“Hay ahora una oportunidad para Jerez porque esta ciudad vuelve a ponerse de moda”
Espacio ofrecido por Alberto Villagrán Consultora de propiedades
Una entrevista de Marco A. Velo con la empresaria y bodeguera Helena Rivero
Dos preguntas en corto, de índole personal, de entrada. ¿Cuál es su palabra preferida del diccionario? Ilusión.
¿Y la que más detesta?
Imposible.
Usted es una firme defensora de la cultura del vino -cultura como preserva de la tradición, cultura como apuesta por lo genuino y cultura también como fuente de conocimiento-. ¿Piensa que en Jerez -mayormente en lo que atañe a las nuevas generaciones- se conoce suficientemente la esencia y la idiosincrasia de todo cuanto rodea a nuestros vinos?
Pienso que no se conoce profundamente pero sí la gente tiene una forma sutil de absorber lo que es Jerez. El problema que tenemos es que necesitan venir a Jerez para entenderlo del todo. Porque incluso para los que conocemos Jerez de alguna manera mejor que otros, es difícil explicarlo. Porque se basa en una cultura de muchos años, de varios siglos, y esto retiene en la ciudad una base inmejorable que la hace muy atractiva para el que viene de fuera. Es difícil precisarlo quizás con una palabra del diccionario. No se trata de una clase social, ni de una elegancia específica, sino de un fondo de cultura, y de experiencia y haber tenido gente de cualquier parte del mundo que le da una consistencia especial. Un carácter especial. Un magnetismo. Es como hablar con alguien que, teniendo una alta cultura, no hace exhibición a cada rato de cuanto sabe porque su cultura es de siempre, y resulta siempre una delicia hablar con esta persona.
¿Falta quizá -en el ámbito del conocimiento de nuestros vinos- elevar esta formación a la categoría universitaria? Es decir: ¿a un máster oficial universitario sobre los vinos de Jerez en este caso?
Uno de los aspectos que yo he estado estudiando mucho en los últimos tiempos, a través de los proyectos de hotel que estudio, sobre todo ahora el Trip Meliá, digamos que me sorprende mucho que en Jerez, con las especialidad y el bagaje de vino que existe, no tenga una universidad, una escuela especifica de vinos, como tienen grandes ciudades tales Burdeos, Oporto o incluso Londres. Y, en Francia, también en otras zonas. En España, por ejemplo, en el País Vasco se estudia mucho cocina pero igualmente el tema del vino. Y me sorprende muchísimo que en Jerez no haya surgido esta inquietud. Porque vivir en Jerez es una delicia, y estudiar aquí más todavía. Es un lugar en el que la cultura del vino está muy metida en la ciudad. Y todo el mundo entendería una escuela o un máster no específicamente del jerez pero sí de los métodos de vinificación de los que están colonizando el resto del mundo. Con la especialidad del vino de Jerez, sí, pero con la cultura general que pueda ofrecer cualquier escuela importante.
Me remito a la mítica obra literaria ‘La casa de Lúculo’, del no menos mítico periodista Julio Camba. En sus páginas leemos lo siguiente: “En España se podrían obtener muy buenos vinos, pero lo primero sería que quisiéramos obtenerlos”. ¿Hasta qué punto sigue vigente esta afirmación?
Para mí sí. Es además fundamental. Y digo para mí porque mi padre fue quien quiso hacer un proyecto que imaginó. Y lo dejó todo muy claro, por lo que para mí no hay duda. Pero es dificilísimo decidir a dónde voy a ir. Si voy a elaborar un vino de una calidad determinada. E insistir solamente en ese vino, de esa calidad, sin gamas. Quizá no nos creemos que podemos hacer mejores vinos que el resto del mundo y sí podemos hacerlo. Pero es difícil. Hay que resistir. Porque no puedes vender volúmenes que sostienen una producción. Es como un círculo que se muerde la cola.
Es indudable que Helena Rivero apuesta a manos llenas por la excelencia del arte. Del arte de la pintura, del arte fotográfico, del arte del vino e incluso del arte de las relaciones humanas. ¿Se considera una persona con espíritu renacentista, tan necesaria -por otra parte- a día de hoy?
Parece que a día de hoy está reñido con el concepto del hombre renacentista que conocemos, ¿verdad? Hablamos de una persona mucho más retirada del mundo de los negocios, del ejecutivo activo. De alguna forma toda esa curiosidad por el arte, la literatura, me persigue. E intento compatibilizar ese afán de conocer.
¿Cree que en esta época post pandémica los empresarios están más obligados que nunca a apostar por el emprendimiento?
Fíjate que tengo una hija que ha estudiado una carrera basada en el emprendimiento. Y es pura práctica. La tendencia hoy día es que la gente se busque su propio empleo. Que emprenda. Su propio empleo, su propia empresa y depende de cómo le vaya -o comprobar la capacidad que tenga de trabajar o de arriesgar- pues les irá mejor o peor. Y tendrán sus fracasos, como les enseñan actualmente a tener. Pero sí que hay un grado de emprendimiento muy necesario que coincide con lo que está aprendiendo la gente joven. Es importante apostar por el liderazgo, el emprendimiento y la innovación. Y que los jóvenes ideen por sí mismos los caminos para lograr aquello que buscan. No hay que buscar que alguien haga por ti aquello que tú ya sabes que debes hacer por ti mismo. Mucha gente se está formando en emprendimiento. El emprendimiento debe prevalecer dentro de cualquier persona que quiera ser empresario.
¿En qué está emprendiendo en estos momentos Helena Rivero?
Ahora mismo, con la bodega ya encaminada de la mano de un buen equipo, y luego tengo una revista de arte igualmente con un equipo magnífico, que me permite en ambos casos poder dedicarme ahora a un nuevo emprendimiento de desarrollo inmobiliario. Pensé que no podría continuar con esta faceta de mi padre, quien la llevó a tan altísimo nivel que para mí suponía una faceta inasumible. Esa capacidad de riesgo, sobre todo. Pues bien, con todo lo que aprendí con los miembros del equipo que estuve trabajando de su época, cuando él falleció, pensé que podríamos hacer algo, pero comenzando como mi padre había empezado. La última etapa la conocí como empresa pero no tanto como promotora, con su día a día. Empezamos con alguna cosita en Madrid. En Madrid es muy difícil conseguir un suelo que te permita hacer un desarrollo inmobiliario si no eres un gran fondo que ha comprado con buen descuento. Está muy competitivo. Hay mucha gente de fuera de España entrando en el mercado inmobilario y pagando cifras astronómicas. Quizás no es el tipo de proyecto en el que yo quiera estar activa. Me encaja mejor otros tipos de proyectos no tan de inversión pura y dura. Han ido surgiendo oportunidades aquí en Jerez, y en toda la provincia, porque al final es lo que conoces mejor. Y se presenta como el entorno que recibes con más confianza para poder desarrollar. He tenido la suerte de contar con buenos profesionales del sector. Comenzamos ahora en Jerez con la promoción de altas calidades Muscari Village, viviendas que llamarán mucho la atención por su diseño, tamaño y adaptación a las demandas actuales.
¿Qué tipo de vivienda quieren o prefieren los ciudadanos después de la pandemia?
Desde la pandemia, y desde que el mundo está comunicado a través de internet, te percatas que las personas tienen acceso a conocer aspectos que antes desconocían. Y todas están al día del tipo de vivienda que quieren según la época de su vida y de sus necesidades y su tipo de familia… Por un lado es fácil porque existe un denominador común, una tipología más abierta, pero de otro lado es un cliente más exigente al que no se le puede vender cualquier cosa, ni pasillos, ni salones de paso… Hay enfoques que se dan por hecho, por ejemplo el diseño, las terrazas, los pasos, las plazas de garaje: todo esto ha dado un vuelco en diez años y se ha cambiado la tipología de las viviendas. Hay un estándar que es muchísimo mejor, especialmente en Andalucía. Por ahora estamos promocionando mucho la provincia de Cádiz y alrededores.
¿Qué desea añadir?
Me parece que a todos los niveles hay ahora una oportunidad para Jerez porque esta ciudad vuelve a ponerse de moda, se trata de un resurgir que no deberíamos convertir en un flash sino en una consistencia. Las bajadas y las subidas son proporcionales siempre. Y tener ahora un crecimiento sostenido es una oportunidad que tiene Jerez, porque está viniendo mucha gente de afuera que está notando esa sabiduría de la ciudad. Hay una cierta expectativa, como un nuevo despertar. Comienza de nuevo a sonar Jerez.
También te puede interesar
Lo último
La tribuna
Ser padres es equivocarse
Editorial
La puntilla para el sector pesquero
Quousque tandem
Luis Chacón
Indigenistas de guardarropía
Monticello
Víctor J. Vázquez
S. La quijotesca