La línea 18, al menos, divide opiniones
El estreno no acaba con el pesimismo de la plaza de abastos pero deja esperanzas en Esteve y Doña Blanca · Los retrasos no subieron de cuatro minutos · "Tres de cada cuatro usuarios no saben ni qué bus coger"
"El gran problema ha sido y es la falta de información. Entre que el Ayuntamiento apenas ha informado y que mi empresa (Cojetusa) ha hecho lo que buenamente ha podido, lo real y cierto es que tres de cada cuatro usuarios de los autobuses urbanos no tiene ni repajolera idea de qué autobús tienen que coger, ni de dónde se tienen que subir, ni de dónde le van a dejar". Así se expresaba ayer un conductor de la concesionaria del transporte público.
Tras el vehículo que conduce aparece la flamante línea 18, que muestra en su 'display' frontal la siguiente leyenda: 'Picadueñas- Mosto-Esteve'. "La verdad es que la línea está teniendo bastante aceptación. Ahora mismo (entorno de las 12,15 horas en la plaza Esteve) estamos en torno a un 50% de las plazas ocupadas, que no está nada mal. No sé si el cartel frontal ha influido en algo, pero aquí los usuarios más contentos han sido los de Picadueñas, que están encantados. Por contra, en Las Torres no se está viendo el mismo tirón", dice el chófer.
Mientras habla el conductor, a unos metros de distancia un inspector de Cojetusa consigue a duras penas apuntar en los pliegos que porta las horas a la que llegan los autobuses a su estación 'términi'. Le cuesta serio trabajo porque más que un inspector para las usuarias del transporte público él es una especie de un informador callejero. En apenas unos minutos se puede comprobar cómo las preguntas se repiten: "¿Dónde se coge el 11? ¿El 5 pasa por la barriada de Los Pinos? ¿Oiga, falta mucho para que pase el próximo 6?".
Una de las quejas más habituales ayer en torno a la nueva línea 18 radicó en el tiempo que tarda en dar toda la vuelta. Los comerciantes de la plaza de abastos no entienden que llegue a tardar más de una hora en dar la ronda. Desde Cojetusa restan importancia a la crítica ya que "la única persona a la que podría importarle un dato como ese es aquella que desee dar una vuelta entera para distraerse". Los datos, puros y duros de la nueva línea, hacen ver que los autobuses de la 18 tardan 48 minutos en completar el recorrido en el entorno de las 7 a las 8 de la mañana, pasando después a un ritmo de 1 hora y 5 minutos en el entorno del mediodía. Evidentemente, el tráfico se dispara y frena la velocidad del transporte público. Pese a ello, el ritmo de espera no es especialmente malo en Esteve en torno a las 12 horas, ya que cada 20 minutos pasa un autobús de la referida línea.
Ayer, día del estreno, los retrasos no fueron especialmente espectaculares, ubicándose éstos entre los +4 y los -4 minutos, es decir, hubo vehículos que se colaron hasta antes de la hora prevista en la terminal de Esteve.
Ayer, la plaza de Doña Blanca ofrecía un ambiente más animado. La opinión era compartida por Concepción, la veterana florista de la puerta del Mercado Central de Abastos, que reconocía que "la cosa, sin estar para tirar cohetes, está más animadita. Sólo hay que echarle un vistazo a la plaza. Hay más gente que días atrás". Por el contrario, en el interior de la plaza de abastos las opiniones son radicalmente distintas. En el puesto de Pablo Guerrero, el presidente de los comerciantes de este tradicional centro de ventas, su esposa considera que las ventas siguen sin alcanzar las cotas anteriores y hace públicas las quejas de "mis clientas de Estella, que en una semana ya están hartas del servicio que les presta Linesur. Yo tengo multitud de clientas de esta pedanía y las estoy perdiendo a todas. Además, la gente del Polígono sigue sin tener buenos enlaces".
En la sala del pescado no está el portavoz de este singular gremio, Manuel Flores, que ayer se sintió indispuesto. Pese a todo, la 'pregunta del millón' es respondida por los comerciantes con un balanceo de cabeza y la siguiente frase: "Échale un vistazo a los mostradores", que están repletos.
¿Será la crisis? ¿Serán los autobuses? ¿Serán la crisis y los autobuses? Lo cierto es que ayer en La Vega había que pedir permiso para pasar. "Pero ya verá cómo está esto esta tarde. Te lo dijo yo: vacío", se lamenta el propietario, Juan Coronil.
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