El estudio analiza los datos en función del sexo y en este sentido se observan diferencias significativas en cuanto a la forma en que se produjo el accidente ya que las mujeres han sufrido siniestros en mayor medida por alcance posterior tanto con el vehículo parado como con éste en movimiento. Además han padecido cuatro veces más accidentes por frenazos sin colisión que los hombres. Estos, por contra, han tenido más accidentes por colisión frontal, colisión lateral, salida de vía y atropellos.

Los autores del informe también resaltan diferencias a tener en cuenta en lo que respecta al lugar que se ocupaba en el vehículo en el momento del siniestro. Los hombres son mayoritariamente los conductores y también peatones, mientras que las mujeres iban como copiloto, ocupaban un asiento posterior o eran pasajeras de un autobús.

Respecto a los días que hombres y mujeres estuvieron afectados por el traumatismo, los hombres estuvieron más días impeditivos, mientras que las mujeres acumularon más días no impeditivos, pero ambos sexos estuvieron los mismos días de media en rehabilitación (27,6).

Al considerar la profesión de los accidentados se encuentran diferencias entre quienes conducían el automóvil: la mayoría se dedicaba a actividades manuales, seguidos de los desempleados, tónica que se repite entre quienes ocupaban la posición de copilotos, así como entre los conductores de motocicletas. En cambio la mayoría de los que ocupaban el asiento posterior en el automóvil accidentado eran estudiantes y amas de casa. Los estudiantes también son mayoría entre quienes viajaban como acompañantes en motocicletas, seguidos de los desempleados. Y entre los que sufrieron un accidente como pasajeros de un autobús la mayor parte eran amas de casa y uno de cada cuatro , estudiantes. Los pensionistas representan, por otro lado, el 24,1% de quienes sufrieron accidentes como peatones.