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Jerez

Los orígenes de La Barca, en peligro

  • La antigua Residencia del Instituto Nacional de Colonización ubicada en esta pedanía sufre graves daños debido a los continuos actos vandálicos

Los orígenes de La Barca, una de las siete Entidades Locales Autónomas que pertenecen a Jerez, están íntimamente ligados a la reforma agraria franquista de finales de los años cuarenta. Como otras tantas áreas rurales, La Barca nace como consecuencia de las actuaciones que el Instituto Nacional de Colonización realiza en la denominada zona regable de Guadalcacín. Fundada en el año 1948, el Ayuntamiento de esta pedanía lucha ahora porque no desaparezca parte de la 'joven' historia de La Barca. En concreto, desde el Consistorio, que ahora dirige Alejandro López, se ha aprobado por unanimidad exigir a la Junta de Andalucía que se pronuncie sobre la antigua Residencia de Colonización que está ubicada en esta pedanía. Se trata de un patrimonio que, especialmente en los últimos meses, está siendo víctima de numerosos actos vandálicos que ponen en peligro esta parte del patrimonio de La Barca. El problema es que el edificio es, en la actualidad, propiedad de la Junta pero, según denuncia Alejandro López, la Administración andaluza "no nos cede la Residencia pero tampoco la está protegiendo".

Tal como explican desde el Ayuntamiento de La Barca, la antigua Residencia de ingenieros del Instituto Nacional de Colonización, posteriormente IRYDA (Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario), y finalmente IARA (Instituto Andaluz de Reforma Agraria) hasta su extinción, es un viejo inmueble ubicado en un camino agrícola de la finca Vegas de la Florida, que se localiza a un kilómetro del casco urbano de esta entidad local autónoma, y está inscrito como inmueble de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. Según la escritura pública de octubre del 76, es una finca con una superficie de casi 6.700 metros cuadrados sobre la que existe una edificación de dos plantas. La planta baja tiene casi 400 metros cuadrados y la primera planta es de 440 metros cuadrados. El edificio cuenta con una torre-mirador, un vestíbulo, un salón comedor, seis dormitorios principales, dos dormitorios de servicio, cocina, oficio, lavadero, despensa, cuarto de baño principal, tres aseos, despacho, cuadra, garaje, archivo y terraza.

Esta antigua Residencia representa, tal como destacan desde el Ayuntamiento pedáneo, "uno de los edificios más emblemáticos de la 'gran obra de colonización' del antiguo régimen en la provincia, donde residían los ingenieros y demás personal del Instituto de Colonización, cuando se proyectaban y ejecutaban poblados de la zona: La Barca, El Torno, Torrecera, San Isidro del Guadalete y José Antonio". Se trata, además, de un edificio cuyas características constructivas representa el estilo arquitectónico de la colonización y que se encuentra en un "enclave privilegiado y céntrico de todos los poblados, rodeado de arboleda y parcelas, y que reúne unas excepcionales condiciones para albergar servicios públicos municipales para la comarca".

No obstante, desde el Consistorio reconocen que actualmente es "un inmueble abandonado, objeto de continuos actos de vandalismo, sin utilidad alguna, salvo almacén de boletines y documentos antiguos, que han sido por aquellos actos, quemados y destruidos, sin que la Administración andaluza haya hecho nada por evitarlo pese a las continuas denuncias del Ayuntamiento". Así las cosas, desde 1978, la entidad local autónoma de La Barca ha venido de una manera u otra solicitando a las distintas administraciones competentes "su cesión por muchos motivos, uno de ellos precisamente evitar su abandono y deterioro, y otro el darle utilidad pública, bien como centro de formación ocupacional, bien como residencia de ancianos, etc.". Según consta en los archivos de La Barca, además de las múltiples gestiones y peticiones que a lo largo de todos estos años se han hecho, los expedientes tramitados por La Barca para la cesión de esta antigua Residencia ascienden hasta 14, desde el primero de 1978 y hasta el último, de septiembre de este año, tras un acuerdo de la junta vecinal "para instar a la Consejería de Agricultura la cesión del inmueble por el estado de abandono y la necesidad que tiene esta Entidad de llevar a cabo proyectos importantes en esta residencia, así como solicitar a Diputación, Ayuntamiento matriz y otros organismo públicos, el apoyo a esta petición municipal". Llama la atención entre estos expedientes, que han sido tramitados por alcaldes de La Barca del PA, PSOE y ahora PP, uno de mediados de 2010, un escrito de Patrimonio de la Junta "por el que archivan el expediente al ser un edificio de interés para el desarrollo de sus competencias".

A la espera de que la Junta se pronuncie o guarde silencio de nuevo, lo cierto es que la antigua Residencia se deteriora por día y, sólo en el último mes, el vandalismo ha acabado con gran parte del interior de este inmueble. Así, varios incendios en su interior han provocado que las pinturas que adornaban el salón con mapas antiguos de la zona rural hayan desaparecido por completo. Las rejas, el motor utilizado para sacar agua, la caja fuerte o el mobiliario que hace varias décadas formaba parte de la Residencia han sido saqueados en poco tiempo. Además, los distintos fuegos han destrozado casi por completo los antiguos libros, documentos y boletines del Instituto de Colonización. Ni siquiera el hecho de que sus entradas estuviesen tapiadas, tras la ocupación del inmueble por parte de una familia, han impedido que el lugar se haya convertido en punto de encuentro de vándalos, ya que en la entrada principal ningún candado o cerradura impide el acceso.

Ante este panorama, el alcalde barqueño Alejandro López insiste en la necesidad de que la Administración andaluza actúe de manera inmediata: "Se le han mandado tanto ahora como en anteriores épocas numerosos escritos porque este edificio es patrimonio de La Barca y queremos seguir conservándolo y que no pase a manos privadas. Es parte de nuestra historia". El objetivo es que la Junta finalmente dé luz verde a esta cesión o que se produzca su venta dentro de unas condiciones razonables para que este espacio pase a ser utilizado "como centro de interpretación agrícola, para formación, como un museo de la colonización… E ir buscando actividades porque el edificio y el terreno son grandes". López urge a que se dé una solución rápida ya que los destrozos son cada vez mayores: "El edificio estaba en perfecto estado aunque necesitaba una pequeña rehabilitación, y ahora pues es mayor lo que necesita".

Desde el Ayuntamiento de Jerez ya han mostrado su apoyo a que la Residencia pase a ser gestionada por el Consistorio pedáneo. De hecho, la delegada de Medio Rural, Susana Sánchez, ha visitado en numerosas ocasiones el inmueble, al igual que el concejal de Jerez y vicepresidente de Diputación Bernardo Villar. En la misma línea que el alcalde pedáneo, la edil popular recalca que "entendemos que es un edificio emblemático de La Barca y que debe ser público, bien sea como museo, para formación o para albergue y residencia, como fue antaño, para jóvenes". Igualmente, añade la necesidad de recuperar el camino que lleva hasta este inmueble y que años atrás estaba formado por pinos y adelfas y era muy transitado por los vecinos de La Barca. El lugar, además, está junto "a una de las rutas ecuestres que se ha rehabilitado recientemente con el Grupo de Desarrollo Rural y sería un buen momento para recuperar el camino y utilizar el paseo". Susana Sánchez añade que, incluso, "se podría combinar lo público y lo privado, poniendo por ejemplo una cafetería o un restaurante para que pueda venir la gente y disfrutar este espacio porque tiene unas vistas preciosas". Por ello, la delegada insiste en que debe ser cedido al Consistorio de La Barca porque "era de colonización y después pues pasó a la Junta… pero lo lógico era que se hubiese cedido al Ayuntamiento, sabemos que las Administraciones están mal pero por lo menos que se postule, eso es lo que estamos esperando, y que tenga prioridad el Ayuntamiento de La Barca porque es parte de su historia". Al margen de este proceso, Susana Sánchez recalca que mientras tanto "es necesario que la Junta tome medidas de seguridad y lo limpien, porque en cuestión de mes y medio la situación ha empeorado. En las dos últimas semanas han roto los lavabos y, si sigue deteriorándose, más trabajo va a costar la rehabilitación del edificio".

Así las cosas, el Consistorio espera ahora que la Junta se pronuncie sobre el futuro de estas instalaciones que forman parte de los orígenes de La Barca y que pueden pasar a ser historia, si continúan abandonadas y sufriendo actos vandálicos.

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