"Es el momento de repensar qué quiere ser la Asociación"

En enero de 1998 Rafael Padilla vivió una noche mágica. El día 5 subió a una carroza para encarnar al Rey Melchor y desde entonces su vida siempre ha estado ligada a Sus Majestades de Oriente. Desde el pasado 17 de octubre, Padilla González, catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Cádiz, ostenta la presidencia de la Asociación de Reyes Magos de Jerez, tomando el testigo de José Arcas.

-Ha cumplido nada menos que 18 años como miembro de la asociación, ¿qué recuerda de sus primeros pasos?

-Desde que cumplí mi función de Rey Mago me incorporé a la asociación y prácticamente enseguida entré en la junta directiva. Recuerdo el entusiasmo que teníamos entonces y el trabajo magnífico que ha hecho siempre José Arcas, al que le tenemos que estar muy agradecido porque ha mantenido la luz durante mucho tiempo.

-Aquella noche en la que encarnó al Rey Melchor, ¿la tiene aún presente?

-Sí, es que es un día único. Un día que para mí y mi familia es inolvidable. Hay algunos que dicen que la experiencia no es tan buena, y otros que como yo la entienden como una de las mejores experiencias de la vida. Las sensaciones que yo tuve ese día todavía soy capaz de sentirlas en la piel, las recuerdo como si fuera hoy mismo. Deja una huella imborrable cuando uno lo vive con esa intensidad y a mí me pasó.

-Tras su paso en la vicepresidencia, ahora le toca nada menos que presidirla. ¿Qué momento vive la asociación?

-Creo que es el momento de repensar qué quiere ser, decidir qué somos. ¿Somos sólo un apoyo a los Reyes Magos que van ejerciendo las funciones cada año? ¿Debemos verla complementada con otras funciones durante todo el año? ¿Tiene que tener un matiz solidario no sólo con los Reyes Magos sino con otros colectivos de la ciudad? Es un tema que está abierto y yo no lo voy a decidir. Estoy aquí para abrir el debate, para procurar que participen cuanto más Reyes Magos mejor y para que ellos decidan qué quieren que sea la Asociación y cuál es su futuro.

-¿Qué significa para usted presidir esta entidad?

-Me lo he tomado, y así lo expresé a la junta directiva, como una presidencia a corto plazo, dos o tres años máximo. Lo que quiero es que la asociación se asiente, que consiga ampliar su base lo más posible y que defina de manera democrática su finalidad. Una vez que se ponga en marcha, abandonaré la escena y dejaré paso, como siempre he hecho, a los más jóvenes.

-¿Qué retos cree que tiene sobre la mesa en los próximos años?

-Hay muchas opiniones y no quiero influir en el debate. Yo participo como presidente sólo para repartir juego, como he hecho en otros tantos ámbitos de mi vida, y dejar que la gente se exprese libremente y llegar a un consenso final. Cualquier punto de vista me parece positivo, puesto que no es poco ayudar a los Reyes Magos, enseñarles cómo lo hemos vivido, transmitirles nuestra experiencia, guiarles por dónde pueden ir, qué pueden hacer... Eso no es poco. ¿Pero es poco con respecto al año completo? Pues igual también hay que tener presencia en otros ámbitos. La decisión no es fácil. Merece la pena reincorporar a Reyes Magos que se han alejado de la asociación, abrir un debate y determinar qué queremos ser de mayores.

-¿Qué consejo le ha dado José Arcas para esta nueva etapa?

-Pepe y yo tenemos caracteres muy distintos. Él es un hombre muy divertido, muy abierto, muy simpático. Yo soy más reservado, más diplomático y tenemos dos formas distintas de llevar las cosas. El consejo que me ha dado, que es fundamental, es que continúe con la luz de los Reyes Magos y ese es mi afán, que esto no se extinga sino que se engrandezca y que además consiga definir el camino que debe seguir.

-Ya conocemos a los Reyes Magos del próximo 5 de enero (Fernando Andrés López, Salvador Espinosa Rodríguez y Gema García-Bermúdez). ¿Qué es lo que le ha transmitido para ejercer de Sus Majestades?

-Tanto José Arcas como yo coincidimos en decirles -durante el tradicional almuerzo que la entidad tiene con los elegidos- que ellos son soberanos, que se pueden organizar como quieran, pero que sobre todo deben darse cuenta de que es una ocasión única, tienen que vivirlo a tope. Van a tener un mes y medio de locos, van a dejar de ver mucho a sus familias, van a llamar a muchas puertas y el día de la cabalgata van a tener una orgía de sensaciones que tardarán semanas en asimilar. Pero les aconsejamos que lo vivan a fondo, que lo vivan además con toda la ilusión del mundo, porque uno no puede transmitir la ilusión si no la tiene. Además, creo que los tres son magníficos Reyes Magos.

-En estos últimos meses del año se concentra el trabajo de las personas que encarnarán a Sus Majestades en enero, pero también -y hasta ahora- la labor de la asociación.

-Hay un calendario más o menos establecido, pero debo decir que nuestro trabajo empieza antes. Hemos tenido la comida con los Reyes Magos y a partir de ahora tenemos el funeral por los Reyes Magos fallecidos (como Fermín Bohórquez y Antonio Páez Lobato), la comida de la asociación, una misa de pastores, la presentación de Sus Majestades, la tradicional cena de los Reyes Magos con carácter benéfico, la visita a las carrozas y finalmente el acompañamiento a la ofrenda final de la cabalgata. Somos buenos pajes (ríe).

-Así como aquella Navidad de 1998, entiendo que ésta también será diferente por su nuevo cargo.

-Esta Navidad tengo más responsabilidades, pero tengo una magnífica escuela. Procuraré hacerlo todo con la mayor dignidad, transmitiendo además un mensaje que creo que es muy importante, y es que no se puede olvidar que es una fiesta religiosa. Es verdad que también se ha convertido en una fiesta laica, pero tiene un origen religioso que conviene no olvidar. No podemos olvidar el sentido de la fiesta, el por qué de la fiesta y así lo transmitiré en los actos que intervenga.

-De cara ya a ese día de la Ilusión, ¿qué recuerdos tiene de la noche de Reyes cuando era niño?

-Tan importante es para mí esta fiesta, que el primer recuerdo que tengo conciencia de tener es de la noche de Reyes. Era muy pequeño, tres o cuatro años, vivía con mis padres en la calle Medina, había un patio y recuerdo llegar de ver la cabalgata y mi padre, que se había 'despistado' por los tenderetes, compró cuatro o cinco juguetes que se meneaban. Me volví loco en el patio buscando uno, otro, no paraba en ninguno... Mi madre me decía que simplemente corría de uno a otro y ese sentimiento lo recuerdo. Y lo recuerdo como el primer recuerdo de mi vida, fíjese qué importante es para mí la noche de los Reyes Magos.