La lectura más importante que nunca

EDUCACIÓN

La lectura más importante que nunca
La lectura más importante que nunca
Carta A Padres Y Madres

12 de junio 2012 - 01:00

ESTIMADAS madres y estimados padres… y, por qué no, estimados titos y abuelos: nuestros queridos pequeños están asistiendo a un momento histórico de tremenda importancia en el que se conjuga la revolución de las nuevas tecnologías y la crisis de un sistema que, claramente, se ha puesto a favor de los poderosos y en contra de todos los demás.

De aquí se podrá salir airoso, con un nuevo orden social basado en la justicia y la igualdad… o se seguirá en una situación de consumismo envolvente que esclaviza, ya que el principal valor es "tener". Y para eso la televisión e Internet son dos enemigos que tenemos que saber controlar: sabiendo leer.

La imagen se les aparece como la más importante transmisora de mensajes y es asumida sin sentido crítico, como si de una verdad irrebatible se tratara. La publicidad continua en televisión, los que más gritan en los debates, las mentiras que los políticos quieren convertir en verdad a base de salir en pantalla muchas veces diciendo lo mismo… o, por otra parte, cualquier web en la que se entra que también contiene publicidad, que disminuyen sus textos en pro de imágenes con rótulos y que, como vehículo de mensajes, están sin contrastar y no ofrecen experiencias con la que desarrollar un espíritu crítico sino, por el contrario, se pretende hacer simples consumidores de lo que se les eche.

Por ello hoy más que nunca se necesita formar a personas críticas y exigentes, y un mecanismo eficaz es leer. Para ello es imprescindible que pierdan el miedo y la creencia de que leer es tedioso, difícil, aburrido, exclusivamente escolar, improductivo… y todo eso que se les quiere hacer creer para que no den el paso formativo que puede hacerles libres y autónomos. La escuela ha de asumir su parte pero será infructuosa si la familia no trabaja también en la misma línea.

Nuestra recomendación de partida es que, desde pequeño, se les vaya formando una biblioteca personal en su propia habitación (un mueble, una estantería) con los libros que se les empezará leyendo, que solos releerán, y con los nuevos libros que poco a poco se les vayan comprando, elegidos por ellos en una visita conjunta a la librería (con un buen consejo, que no todo vale). Hacerlos lectores es hacerlos más libres y críticos. Una inversión realmente rentable y con cuyo "fondo" nadie podrá especular, lo que sí podrán hacer con su ignorancia.

José García Oliva. Experto en literatura infantil y juvenil.

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