El uso de nombres propios como marcas de vinos de Jerez es una tradición arraigada en el Marco,

práctica secular que en muchos casos se empleaba para recordar a un miembro de la familia bodeguera en cuestión, como ocurre con el fino 'Tío Pepe' de González Byass, dedicado a un pariente del fundador de la bodega, y en otros para honrar a un personaje ilustre, como más recientemente hizo esta misma bodega con el lanzamiento del palo cortado 'Leonor', dedicado a la primogénita de los Príncipes de Asturias.

Ya sean acompañados de la nomenclatura familiar -'Tío'-, del tratamiento de cortesía -'Don'-, o en solitario -entre los que por poner un ejemplo de la misma bodega figura el oloroso 'Alfonso'-, los nombres propios acompañan a los caldos jerezanos desde el inicio de su comercialización, hasta el punto de servir de seña de identidad de una denominación de origen, que consumidores de otros países identifican gracias a la marca privada.

Al hilo de esta tradición, o sana costumbre si se prefiere, Aecovi-Jerez decidió cambiar de estrategia hace un par de años para incorporar el uso de nombres propios a sus vinos, en este caso para la gama completa de los distintos tipos de jereces -fino, oloroso, amontillado, cream...- que inicialmente salieron al mercado hace siete años bajo la marca propia 'Alfaraz' para luego ser rebautizados con el nombre de 'Alexandro', al que de forma más reciente se unió su nuevo hermano 'Santiago'.

Tras su apuesta inicial por 'Alfaraz' -caballo utilizado por los árabes en la caballería ligera-, la 'cooperativa de cooperativas' decidió dar un vuelco a su estrategia y, desde el respeto a la tradición centenaria del Marco de Jerez, recurrió al uso del nombre propio, al que despojó de los clásicos 'Tío' (Pepe, Mateo, Diego, etc) o 'Don' (José), para dar una imagen más actual.

De esta forma, Aecovi-Jerez puso en el mercado en 2010 'Alexandro' y, hace apenas unas semanas, 'Santiago', vinos seleccionados a partir de las soleras de las cuatro cooperativas que conforman Aecovi-Jerez (Jerez, Chiclana, Chipiona y la Vitivinícola Sanluqueña) o directamente elaborados por el personal propio con que cuenta la cooperativa de segundo grado.

La gerente de Aecovi-Jerez, Carmen Romero, reconoce que el tema de las marcas, de los nombres de las marcas, fue un problema añadido a la hora de salir directamente al mercado. "Teníamos vinos con grandes soleras procedentes de nuestras cooperativas, pero no con grandes nombres, por lo que apostamos por una imagen moderna, actualizada, tanto en las etiquetas como en los mensajes que queríamos lanzar. Como nuestros vinos van básicamente a la exportación, desde el comienzo nos dimos cuenta de que los nombres españoles funcionan bien al menos en cuanto a la rápida identificación del producto. En definitiva, creo que estamos consiguiendo una identidad propia basada en una imagen actual con el apoyo de nombres españoles", concluye.

La evolución de las ventas y la expansión de 'Alexandro' dan la razón a la cooperativa -la grafía con 'x' en lugar de 'j' recuerda al castellano antiguo y acerca el producto a la cuna de la civilización mediterránea, la Antigua Grecia, de la que procede el nombre-, que ha conseguido introducir sus vinos en más de una veintena de países, entre los que destacan Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Suiza y México, en los que busca además posicionarse en tiendas 'delicatessen', segmento acorde con la elaboración semiartesanal que desde el comienzo reclama Aecovi-Jerez para sus productos.

En la elección del nombre de 'Santiago', Aecovi-Jerez ha sopesado factores como el mundialmente conocido camino de Santiago hasta el hecho de que el Apóstol sea el patrón de España. Pero teniendo en cuenta que se trata de un vino pensado para el mercado americano, la cooperativa ha afinado hasta el punto de recordar en su catálogo de presentación que Santiago es uno de los personajes más conocidos del novelista Ernest Hemingway, el protagonista de 'El viejo y el mar'.

En su presentación en el mercado, coincidiendo con la celebración en Nueva York del 'Sherryfest', 'Santiago' ha tenido una buena acogida, como demuestra el cierre inmediato de los primeros acuerdos para su distribución.

En 2008 Aecovi-Jerez decidió salir al mercado con marcas propias a partir de los mejores vinos de las bodegas de sus cuatro cooperativas asociadas, que aglutinan a 1.200 viticultores de la campiña jerezana. Junto a la gama de vinos de Jerez, la cooperativa cuenta también con una gama propia de vinagres y salsas, que comercializa bajo la marca Arvum. Aecovi-Jerez es una empresa joven y dinámica, que se caracteriza por poner las últimas tecnologías al servicio de las tradiciones artesanales tanto en la viña como en la vinificación, así como por el desarrollo de distintas líneas de trabajo en I+D, tanto en innovación de producto como en viñas.