La Policía Nacional apenas despliega tres coches de patrulla en Jerez por turno de trabajo. Dicha carencia no es tan notable por las mañanas, cuando junto a los agentes de los coches de radiopatrulla hay policías de las brigadas de motocicletas así como efectivos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) dispuestos para cualquier intervención, así como agentes de paisano de las unidades de paisano de la Policía Judicial disponibles.

El problema llega cuando las noches se hacen presentes. Es entonces cuando los apoyos disminuyen de forma drástica y son tres patrullas los que se hacen cargo de la vigilancia de la ciudad junto a los también escasos agentes de la Policía Local. Fuentes sindicales aseguran a este medio que “en ocasiones esos tres coches se quedan en dos porque en días alternos se remite un radiopatrulla a Cádiz para reforzar la vigilancia de esta ciudad”.

Los efectivos de la Policía Nacional de Jerez se han convertido en un vivero de agentes del que tira Cádiz, tanto para realizar labores de vigilancia como para asistir en la sala de coordinación, desde la cual se coordinan los esfuerzos de este cuerpo para actuar donde sea necesario a nivel provincial.

La carencia se palia de día con motoristas y agentes de la UPR, no así por las noches

A todo esto hay que unir que en la actualidad prestan servicio desde el centro policial dos tercios de la plantilla, es decir, dos de cada tres agentes.

El pasado mes de octubre se remitió una circular a los centros policiales en la que se indicaba que las vacaciones de verano deben ser tomadas de forma obligatoria en los meses de julio, agosto y septiembre, impidiéndose de esta forma las vacaciones partidas entre varios meses a lo largo del año. Ha sido una medida que se ha adoptado, en buena medida, como prevención ante un posible rebrote de la pandemia del Covid.

En estos momentos, la única comisaría de la provincia que dispone de un número adecuado de agentes en estos meses de verano es la de El Puerto de Santa María. Tanto Cádiz como Jerez son deficitarias y entre ambas intentan compensarse junto con el apoyo de otros centros policiales.

Uno de los grandes problemas en lo que a seguridad se refiere radica en que el número de ciudadanos no ha descendido este verano en la ciudad de Jerez, como suele ser habitual. A los problemas derivados de la pandemia se unen los económicos, la previsión pesimista ante un otoño que se prevé especialmente duro en las empresas.