Ayuntamiento Nuevo plan de saneamiento financiero dentro de un programa de viabilidad a largo plazo

El mandato de los pactos 'engordó' el déficit municipal en 184 millones

  • Los 'ayuntamientos paralelos' han supuesto que sólo Consistorio y GMU aumentaran sus deudas entre 2003 y 2007 un 54 y un 37,7%, respectivamente · Las arcas municipales necesitarán unos 25 años para recuperarse

Fueron sólo cuatro años, apenas 48 meses, pero quizás ese relativamente breve periodo de tiempo ha sentenciado la economía municipal para, al menos, las próximas seis legislaturas. Es el tiempo que el plan de saneamiento, aprobado esta misma semana en pleno y que será complementado con un plan de viabilidad a largo plazo, estima que será necesario para recuperar la estabilidad y el equilibrio financiero del Ayuntamiento. "Hasta 2003, la situación era razonablemente difícil, pero no más que en el resto de grandes ciudades del país; desde ese momento no hay una visión global del Ayuntamiento y, claro, la inestabilidad política es sinónimo de inestabilidad económica", explica Cornelio Vela, director general de Política Fiscal y Financiera. A lo que agrega: "Los números cantan y, evidentemente, ahora se ha vuelto a esa situación de 'normalidad' en la gestión, pero arrastrando todo lo derivado de esos cuatro años nefastos, plagados de despilfarro y ausencia de miramientos económicos". Los 'ayuntamientos paralelos' de esa etapa, primero con el pacto PP-PSA y luego con la alianza PSOE-PSA, han supuesto un incremento brutal del endeudamiento local focalizado especialmente tanto en el Ayuntamiento matriz como en la extinta Gerencia Municipal de Urbanismo, organismo autónomo que controló durante una legislatura completa a sus anchas el ex alcalde y antiguo líder andalucista Pedro Pacheco. En conjunto, entre las dos 'administraciones' incrementaron el déficit municipal en 184 millones de euros de deuda generada en cuatro años. A ellos, habría que sumar los 'números rojos' de muchas de las empresas municipales, lo que en el global representa la actual deuda cercana a los 600 millones de euros del holding Ayuntamiento.

En el caso del Consistorio, sus deudas a corto y largo plazo crecieron en esos años un 54%, pues pasaron de un saldo negativo de 290,58 millones de euros liquidado en 2003 a una 'roncha' de 449,31 millones contabilizada en 2007, momento en el que concluyó el mandato y se dio paso a la mayoría absoluta del PSOE. En el caso de la GMU, poco menos que se convirtió en un segundo Ayuntamiento entre 2003 y 2007. Prueba de ello fue que su deuda pasó de 66,69 a 91,85 millones, un 37,7% más. El personal de Los Arcos se duplicó en apenas dos años con decenas de contratos, mientras que el remanente de tesorería para gastos generales (el resultado de enfrentar el patrimonio con las deudas) creció de 16,9 millones de euros 'en rojo' a un negativo de 90,73 millones. Obviamente, de esos polvos, estos lodos.

Como consecuencia de todo lo anterior, Vela reclama ahora un pacto económico municipal que cuente "con el máximo consenso posible, ya que todos los grupos, en mayor o menor medida, son responsables de la situación actual; y todos, por tanto, deberían ser responsables, sin que signifique entregar cheques en blanco, de encauzar una situación que, por otra parte, se extenderá durante varias legislaturas en las que puede haber alternancia política". De momento, tras apelar a la corresponsabilidad política, de lo que se ha encargado el 'cerebro' económico municipal ha sido de "trazar una senda económica a recorrer, por qué números hay que caminar; y éstos son a los que hay que llegar con las concreciones de las siete medidas presentadas".

A juicio de Cornelio Vela, el objetivo principal del escenario macroeconómico de los próximos años debe ser "parar la deuda y generar ahorro para pagar la deuda que se debe". "No hay más magia en las finanzas que no sea ahorrar para pagar lo que se debe", enfatiza. En este sentido, las previsiones del "realista" y "coherente" (al menos en sus números; la práctica ya se verá) nuevo plan de saneamiento pasan por ahorrar entre 15-20 millones de euros entre este año y 2015, con el requisito ineludible de no subir los impuestos y no dinamitar la paz social en el seno del propio Ayuntamiento a base de despidos. El plan de saneamiento financiero, además, se ajusta a la actual coyuntura de crisis y, por ejemplo, en su escenario previsto se 'congelan' los ingresos en los dos próximos años. A partir de 2012, coincidiendo con las previsiones macroeconómicas que se manejan a nivel mundial, se observa un crecimiento constante del 3% en las cantidades que se estima ingresar mediante impuestos directos e indirectos, tasas y precios públicos, subvenciones corrientes e ingresos patrimoniales.

Lo realista del nuevo plan, abunda Vela, también se detecta en el apartado de gastos. Hasta tal punto, que entre este año y 2011 se prevé un recorte en el capítulo de personal (1) de 7,34 millones de euros, aunque luego se mantiene constante los dos años siguientes e incluso se incrementa en 2014, algo lógico si se tiene en cuenta que la ciudad también crecerá en los años venideros, al igual que los servicios públicos que habrá que prestar. El recorte en el controvertido capítulo 1 vendrá, básicamente, de reducir sueldos, "en los componentes variables en los que se puedan reducir", y en las prejubilaciones voluntarias de personal a partir de los 60 años, alrededor de 300 'censados' en el Consistorio, según detallan los sindicatos.

La reducción progresiva del gasto corriente entre 2009 y 2015 también es moderada, sobre todo, al dejar claro que "ya no hay despilfarro". "Tenemos que tener en cuenta -asume el director general- que hay gastos que al final se tienen que producir todos los años y que no son fáciles de recortar: alumbrado de Feria siempre vamos a tener, y exposiciones, e inversiones de reposición y mantenimiento". Lo que plantean los números del programa para sanear las cuentas es que entre este año y el que viene el gasto corriente y los servicios se reduzcan en algo más de dos millones de euros y posteriormente se mantengan constantes hasta 2015. "Conseguir ahorrar unos 17 millones en seis años no es poco, lo que pasa que se le ha perdido la vergüenza a los euros; en estos momentos es muy difícil conseguir la reducción de gastos", remacha Cornelio Vela.

Otra de las grandes líneas de actuación encaminadas al ahorro pasa por la reestructuración de las concesionarias del Ayuntamiento. "Tenemos que estudiar conjuntamente una manera más eficiente de prestar los mismos, o mejores, servicios; se llama reingeniería de procesos y gastar menos no significa dar menos servicios o que éstos sean peores", desgrana. Algo parecido ocurre con la revisión de las tasas y precios públicos, y la adaptación de ambos al coste real. "No significa aumentar la presión fiscal", deja claro Vela. "Hay tasas que están por debajo del coste del servicio y otras por encima, si se invierte esto se puede conseguir ahorro", apostilla.

Con todo, si el primer gran objetivo de este nuevo plan de saneamiento es garantizar que en los próximos seis años se podrán devolver los 3,2 millones del nuevo préstamo formalizado esta misma semana para pagar a más de un centenar de proveedores -en virtud del RD 5/2009 de medidas excepcionales para que los ayuntamientos enjuguen sus deudas-, no cabe duda que el gobierno municipal ya tiene muy presente la fecha de 2012. En ese momento comenzará la amortización del préstamo sindicado de 72 millones que se firmó hace un par de años con seis entidades para cambiar deuda comercial por deuda financiera. Es decir, que la deuda se mantuviese con la banca, no con los proveedores. El coste de esta operación aparecerá en tres años. Los pasivos financieros, así lo pone de manifiesto el cuadro macroeconómico del plan, pasarán de 1,6 millones en 2011 a un aumento de 8,87 millones. Una cantidad destinada a los bancos que exige apretarse al máximo el cinturón desde ya para no provocar el colapso en esa fecha.

"Hay que hacer un sacrificio importante al principio, pero al final dará sus frutos; el margen de actuación en la Hacienda Local es muy reducido, pero somos optimistas y, por ejemplo, la entrada en vigor del PGOU debe dinamizar la economía, al igual que las distintas inversiones que se anuncian", comenta. Sea como fuere, Cornelio Vela insta a los grupos a que "dejen al margen el debate político del económico; las recetas para ahorrar no dejan margen a la confrontación". "Ojalá todo fuese tan fácil como reducir asesores", admite en última instancia.

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