Imagen de una de sus pinchadas.

Todo comenzó con un arroz al mediodía. Un grupo de colegas coleccionistas de vinilos, y sus familias, se reunían cada cierto tiempo para pinchar discos y disfrutar el plato, o ambos platos, valga el juego de palabras y el placer por la gastronomía y la música. Se hacían llamar 'Tardes de gloria', ahora son 'De Gloria Selectores'. 

"Los coleccionistas de discos nos conocemos de toda la vida y llevamos mucho tiempo en esto, pero la verdad es que en Jerez sacábamos poco los discos a pasear. En otras ciudades sí hay más cultura de la pinchada en vinilo. Tras la pandemia, teníamos muchas ganas de hacer cosas y, con eso de estar medio encerrados, pudimos ahorrar algo. Las colecciones de discos pegaron un subidón importante. Decidimos quedar primero entre nosotros en el bar de un amigo, La Leyenda, en la avenida Lola Flores. La segunda vez se nos fue de las manos de gente. Animados, decidimos llevar las pinchadas también al centro, en Algarabía y La Librería, todas con lleno absoluto", cuenta Miguel González Márquez, uno de los fundadores. 

Se han venido arriba y ya tienen elaborado un calendario de pinchadas para los próximos meses. La siguiente será este sábado, 30 de julio, en el bar Algarabía (calle Algarve), desde las 20,30 horas, con 'Road to funk', música de los 70 con latin groove, rock steady y soul & funk. Una cita en la que habrá poca mezcla, y sí una buena selección de discos, "todo vinilos, esa es la ley", subraya Miguel, que recuerda que el vinilo está en alza, "pero es muy complicado ser joven y tener una buena colección de vinilos. Son caros, y más los vinilos clásicos, que son los que nos gustan a nosotros. Internet he revolucionado el conocimiento acerca de los discos y ya nadie vende uno bueno por dos pesetas. Ya se sabe lo que valen". 

Cartel de la cita de este sábado.

En casa de Miguel se han comprado discos, "pero igual que en cualquier otra casa, no se ha coleccionado. El primero que lo hace soy yo". González, que roza los 40 y es padre de un hijo, se dedica a la planificación urbana, "que es lo que me da de comer y me permite comprar discos, pero no tiene nada que ver con la música". Se reconoce "culo inquieto y activista cultural", trabaja también en la producción de espectáculos de flamenco, entre otros frentes. Apunta que pronto llevarán su afición a espacios públicos de la ciudad, aunque no puede adelantar nada más aún.

Tras la cita de este sábado, a finales de agosto volverán a La Librería y el 24 de septiembre, Día de la Merced, desde mediodía, realizarán una pinchada en La Leyenda y regresar así al formato inicial de 'Arroz al plato', "que es el origen de toda esta historia: degustación y música en familia (niños incluidos) y para todo el que quiera acercarse, donde se escucharán sonidos negros antiguos y rock clásico". 

En otoño, el staff de selectores y cocineros llevarán el gran arroz a Sevilla, donde están hermanados con otros club similar, miembros que también se suman a las fiestas jerezanas. Estará abierto a todos: "cuanta más gente se aficione a la buena música, mejor".