La llegada del fin de semana aumenta el número de acampados

Por tercer día consecutivo, cientos de personas volvieron a concentrarse en la plaza del Arenal desde las ocho de la tarde para reivindicar un cambio político y social dentro del llamado Movimiento 15 de Mayo.

Unas 600 se dieron cita, jóvenes, no tan jóvenes, familias y jubilados y, al igual que en las jornadas precedentes, los partidos políticos -PP y PSOE sobre todo- y la banca fueron el blanco de las críticas. Al comienzo de la concentración se leyeron varios manifiestos para, posteriormente, comenzar de nuevo las protestas y la cacerolada.

Así y todo, los 'indignados', como ya se les conoce, ya habían 'tomado' la plaza del Arenal la noche del jueves, cuando una treintena de jóvenes plantaron sus sacos de dormir y sus tiendas de campaña bajo unos toldos colocados entre las palmeras de la plaza. A media noche, unas 100 personas participaban en una asamblea que se prolongó varias horas y en la que acordaban qué propuestas llevar a cabo en jornadas venideras.

Manuel, uno de los jóvenes que pasó la noche en el Arenal, destacaba ayer "el buen ambiente y los momentos tan buenos que hemos pasado con las personas que se paraban para hablar con nosotros y con las cuales hablábamos de cómo vemos la situación política actual". Manuel afirma que "dormir hemos dormido poco, porque nos acostamos a las cuatro de la mañana y a las seis hacía un frío que pela".

Al mediodía había ambiente de preocupación entre los jóvenes después de conocer la decisión de la Junta Electoral Central de que se suspenderían todas las concentraciones a partir de la medianoche de ayer viernes.

Sin embargo, ya entrada la tarde los ánimos cambiaban. Desde Madrid llegaban noticias de que en Sol la Policía Nacional anunciaba que no desalojarían la acampada siempre y cuando no se produjeran incidentes. Esto y la llegada del fin de semana favorecía un mayor número de personas acampadas en el Arenal, en torno a las 100.

Joaquín, portavoz de prensa de los 'indignados', indicaba durante la concentración que "en caso de que la Policía al final pidiera que desalojáramos, realizaríamos una resistencia pacífica en virtud del artículo 21.1 de la Constitución sobre el derecho de reunión". Sobre si este movimiento se desarrollará más allá del 22-M, fue claro. "Por supuesto. Esto es 'sine die', hasta que veamos que se producen cambios".

Por otra parte, llamó ayer la atención cómo se están volcando buena parte de los ciudadanos con este movimiento y con sus integrantes. Así, muchas personas no dudaron en acercarse hasta el campamento para llevarles comida, agua y todo lo necesario para hacer más agradable su estancia. Tanta comida les llevaron que "estamos viendo que la vamos a tener que mandar al Salvador", señalaba un acampado que iba repartiendo helados entre los presentes. "Nos los ha traído una señora y como no los regalemos se nos van a derretir aquí".

Al cierre de esta edición, la concentración se desarrollaba con normalidad y sin incidencias.