"He llegado a soportar 48 grados en la sombra"

17 de agosto 2008 - 01:00

La jornada de César comienza a las ocho de la mañana, cuando el sol ya ha salido pero aún no ha desprendido todo su calor. Trabaja a jornada intensiva durante todo el año, de tal forma que a las tres de la tarde ya ha finalizado su tarea.

Lleva dedicado a la construcción desde hace ocho años y asegura que "es un trabajo duro, sobre todo cuando toca trabajar a pleno sol". Cuando las obras se realizan dentro de un edificio, el calor se soporta mejor ya que la ventilación de la casa alivia un poco las temperaturas que se registran en la calle. César comenta que las peores horas se dan entre las nueve y media y las diez de la mañana. "He llegado a soportar temperaturas de hasta 48 grados". Ante esto, la única solución es hidratarse o cobijarse en la sombra. "Hay que beber mucha agua y protegerse la cabeza con algún gorro".

El trabajo de albañil es uno de los más duros en verano, el cuerpo llega a soportar temperaturas muy altas y la deshidratación puede aparecer en cualquier momento. "Además puedes quemarte por los rayos de sol si estás muchas horas expuesto". Pero cada maestrillo tiene su librillo y para evitar los efectos del sol, César procura "darle la vuelta". Y aclara que "si tenemos que estar en alguna fachada donde sabemos que a determinadas horas el sol dará por ahí, lo que hacemos es trabajar en otro asunto y cuando dé la sombra nos metemos de lleno en esa pared".

stats