Los marcianos no existen
La Casa Blanca ha negado esta semana que haya evidencias de vida extraterrestre. No sabía yo que Obama fuese tan amigo de Iker Jiménez. Con la ilusión (desde niño) que me hacía que los marcianos del planeta Plutón -al que han descendido recientemente a segunda división- me abdujeran durante unos cuantos meses reteniéndome a mesa y mantel en la galaxia Andrómeda. O que se produjera una invasión alienigena pacífica de Jerez y que los tripulantes de los platillos volantes se pusieran morados de mosto y ajo campero en las ventas, compraran abrigos en la tienda de Antolín, un coche a Romero-Haupold y llenaran los pasillos del Ikea. Pero yo, al contrario de Obama, estoy seguro de que existen criaturas en una galaxia muy lejana y, sobre todo, que están forrados de billetes, porque a mí nadie me explica, y a cinco millones de parados, dónde está escondido el parné. ¿O es que tampoco existe el Triángulo de las Bermudas?
También te puede interesar
Contenido ofrecido por Consorcio de Bomberos de Cádiz