El Palacio Riquelme en Jerez, de la decadencia a su apertura

En el Palacio Riquelme ya se respira diferente. Tras décadas de abandono, ahora se abre a una nueva etapa al completarse la rehabilitación de la primera parte del palacio, devolviendo a la plaza del Mercado un tesoro de la arquitectura jerezana.

Este palacio renacentista del principio del siglo XVI estuvo habitado hasta el año 1960 aproximadamente, momento en el que comienza su degradación, llegando a tener incluso ocupas entre 1976 y 1979.

Fernando Contreras, del equipo de dirección de obras del Ayuntamiento, relata que el palacio llega a un momento tan crítico, que la presión vecinal ‘obliga’ al Ayuntamiento a iniciar un proceso de expropiación en los años 80, unos trámites que se llegan a alargar hasta 1994.

En 1996 se realizan unas labores de emergencia tras caerse partes del edificio y “desde ese momento se intenta, desde el punto de vista municipal, hacer algo”.

En 1998 se contacta con el arquitecto sevillano Antonio Barrionuevo para encargarle un proyecto para trasladar aquí el Archivo Municipal. Encargo que se hace, pero que nunca se llega a ejecutar.

No fue hasta 2005 cuando se vuelve a poner sobre la mesa de Urbanismo el palacio y se piensa para él en un proyecto de una pinacoteca. Pero tampoco sale.

Entre 2013 y 2015 se consiguen realizar más labores de emergencias, pero el tiempo pasa y Riquelme seguía sin dar pasos para su recuperación.

En 2023, con el nuevo gobierno local, se le encarga a la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla (FIUS) un estudio y el proyecto de las dos primeras crujías. “Nosotros asumimos la dirección y aquí tenemos el resultado de la primera fase del Palacio”, destaca orgulloso Contreras, mostrando las seis salas rehabilitadas y la espectacular fachada.

Esta primera fase ha sido financiada por la Diputación Provincial con algo más de 700.000 euros. La segunda fase incluirá el patio apeadero, el patio jardín, reconstruir una edificación, una logia y la restauración de la fachada neoclásica interior situada en el patio apeadero, así como la rehabilitación de las medianeras de la calle Cordobeses. Para ello es necesario conseguir (ya está preconcedida) la ayuda del 2% Cultural del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, “y será ya como proyecto propio”.

La tercera fase está en anteproyecto “y la idea es seguir trabajando desde el departamento, y si nos llega una subvención sería estupendo”.

“Riquelme representa una de las casas-palacios de uso residencial más espectaculares que tenemos en Jerez, con una tipología muy distinta a las casas-palacios habituales. Como ésta no hay ninguna”, destaca Contreras.

La delegada de Urbanismo, Belén de la Cuadra, subraya que “emocionalmente ya supone mucho. Es verdad que Jerez ha sufrido el abandono de muchas de sus fincas y el Palacio Riquelme era muy significativo. Creo que la intención del Ayuntamiento, haya gobernado quien haya gobernado, siempre ha sido recuperarlo. Hemos tenido la gran suerte de poder ir dando pasos y pensamos que no se va a terminar aquí, no vamos a parar la obra sin llegar hasta el final”.

“El objetivo es poner esto en valor y que la ciudad pueda disfrutar de él. La verdad es que se está regenerando la plaza, se está regenerando la zona y eso es importante. El uso definitivo todavía no sabemos cuál va a ser, pero queremos que sea un espacio para vivirlo”, añade De la Cuadra, quien como arquitecta profesional subraya que sólo el hecho de poder recuperar la fachada es un logro, “me parece maravilloso”.

Desde el Ayuntamiento destacan el buen trabajo de la empresa EJOC 2004, que ha ejecutado estas obras “con muchísima profesionalidad y cariño”. Pablo Jiménez, de dicha empresa, relata que la obra comenzó en marzo de 2024 y cuenta que “el edificio estaba totalmente derruido, no había nada. Sólo había tres muros, alguno ni completo al 100%, y de no haber nada a tenerlo así, cambia el espacio completamente”.

“El Palacio Riquelme ha sido para nosotros una obra muy importante porque llevaba muchos años en mal estado. Ahora tenemos seis salas, repartidas en planta baja y primera planta, y se han hecho completamente nuevas: revestimiento, solería, instalación eléctrica, carpintería de madera, aseos, ascensor... Todas las estructuras son nuevas, de madera laminada. La cubierta se ha ejecutado con tejas procedentes de la demolición para darle empaque al edificio, y la fachada ha sido un trabajazo de Cantomar con restauradores”, explica Jiménez.

Todo parece indicar que el Palacio Riquelme volverá a tener una segunda vida, y esta vez, abierta a todos los jerezanos.