"La mentira del ERE", según el PSOE
Lebrero asegura que no es necesario despedir a nadie en el Ayuntamiento, acusa a Pelayo de prácticas "estalinistas" y ensalza la gestión de la anterior alcaldesa
El portavoz municipal socialista Francisco Lebrero cargó ayer contra el ERE municipal con una batería de datos que, tal y como dijo en varias ocasiones, conforman lo que él denominó como "la gran mentira del ERE municipal". Comenzó el ex delegado municipal de Fomento aportando cifras que en su opinión el Gobierno local calla "porque no los quiere dar a conocer". Señaló, eso sí, que los datos que demuestran que el Ayuntamiento de Jerez no necesita un ERE no les fueron facilitados, "por lo que estos fueron tomados a papel y bolígrafo en los servicios de secretaría. Si hay algún fallo es que nos hemos equivocado al escribirlos", dijo a los periodistas.
Lebrero hizo un recorrido histórico sobre las causas que provocan la decisión de realizar un despido de trabajadores en el Ayuntamiento. Apuntó que "la primera gran mentira del gobierno" del PP en Jerez fue "hablar de falta de recursos económicos cuando desde la Diputación Provincial, José Loaiza, su presidente, dejó claro en el segundo semestre de 2011 que se habían transferido al Ayuntamiento 36,6 millones de euros", una cantidad que a juicio del socialista dejaba sin efecto y sin razón los impagos de nóminas que afectaron a la plantilla municipal durante varios meses. "Los retrasos no tenían razón de ser", dijo este portavoz político.
La "segunda gran mentira", según Lebrero, fue el número de trabajadores que prestan sus servicios en el Ayuntamiento. Recordó que pidieron "una auditoría de personal" y acto seguido aportó datos que reflejan, según el PSOE, que Jerez tiene en la actualidad un total de 1.332 trabajadores municipales sin incluir a los funcionarios. Según Francisco Lebrero cuando más se contrato fue en 2003, cuando 128 trabajadores entraron a prestar sus servicios en el Ayuntamiento mientras gobernaba el Partido Popular "y acto seguido en 2004 se vuelve a contratar de forma importante (82 contratos)".
Una de las cargas de profundidad de Francisco Lebrero llegó en un comentario en el que acusó al gobierno local de realizar despidos de forma partidista. "Esos más de 200 contratados (en 2003 y 2004) siguen y no han sido incluidos en el ERE", acusando al partido que dirige la alcaldesa en Jerez de realizar una "purga" en el Consistorio. Francisco Lebrero apuntó igualmente a las acusaciones del PP acerca de la pésima gestión que desarrolló el PSOE mientras gozó de mayoría absoluta durante cuatro años en la ciudad.
En base a una serie de cifras sacadas de los registros, el portavoz del PSOE municipal indicó que "el resultado presupuestario ajustado" tuvo un déficit de 28 millones de euros en 2009, de 16 millones de pérdidas en 2010 y de un superávit de 3,3 millones en 2011", año en el que el PSOE abandonó el gobierno local tras perder las elecciones la exalcaldesa Pilar Sánchez.
Aseguró Lebrero que por los datos anteriormente expuestos "no hay condiciones económicas que justifiquen el expediente de regulación de empleo en el Ayuntamiento". Máxime si se tiene en cuenta, argumentó, "que echar a 300 empleados a la calle ha supuesto un gasto de 4 millones de euros (la gestión del mismo)". "Se han metido en un jardín -apuntó el portavoz socialista- del cual ya no saben salir. Se han liado con sus propias mentiras".
El tono de Lebrero fue subiendo hasta convertirse en realmente duro: "El gobierno local le está metiendo fuego a la ciudad", dijo, llegando a apuntar que "con tanto humo ya no ven las barbaridades que están haciendo".
El tono guerracivilista fue utilizado por Francisco Lebrero al apuntar que "el 36 (en alusión a la fecha de inicio de la Guerra Civil) ya pasó", así como que "ya no tiene que haber más valles de los caídos" y acusar al gobierno de María José García-Pelayo de vivir "de unas nostalgias del pasado, de una melancolía de unos tiempos que ya no deben volver".
La andanada de Lebrero contra el gobierno local llegó a utilizar también a algunos hitos de la izquierda, como el de un conocido dictador ruso: "En Jerez no se pueden hacer purgas pues no estamos en los tiempos de Stalin", no sin antes, y ampliando el espectro al panorama nacional, acusar al Gobierno del Estado de "estar "releyendo la Constitución y causando un daño muy grave a la sociedad".
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