El consumidor paga hasta un 600% más por los alimentos
Movilizaciones por el futuro del campo
El precio medio de venta al público cuadruplicó en enero al que perciben los productores l
El sector exige poner límite a la “especulación” por parte de “intermediarios que no hacen nada”
El campo de la provincia calienta motores para la tractorada y el corte de carretera convocados por las organizaciones agrarias (Asaja-Cádiz, Coag-Cádiz y UPA-Cádiz) junto a las cooperativas agroalimentarias el próximo 18 de febrero en Villamartín. Calienta motores, no así los ánimos, que bastante caldeados están ya entre los agricultores y ganaderos por la situación crítica que atraviesa el sector tras años de pérdida de rentabilidad que les ha llevado al límite, como indica el lema de las movilizaciones a nivel nacional emprendidas el pasado 28 de enero: ‘Agricultores al límite’ (#AgricultoresAlLimite).
Los bajos precios que perciben los agricultores son la causa principal de los males que arrastra el sector, sobre el que pesa como una losa la caída de rentas próxima al 9% del último ejercicio, la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y de los costes de producción, las guerras comerciales como los aranceles de EEUU y el veto ruso por causas ajenas, el ‘Brexit’ o el anuncio de recortes de los presupuestos comunitarios para el campo.
“Todos los cultivos están mal” y "hay mucho hartazgo por los ataques injustificados que sufre los agricultores de todos lados y que vienen de lejos”, indica el presidente de Asaja-Cádiz, Pedro Gallardo, quien a modo de ejemplo de la situación “insostenible” del sector, alude al caso de los cereales, que de pagarse a 450 euros/tonelada hace ocho años ha pasado a 240 euros, casi la mitad, mientras que la uva de vinificación del Marco de Jerez, cuya superficie de viñedo se ha reducido de 20.000 a 6.500 hectáreas, “es prácticamente la peor pagada de España”.
Salvo el aguacate, que apenas ocupa unas mil hectáreas en la provincia y está bien pagado, el resto de cultivos y sectores –algodón, arroz, ganadería...– venden a pérdida, es decir, por debajo de los costes de producción, sostiene Gallardo, no sin recordar que, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la alimentación representaba el 55% del gasto de las familias españolas en los años sesenta, pero a día de hoy, sólo el 15% es para alimentos y el resto se destina a segunda vivienda, vacaciones, coche...
El establecimiento de precios mínimos en origen por encima de los costes de producción es una de las principales reivindicaciones del sector, que reclama precios justos basados en la cadena de valor. El presidente de Asaja-Cádiz aboga por establecer los precios de abajo arriba con absoluta transparencia y trazabilidad para no dar pie a la especulación. “En la cadena alimentaria hay intermediarios que ni siquiera tocan los cultivos y se llevan gran parte del pastel; hay que poner límite al beneficio de estos intermediarios que no hacen nada”, señala, y cita nuevamente el caso del cereal, “que está a la mitad de precio pero el pan ha subido, luego alguien está especulando”.
El Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos (IPOD) que elabora la organización agraria COAG da cuenta del desfase entre lo que pagan los consumidores y lo que percibe el agricultor, con puntas en algunos productos que llegan a superar el 600%.
El último IPOD, correspondiente al mes de enero de este año, refleja que el precio de origen de los alimentos se cuadruplica hasta que llega al consumidor, con un diferencial de 4,43 veces en los productos agrícolas y de 3,10 veces en los ganaderos.
Los casos más sangrantres de enero en las producciones agrícolas se dan en la patata, con un precio en origen de 0,17 euros/kilo frente al 1,25 euros del precio en destino (+635%) y la cebolla, 0,20 frente a 1,44 euros (+620%).
Otros cuatro cultivos superan el 500% entre lo que llega al agricultor y lo que paga el consumidor: repollo, de 0,19 a 1,25 euros; ajo, de 0,82 a 5,36 euros;naranja, de 0,25 a 1,60 euros;y mandarina, de 0,32 a 1,95 euros.
El aceite de oliva virgen extra fue el único producto por debajo del 100% entre el coste en origen y destino, ya que según el IPOD, pasó de 2,10 a 3,80 euros.
Entre los productos ganaderos, la palma se la llevó la ternera de 1ª, por la que se pagó al productor 3,95 euros/kilo frente a los 15,84 euros de venta al público, mientras que la docena de huevos medianos se situó en el otro extremo, con un repunte del 65% entre los 0,85 euros que fueron a parar al bolsillo de los productores y los 1,40 euros que desembolsó el consumidor final.
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