Dos miembros de los Matasiete, en el banquillo

El fiscal pide 5 años para uno por vender droga y siete para el otro por reincidencia

Noemí González / Jerez

14 de noviembre 2008 - 01:00

Cinco y siete años de prisión es la pena a la que se enfrentan dos miembros del conocido clan de los 'Matasiete', uno de históricos vinculado en Jerez con la venta de drogas tanto en el polígono de San Benito como en la barriada del Carmen. En esta ocasión se sentaban en el banquillo dos hermanos, un hombre con las iniciales de J.R.F., para quien se piden cinco años de cárcel y una mujer, A.R.F., a la que se le solicita una pena mayor por reincidente. De hecho, se encuentra cumpliendo actualmente una condena de cuatro años y medio de prisión por un delito similar. Lo curioso, es que pese a esa evidencia -la trajeron hasta de prisión-, la mujer señaló que no había vendido droga nunca ni en su domicilio ni fuera de él.

Una cosa muy diferente fue lo que dijeron los policías, tanto locales como nacionales, que intervinieron en esta operación que se desarrolló a finales del verano del año pasado en la calle Bandera. Uno de ellos fue muy explícito, ya que era el que se encargaba de la vigilancia directa de esa casa. "Los dos acusados se ponían a eso de las nueve de la noche a tomar el fresco e iba viniendo gente que apenas estaban unos minutos con ellos. Hay veces en las que entraban en su casa por algo y otras hacían intercambios en la misma puerta. Ella se sacaba un bolsito del pecho y el comprador le dio un billete de 50 euros", afirmó refiriéndose a un intercambio determinado. Previamente el acusado, J.R.F., había dicho que no vivía allí y que sólo iba puntualmente "a asearme y hacer mis cosas. Nos están acosando, me han parado más de una vez y sé que me siguen cuando voy en coche".

El resto de policías, del Grupo de Investigación de la Policía Local y Estupefacientes de la Nacional, intervinieron bien interceptando compradores o bien en el registro que hicieron en un domicilio y en el que se halló una balanza de precisión. El testimonio de algunos de esos compradores puede resultar bastante esclarecedor para el caso, ya que uno de ellos fue muy explícito en la descripción del acusado. Llegó a afirmar ante la policía que en la ocasión en la que lo detuvieron, le vendió la droga una mujer, pero que otras veces se la ha vendido un hombre". Sus características físicas coincidían plenamente.

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