", respondió. "En el despacho no teníamos reuniones", aseguró Flor, que a diferencia de López sí tuvo despacho, en este caso en la sede de Promoción de la Ciudad en la avenida, cuando una vez roto el pacto se erigió en asesor político de Pilar Sánchez (junio de 2007).

Dichas reuniones de barra, café y tostada solían celebrarse a la hora del desayuno, asegurando Flor que se trataba de una "práctica habitual" en aquellos años de pacto de gobierno. Si se hacía así era "para agilizar" el trabajo. De dicho encuentros no quedó constancia por escrito o en cualquier otro soporte.

El testimonio de Luis Flor no fue bien recibido por la acusación particular, ejercida por el Ayuntamiento a través del conocido abogado Juan Pedro Cosano quien, literalmente, le echó en cara a Flor que siguiera viéndose con López e incluso que éste último le propusiera integrarse en las filas nacionalistas. La aseveración de Cosano provocó que la defensa saltara como empujada por un resorte y que la presidenta de la sala, Lourdes Marín, impidiese cualquier tipo de respuesta diciéndole al testigo que no había lugar a tal cuestión, que no respondiera, y que si lo hacía "diga usted sí o no, me da igual porque no se va a tener en cuenta". La tensión en esos momentos fue evidente. Palpable. Cosano sostuvo además que cuando Luis Flor decía buscar a López para pedirle datos de Speed Festival dicho proyecto estaba ya más que enterrado.

En el lado negativo de los intereses de la defensa estuvo que Flor reconoció al tribunal que su nombramiento como asesor "se produjo en Pleno", que "tenía horario" , un lugar donde trabajar, elaboraba informes y que cobraba "algo más de 2.000 euros", la mitad más o menos de lo que se presume que cobraba López de Speed Festival. Buena parte de estos aspectos están siendo discutidos precisamente en la Audiencia de Jerez desde el pasado lunes.

Un punto especialmente destacado fue también que Flor reconoció al tribunal que cuando se reunía con López sabía que lo hacía con un asesor de Pacheco en Speed Festival "porque me habían llegado comentarios", algo que entra en conflicto de forma directa con las afirmaciones realizadas el pasado martes por la exalcaldesa Pilar Sánchez, que aseguró que supo de dicha situación una vez roto el pacto político. Resultó incomprensible para los presentes que Pilar Sánchez asegurara no saber que José López era asesor cuando una de las personas que ella misma nombró asesor de su Gobierno por el contrario sí lo sabía.

De opinión muy similar fue Antonio Fernández Vera, funcionario jubilado y secretario del consejo de administración de Xerez 21 Speed Festival. "Yo sabía que López estaba como asesor político. Pilar Sánchez tuvo que saberlo antes... por sentido común", testimonio que nuevamente puso en entredicho el desconocimiento alegado por la exregidora. Igualmente señaló que debería de haber visto el nombre de José López Benítez en el famoso impreso 190 (acerca de las retenciones realizadas a favor de Hacienda en Speed Festival).

A la hora de describir el pacto político dijo que si algo caracterizaba aquel tiempo era la "vigilancia recíproca que se realizaban mutuamente" Pacheco y Pilar Sánchez.