Un total de 149 ciudades españolas contarán a partir de este 2022 con una nueva señal de tráfico. La nueva ley de cambio climático comienza a tomar cuerpo este mismo año, de ahí que antes de 2023 todas las localidades de más de 50.000 habitantes deberán contar con una zona de bajas emisiones, algo que ya ocurre en grandes ciudades como Madrid y Barcelona.

Para ello, la DGT ha diseñado una nueva señal de forma circular, con el borde rojo, donde en su interior encontramos un vehículo soltando humo por su tubo de escape, y que según la propia Dirección General de Tráfico nos advertirá de que en la zona en la que se encuentre estará "prohibida la entrada de vehículos de motor, excepto aquellos que dispongan de un distinto ambiental indicado por la entidad local en la parte inferior de la señal".

¿Qué quiere decir esto último? El modelo responde a un sistema basado en etiquetas medioambientales. La primera de estas etiquetas es la Cero y corresponde a los vehículos eléctricos de batería (BEV), así como los eléctricos de autonomía extendida (REEV) y los híbridos enchufables (PHEV), eso sí, que tengan una autonomía mínima de 40 kilómetros o vehículos de pila de combustible.

La segunda, denominada ECO servirá para clasificar a los eléctricos enchufables con autonomía inferior a 40 kilómetros y los híbridos no enchufables (HEV). También tienen derecho a solicitar este distintivo aquellos vehículos propulsados por gas natural y gas (GNC y GNL), así como los alimentados por gas licuado del petróleo (GLP).

Por último, los distintivo C en los vehículos están reservados para aquellos de combustión interna, esto es, turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas a partir de enero de 2006 y diésel a partir de septiembre de 2015. Esto último significa que los vehículos diésel matriculados antes de 2006 y los vehículos de gasolina previos al año 2000 no podrán acceder a estas zonas de la ciudad.