"Diversos estudios apuntan que el riesgo de sufrir un accidente de tráfico aumenta el 70% cuando llueve. Solemos decir que es más peligroso conducir con lluvia, pero la clave no está en que el asfalto esté seco o mojado, sino en la reducción de la visibilidad que se produce. Y ahí tiene un papel determinante el estado en el que llevemos el limpiaparabrisas y las escobillas". Lo recuerda la DGT en su útil revista digital, donde se habla en profundidad del uso y mantenimiento de estos elementos. 

De esta forma, para garantizar una correcta visibilidad de la carretera, la DGT recimienda cambiar los limpiaparabrisas de nuestro coche cada seis meses o, como mucho, cada año.

“Y para una correcta eficacia, su depósito de agua debe estar siempre lleno, siendo recomendable mezclarla con productos que ayudan a mejorar la limpieza –en zonas muy frías es recomendable agua con un producto descongelante–. Actualmente, también existen repelentes del agua que hace que las gotas resbalen. Además ayudan a que los insectos y la suciedad se adhieran menos al cristal”, añade la revista digital de la DGT. 

Hay que tener en cuenta también que un cristal demasiado sucio o en mal estado (con grietas o arañazos peligrosos) puede ser motivo de sanción, 200 euros, aunque no supone una rebaja de puntos en el carné de conducir. Y es que la mayor parte de las multas relacionadas con un mal estado del parabrisas tienen que ver con la visibilidad del mismo. 

Consejos de la DGT para eliminar el hielo del parabrisas

Rellenar el depósito de líquido del limpiaparabrisas con un producto específico que contenga anticongelante.

Evitar que se forme hielo en el parabrisas

Existen muchos trucos caseros más o menos eficaces, como frotar el cristal con una patata pelada, rociarlo con una mezcla de agua y vinagre, etc. Lo más práctico, sencillo y limpio es cubrir la luna con un cartón o una manta (que será necesario sujetar con los brazos del limpiaparabrisas y las puertas delanteras). De este modo evitaremos la formación de hielo y también que las escobillas del limpiaparabrisas se queden pegadas al cristal. 

Para eliminar el hielo de forma eficaz, la DGT recomienda arrancar el motor, conectar la calefacción con el ventilador al máximo y dirigir el flujo del aire hacia el parabrisas; usar un producto descongelador, rociar el parabrisas con alcohol, rascar el hielo que se ha adherido al cristal con una rasqueta de plástico, pero en caso de no disponer de una, se puede utilizar la caja de un CD o cualquier tarjeta o carné de plástico; y retirar también el hielo de los faros: en coches con faros halógenos, debería bastar con encender las luces durante un tiempo. Pero las modernas tecnologías de iluminación o los halógenos con un diseño que separan mucho la parábola del cristal protector, requieren que retiremos el hielo a mano.