Jerez

"No olvidaré las carreras que perdí"

  • Juan Herrera cuenta su experiencia como jinete de la cuadra Guerrero Hermanos durante seis temporadas

"No recuerdo el número de veces que gané. Fueron bastantes, pero la verdad es que se me han olvidado muchos de los triunfos. ¿Sabes lo que no se me va a olvidar? Las carreras que perdí, porque las perdí yo y no el caballo". Así comienza la historia de Juan Herrera, un jerezano que cuando llega el mes de agosto y las Carreras de Caballos de Sanlúcar recuerda con añoranza sus largos días a lomos de diferentes corceles.

Añora correr. Sabe que no puede porque las normas le prohiben hacerlo con un caballo que no sea propio. También es consciente de que es muy difícil por su edad, pero no le importaría comprarse su caballo y "perder unos 15 kilos para quedarme en unos 60 y así poder volver a montar". Recuerda cómo perdía peso antes: "Por aquel entonces no había saunas y las montábamos nosotros. Poníamos un coche a pleno sol, nos abrigábamos mucho, corríamos un poco por fuera y luego nos metíamos dentro con una ventana un poco abierta. Solo podíamos estar un tiempo limitado. Te morías ahí dentro, pero se perdía mucho peso en poco tiempo".

Tampoco podía comer demasiado ni beber agua. La vida del 'jockey' profesional es muy dura y siempre debe hacer caso al preparador de los caballos, que es quien marca el peso del que compite. "Pasé mucha hambre, mucha sed, corría sin nada en el cuerpo para poder mantener el poco peso que tenía", rememora. Asimismo, tuvo que dejar su carrera porque ya no aguantaba más "pasando hambre" y comenzó a pesar por encima de lo permitido para participar en las competiciones oficiales.

"¡Qué bonito es! Ese es inglés", expone Herrera mientras ve corretear por el picadero abierto de Chapín a un caballo muy nervioso. Lo reconoce además por su porte, sin siquiera acercarse. Recuerda muchos de los que él montó, sobre todo a dos yeguas que le dejaron marca. La primera, la de su estreno en el Hipódromo de Madrid, se llamaba 'Taraje', de la cuadra de Guerrero Hermanos, para los que Herrera siempre montó y solo tiene palabras de agradecimiento. "La yegua ya estaba mayor, por eso corrí yo. Era su última carrera y recuerdo que tenía ya un tendón un poco tocado. Por aquel entonces no llegaba a los 50 kilos y el preparador me dejó correr para que me estrenara en la capital". La otra tenía el nombre de 'Yola'. Sobre ella, explica: "Gané tres carreras seguidas. Me dio mucha pena, porque esta yegua murió en Madrid, en una carrera de saltos, tras romperse el cuello".

Ahora vive las carreras de forma diferente. Corrió desde la temporada de 1968 hasta 1974 en competición y los primeros años después de dejarlo no se podía acercar a Sanlúcar ya que le traía demasiados recuerdos. 'J. Herrera', como se le menciona en las guías de carreras de caballos, es un apasionado. "El mundo del caballo es inmensamente grande; no sabemos lo que tenemos ", sentencia.

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