Mercedes rodríguez. presidenta de manos unidas jerez

"No necesitamos más comida, necesitamos gente comprometida"

  • La nueva presidenta de la delegación jerezana tiene claro que continuará con la línea seguida por su antecesor y afirma: "Podemos acabar con el hambre"

Mercedes Rodríguez se encontraba realizando el Camino de Santiago, a través de la ruta portuguesa, cuando se enteró que había sido designada como nueva presidenta de la delegación de Manos Unidas en la Diócesis de Asidonia-Jerez. Con sus hijos ya crecidos, ahora tiene tiempo para dedicarse a ayudar a los demás.

-¿Cómo accedió al cargo?

-Domingo tenía que dejar su cargo de presidente. Había que hacer unas elecciones y una campaña y me preguntó que si yo tenía tiempo. Respondí que sí. Luego, en la votación salí elegida alrededor de mayo o junio. Me había ido a hacer el camino desde Lisboa. Salí por mayoría porque nadie más se presentó. Yo había comenzado en verano del año anterior en Manos Unidas porque siempre me había llamado la atención. Comencé a actuar acudiendo a los colegios, las parroquias, visitando las subdelegaciones. He ido aprendiendo poco a poco de él y ahora este verano, que empiezo como delegada, lo que hago es venirme aquí para ver la documentación porque en septiembre tienen que ir llegando los distintos proyectos que nos gustaría hacer y toca analizarlos.

-¿En qué proyectos le gustaría centrarse una vez tomadas las riendas?

-Todavía no lo sé. En temas de mujer, de niños... No te puedo decir qué proyectos vamos a elegir todavía porque los estamos mirando. Este año hicimos cuatro, tres en África y uno en Centroamérica. Uno era la rehabilitación de personas con ceguera, otro en Mozambique, que fue la capacitación de las estructuras de internet para educación, otro fue la construcción de un comedor escolar y otro en Nicaragua con el simple proyecto de canalizar agua. Ya te digo que, ahora mismo, como llevo poco tiempo, no te puedo decir en qué proyecto nos podemos centrar. Cada uno de los que acogemos guarda tantísima riqueza que no te podría decir cual queremos para esta campaña. Estamos en ello, mirando todo lo que está llegando. Cada uno tiene tanta alma y tanto corazón y encierra tantas necesidades que no te podría decir.

-Pero, ¿cuál es su intención ahora que es presidenta de la delegación jerezana?

-Nuestro lema desde que empezamos es acabar con el hambre. Y nos referimos con hambre a todos los aspectos relacionados con el déficit de necesidades básicas que tienen las personas; en todos los aspectos: dignidad de la mujer, de los niños que no pierdan su infancia, no hay suficientes hospitales... Se centran en temas tanto agrícolas como sanitarios. Mi lema y mi aportación es poner un granito de arena para poder acabar con el hambre. Si me preguntas si creo que puedo acabar con el hambre, yo creo que sí, por eso estamos aquí todos los miembros de Manos Unidas, que en esta diócesis somos 69 y 708 socios. Esa es mi inquietud y mis ganas para poder aportar con un granito de arena.

-¿No es todo ello un poco utópico? ¿De verdad piensan que pueden acabar con el hambre?

-Claro que podemos y creemos que podemos erradicarlo, si no esta lucha no tendría sentido. No solo del hambre, sino en todos los aspectos. Nuestra campaña de este año dice: "No necesitamos más comida, necesitamos más gente comprometida". Ese el lema de este año.

-¿Y cómo puede aportar esta gente comprometida? ¿Qué líneas de trabajo van a definir?

-Manos Unidas tiene dos líneas de trabajo: dar a conocerse y denunciar la existencia del hambre y otra es reunir medios económicos para financiar todos estos proyectos. Toda persona que quiera ayudarnos puede hacerlo con donativos, con tiempo, también es verdad que tenemos colecta anual en las parroquias... En la web pueden encontrar el número de cuenta o si quieren pueden acercarse por la iglesia de Capuchinos -a quienes estamos muy agradecidos por cedernos este espacio-. El que quiera puede aportar. Volviendo a lo de antes, Juan Pablo II dijo que teníamos la paradoja de la abundancia: "Tenemos alimento para alimentar al mundo entero y sin embargo existe el hambre". Incluso el Papa Francisco comentó que esto es un escándalo.

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