El número de academias de Inglés en Jerez ha pasado de tres a más de 50

La obtención de títulos acreditativos ha multiplicado en los últimos años el número de centros de este tipo

La Asociación de Centros de Enseñanza de Idiomas exige un profesorado con titulación

Gerry Rylance, responsable de la academia Ten Idiomas, que fue de las primeras que surgieron en Jerez.
Gerry Rylance, responsable de la academia Ten Idiomas, que fue de las primeras que surgieron en Jerez. / Pascual
Fran Pereira

15 de septiembre 2018 - 11:49

Jerez/En este inicio del mes de septiembre son muchas las familias que acuden a interesarse a las numerosas academias de inglés de la ciudad para conocer precios, metodologías y horarios de cara al curso que acaba de comenzar. La sociedad jerezana ha asumido en los últimos años el rol y la necesidad de ampliar la baraja de idiomas, sobre todo con sus hijos, y en menor medida, aunque de manera creciente, con los adultos.

Esa oferta y la demanda existente ha terminado por convertir el aprendizaje de los idiomas, especialmente el inglés (sin duda el más demandado) en un negocio, de ahí que en los últimos años la proliferación de academias de idiomas haya alcanzado cifras de récords. Todo esto lo corrobora un dato. En las últimas décadas, Jerez ha pasado de contar con 3 academias a tener más de cincuenta.

Gerry Rylance, responsable de Ten Idiomas, recuerda que "llegué a Jerez en 1980 y abrimos la academia en 1985. Entonces había tres academias de este tipo en la ciudad, y de ellas sólo quedamos nosotros".

Desde entonces el número de empresas del sector ha ido creciendo hasta llegar a cifras históricas hoy en día.

De cualquier forma, los cambios significativos en este sector ha estado sujetos a una evolución en las últimas dos décadas. En una primera etapa, con la aparición de franquicias como Opening o Wall Street Institute, que se apoderaron del mercado de forma radical, y posteriormente, con la desaparición de muchas de ellas con la llegada de la crisis.

Sin embargo, fue a partir de 2009 cuando, con la entrada en vigor del Plan Bolonia, enmarcado dentro del nuevo Espacio Europeo de Educación Superior, se obligó a los estudiantes españoles a obtener una titulación de inglés para completar sus estudios.

Éste ha sido el punto de inflexión de un sector que ahora vuelve a gozar de extrema salud a nivel comercial.

Ante este panorama, ¿qué debemos tener en cuenta para buscar una buena academia de inglés? En primer lugar, el tema de la edad. Muchos especialistas defienden que cuanto más temprano sea el contacto con el idioma, más capacidad tendrá el niño/a para aprenderlo. Es más, en algunos casos existe la teoría de la importancia de la fonética, que se adquiere durante los primeros años escolares.

Gerry Rylance considera que "cuanto antes se empiece, mejor, pero está claro que hasta que el niño no tiene una edad, que está en torno a los 5 años, no se empiezan a retener cosas y a concentrarse. Que es cierto que con dos años, por ejemplo, también, pero ¿para qué? ¿para aprender los colores? Eso se puede aprender más tarde y más rápido".

En lo que no hay demasiadas dudas es en el número de horas de estudio que debe tener cada nivel, unas 200, es decir, un examen cada dos cursos. En esto ha tenido mucho que ver la presencia de Cambridge o Trinity, acreditaciones externas rigurosas que ha servido a los padres para comprobar que sus hijos van progresando.

Cambrigde o Trinity defienden varios niveles, niveles que van desde el A1 Starters, el más básico, hasta el C1, y lo más importante, posibilitan, dentro de la globalización existente hoy día dentro del mercado laboral, obtención delas certificaciones internacionales dentro del Marco de Referencia Europeo de las Lenguas.

Otro de los requisitos que debería tenerse en cuenta a la hora de elegir una academia se centra en el nivel del profesorado. Sobre ello, la Asociación de Centros de Enseñanza de Idiomas de Andalucía (ACEIA) recomienda a los padres que se interesen por "las características de los profesores de cada centro". En relación a este asunto, Alan Mcdyre, su presidente, asegura que "es importante conocer qué grado de estudios tiene el profesor, es decir, si es licenciado, cuenta con algún grado o postgrado".

No obstante, también aboga por conocer "si el profesorado está en posesión de títulos como Celta (Certificate in English Language Teaching to adult), que ofrece Cambridge o el Tesol (Teachers of English to Speakers of Other Languages), que imparte Trinity".

Mcdyre considera, en cambio, que en los últimos años se ha superado "aquello del profesor nativo". Para el presidente de ACEIA "no sólo hace falta ser nativo, sino un buen docente. El buen docente debe dominar el idioma, a veces ser nativo no es suficiente. Esto, afortunadamente, ya no es tan importante para los padres, cada vez hay docentes que sin ser nativos tienen una gran preparación".

Esta evolución ha permitido un salto de calidad entre los jóvenes, de tal forma que antes, la obtención del B2 era algo que parecía un logro, y hoy son muchos los estudiantes que con 15 años ya tienen el B2. Además, según Gerry Rylance esto ha supuesto que "a nivel de currículo, la gente ya se adecua más al marco europeo, y pone B1 o B2, mientras que antes se escribía aquello de 'nivel de inglés bueno', algo general para todo el mundo cuando no era así".

Por todo ello, Alan Mcdyre insiste en que a la hora de acceder a cualquier título "se vea primero la validez de él o el fin que se quiere conseguir con él". Bajo este prisma, en los últimos años se ha producido un incremento importante en la obtención "como mínimo del B2, pero sobre todo del C1 y C2", recalca Gerry Rylance, sobre todo "para acceder con facilidad al mercado laboral".

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