manuel parrilla. guitarrista

"Mi tío dejó el listón muy alto, y yo tengo la responsabilidad de seguir sus pasos"

  • El jerezano presentará la próxima primavera su primer disco ' Pa mi gente', un alegato a la guitarra flamenca de concierto y que ha sido producido por el también tocaor Juan Requena

Como a otros muchos guitarristas de su tierra, a Manuel Fernández Gálvez 'Manuel Parrilla' (Jerez, 1967) le ha llegado la hora de dejar su propio legado. Después de años acompañando a grandes cantaores y arropando el baile de artistas como Joaquín Cortés o La Tati, el jerezano lanzará su primer trabajo discográfico durante la próxima primavera. 'Pa mi gente', como le ha titulado, pretende ser un alegato a la guitarra flamenca de concierto y una especie de recorrido por su amplia trayectoria como tocaor.

-Cuéntenos desde cuándo tiene esa idea de disco en la cabeza...

-Llevaba ya bastante tiempo lo que pasa es que no había encontrado un momento ni un sitio en el que yo estuviera tranquilo. Tú sabes lo que es grabar un disco...Hasta que encontré a mi amigo Juan Requena, también guitarrista, que se ha portado muy bien conmigo y ha producido el disco. Lo hemos hecho en su casa, en su estudio, y hemos hecho lo que hemos querido. También ha puesto su granito de arena Óscar Lago, a los dos les estoy muy agradecido.

-¿Ha quedado como quería?

-Yo tenía una idea pero cuando te metes en el estudio la cosa cambia porque te das cuenta que esta falseta aquí no pega, que ésta sí. Ahí es cuando al final estructuras las cosas y vas viendo lo que sirve y lo que no. Por ejemplo, aquí pega que toque mi hermano Juan, aquí mi hermano Bernardo...

-¿Y qué tipo de trabajo buscaba? ¿Comercial o tradicional?

-Es un disco básicamente de guitarra flamenca. Tiene algunas colaboraciones en dos temas, pero el hilo principal es la guitarra. Hoy en día es difícil hacer un disco solo con guitarra, ya no porque lo compren sino porque a la gente le cuesta escuchar la guitarra sola. Eso lo hace Paco de Lucía y alguno más, pero pocos. Son diez temas. Hago un par de bulerías, toco por soleá, por bulería por soleá, rondeña, minera, una seguiriya que está dedicada a mi tío Manuel, unos fandangos de Huelva...

-Usted tiene ya grabados varios discos, pero éste es el primero en solitario. ¿Es distinto el estudio cuando el trabajo es propio?

-El estudio es una experiencia bonita pero también es duro porque estás grabando y un día tienes una sensación buenísima. Luego, al otro día lo escuchas y ya no te parece lo mismo. Al final te vuelves loco. Yo en cuanto lo terminé no me he traído ni un tema pa Jerez, lo he dejado allí para mezclar y lanzarlo.

-(...)

-Los discos es mejor terminarnos y no escucharlos, porque si no, seguro que lo que has grabado lo harías de otra manera y entonces nunca terminarías. Como dice el maestro Paco, 'cuando el trabajo está hecho hay que dejarlo y pasar a otra historia'.

-¿Y por qué ha tardado tanto en grabar su primer disco?

-Uno se tiene que meter a grabar un disco cuando alcanza una cierta madurez como guitarrista. Está claro que con la guitarra siempre estás aprendiendo, pero llega un momento, sobre todo como en mi caso que llevo casi toda la vida tocando la guitarra, que lo necesitas.

-Dicen que el primer disco es tan necesario como el DNI...

-(Risas) Todo el mundo me dice que el primer disco de un guitarrista es importantísimo, por eso he tardado tanto en hacerlo (risas). La verdad es que me siento identificado con el resultado y el disco que he hecho, porque si haces una cosa que no sientes, te engañas a ti mismo. Es un error hacer un disco para que la gente le guste pero que a ti no. Estoy satisfecho aunque siempre te quedas con cosas y piensas 'lo podía haber hecho mejor', pero eso es así, un disco nunca es perfecto.

-Entonces lo veremos pronto en la calle...

-La idea, si Dios quiere, es que esté en la calle en primavera y me gustaría presentarlo en Jerez durante el verano. Sí he cerrado ya alguna fecha para Bilbao, Madrid, Barcelona....Ahora es cuando viene lo bueno.

-¿Por qué 'Pa mi gente'?

-Porque está dedicado a toda mi familia . Además, hay dos temas un poco especiales que he querido dedicar a Fernando Terremoto hijo y a Moraíto. Los demás a mis hermanos, a mi padre, a mi compañera, a mi hija, a mi familia en general.

-Supone mucho la familia para usted por lo que veo...

-Sí, es lo más grande. Por eso en el disco he querido que se refleje todo eso, desde chiquitito cuando vivía en la calle la Sangre, donde tengo recuerdos de mi abuela Juana, a la que dedico el tema, 'Mumá Juana', a las vivencias que he tenido con ellos. Ahí está todo.

-¿Se siente usted un abanderado de la guitarra de Jerez?

-No, yo no me siento abanderado de nada. Sí que tengo la responsabilidad de seguir con lo que dejó mi tío Manuel (Parrilla), que en ese sentido dejó el listón muy alto. Al menos tengo que intentar estar a la altura de él. Llamarse Parrilla implica muchas cosas, y si me centro en el disco hay mucha expectación, al menos eso me dicen los compañeros porque también empecé a grabar, después me paré un poco, en fin, las cosas. En ilusión no me gana nadie.

-¿Qué ha sido para usted Parrilla de Jerez?

-Cuando he tenido que hablar de mi tío Parrilla he intentado ser lo más objetivo posible desde la perspectiva de la música y creo que mi tío Manuel fue un genio.

-Un genio y un maestro para usted, ¿no?

-Por supuesto, soy un privilegiado porque aparte de la familia que vengo, con mi tío Parrilla y mi padre, me crié con Moraíto, con Periquín y con esa generación de artistas como El Torta, Capullo...Yo incluso llegué a tocarle a Tío Borrico, era muy chiquitito. De hecho hay una foto que va en la contraportada del disco. Uno se fija, al menos al principio, en mucha gente, pero luego vas adquiriendo tu propia personalidad. El guitarrista se va haciendo poco a poco.

-¿Y le ha pesado en algún momento de su carrera llevar ese nombre?

-La verdad es que no, para mí no ha sido una responsabilidad llamarme Parrilla y venir de la familia que vengo, al revés, me ha abierto muchas puertas. Yo toqué mucho con mi tío, desde que tenía nueve años iba con él a los sitios y eso me sirvió de mucho, para mí era algo natural. Ahora quizás, con el paso del tiempo quizás empiece a pesar, pero no es algo que llevo bien.

-¿Qué parte de culpa tiene su padre en su actual profesión?

-Mi padre tiene toda la culpa del mundo. Por él soy guitarrista. Él me obligaba desde niño y ahora le estoy agradecido. Me cantaba y hasta me hacía los replantes de los bailaores. He aprendido muchas cosas de él.

-Su padre ha defendido siempre el valor de la guitarra gitana, ¿qué opina de eso?

-Eso es natural porque el que nace gitano, toca gitano, simplemente porque es gitano. Es como el gitano torero, que tiene algo especial, puede torear mejor o peor, pero es diferente. De todas maneras, hay muy buenos tocaores que no son gitanos, hoy día hay mucho nivel en todo.

-Se fue a Madrid muy joven pero siempre ha mantenido el toque de su tierra, ¿le ha costado mucho?

-Sí que cuesta. Me he llevado allí 20 años, y siempre he intentado no perder el aire de Jerez. No es fácil porque conoces a mucha gente y a muchos músicos distintos, pero en mi época también había mucha gente de Jerez en Madrid y la verdad, yo me venía pa cá en cuanto podía. En el año venía unas cuantas veces, primero para ver a mi familia y luego para no perder la esencia de aquí. De todas formas yo pienso que con eso se nace y eso se lleva siempre, lo demás es aprender de unos y de otros.

-Ha recorrido el mundo con compañías como la de Joaquín Cortés, ha acompañado a Morente, a Mercé, a Poveda, a La Macanita..., ¿cuesta trabajo hacer un disco solo de guitarra?

-Mira, a mí me encanta acompañar y además es lo que he hecho desde que empecé, pero en el disco aparece otro Manuel Parrilla, aparece el Manuel Parrilla concertista. Esa faceta es difícil, aunque a veces depende. Cada cosa tiene su dificultad porque el cante también tiene lo suyo. Todo se va mejorando a base de tocar, a base de acompañar a cantaores y a base de equivocarte, que también cuenta.

-Porque para acompañar, ¿se tiene que saber de cante?

-Eso es fundamental. A mí sí me gusta el cante, y soy de los que pienso que para acompañar te tiene que gustar el cante, si no, es imposible. Cómo sabes si el cante tiene un tercio más, si lo tienes que esperar...Te tiene que gustar.

-¿Cuesta más trabajar hoy en día que cuando se fue a Madrid?

-Cada día cuesta más y quieras que no, una guitarra sola no es capaz de reunir en un teatro a mil personas. Lo hacen algunos, pero pocos. Cualquier cosa lo llena antes que la guitarra, que se quiera o no sigue siendo minoritaria. Para hacerlo tienes que meter baile o cante. Aquello que hacía Sabicas en su tiempo y Rafael Riqueni, que ha sido el más reciente, ha pasado a la historia.

-Al menos usted tiene una baraja amplia de artistas que le llaman para que le acompañe...

-Sí, en ese sentido no me quejo. Además, nunca me gustó tocarle siempre a un sólo cantaor, es bueno tener varias opciones y yo gracias a Dios he podido trabajar con Niña Pastori, con Poveda, con José Mercé, con La Macanita...De todos se aprende.

-Antes habló usted de El Torta, que desgraciadamente nos dejó hace días. ¿Qué mala época para el flamenco de Jerez, no?

-Mala no, malísima. Se nos están yendo grandes artistas. Yo tuve la suerte de empezar con todos ellos hace treinta años y es como si se fuera parte de ti. Tuve muchas experiencias en todos ellos desde Moraíto a El Torta y Fernando Terremoto.

Manuel Parrilla toca la guitarra con el cuadro de su abuelo Tío Parrilla, de fondo.

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