"Me voy a morir porque no puedo pagar la medicación del corazón"

Carlos Abril Abril, de 56 años, llegó a Jerez hace varios años procedente de otra ciudad de Valladolid. "Monté dos negocios, pero me fueron mal y más con la crisis". Percibió una ayuda de 420 euros, que ya se le ha acabado. Pero gasta más de cien euros mensuales en la farmacia pues padece una grave dolencia del corazón. Ha sufrido ya dos infartos por tener el colesterol disparado por herencia genética.

"Me voy a morir porque no puedo pagar la medicación", dice Abril, que añade que "desde 2002 no sé qué me he gastado en medicamentos". La Seguridad Social sólo le cubre algunos fármacos alternativos, los populares genéricos, pero él tiene que tomar otros de elevado precio. "Ahora tomó, entre otros, Plavix, que con receta me cuesta 23 euros. Y he tomado Cardyl , que valía hasta 55". El parado, que está pendiente de intentar percibir otra ayuda, se pregunta porque si "padezco una enfermedad hereditaria para toda la vida por qué no subvencionan los medicamentos". Dice que junto a esas pastillas tiene que tomar a diario otro cóctel de medicamentos que va consiguiendo con la ayuda de algunos amigos, que le prestan dinero. El pasado 26 de junio sufrió el segundo infarto.El cardiólogo que lo trató "me regaló una caja, con 90 pastillas, de uno de esos medicamentos caros. Hasta ahí. "He ido al Ayuntamiento, al ambulatorio, al asistente social, al Defensor del Ciudadano... Nadie me da una respuesta. Me siento mal y humillado, porque yo sí he cotizado y trabajado". Dice que el único que se ha interesado verdaderamente por su enfermedad y su caso es el Defensor del Pueblo Andaluz.

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