Montar en moto. Muchos lo catalogan de pasión indescriptible. Otros optan por decir que es un peligro. Lo que parece innegable es que tomar las riendas de una motocicleta conlleva una gran responsabilidad. Los peligros que acechan son múltiples. A los factores de riesgo externos se suele unir la escasez de protección. Sin ella, la peligrosidad se multiplica. Una de las últimas vidas perdidas en carretera sobre una moto se contabilizó la semana pasada, en la carretera A-384 a su paso por Arcos. El hombre, perfectamente protegido, quedó atrapado en el quitamiedos. Perdió la vida. Este suceso ha reavivado la polémica. El mal estado de las carreteras y las señalizaciones, así como la presencia de guardarraíles provocan el enfado de muchos moteros. Piensan que desde la administración no se hace nada sustancial por mejorar su seguridad en el asfalto. Un solo dato basta para mostrar la peligrosidad a la que se exponen los moteros: más de un centenar de muertes en los primeros 7 meses del año.

La mayor protesta motera se centra en la presencia de guardarraíles. Antonio Rosado, presidente de la Federación Unión de Motoclubes de Jerez, recuerda que en las últimas décadas no se ha hecho nada reseñable al respecto. “Da la sensación de que el tema se hace hasta monótono”, dice con resignación tras los años de lucha que acumulan para intentar salvar vidas. Rosado no duda en recordar: “En una caída a 70 u 80 kilómetros por hora, aunque tengas protección, los guardarraíles te cortan”. El pasado mes de junio se llevó a cabo la última concentración para rememorar el problema que suponen los denominados ‘quitamiedos’ en las carreteras españolas. Las protestas continuarán, ya que de momento sigue sin hacerse demasiado. Al menos, en el panorama nacional. En Jerez, durante la última legislatura se mejoraron los accesos a la ciudad, recuerda Antonio Rosado.

Pero no sólo estas cuchillas hacen peligrar la vida de los motoristas que cada día circulan por las carreteras españolas. Las posibilidades de accidente se multiplican a causa del mal estado del asfalto y de la señalización. Montar en moto y encontrarse ante un terreno irregular supone un gran peligro. La pérdida de la rueda delantera o trasera menos de un segundo puede ser sinónimo de caída. Las consecuencias dependerán de muchos factores. Una vez más, entre ellos estará el estado de la vía. También la velocidad o la precaución que el motero haya tenido antes de empezar la ruta.

La mayor parte de las campañas que se realizan desde la Dirección General de Tráfico para evitar las muertes en las carreteras suelen poner el foco sobre los amantes de las dos ruedas. Las últimas mejoras de la Dirección General de Tráfico apuntan a la utilización obligatoria de guantes y a reducir la velocidad a 30 kilómetros por hora en algunas vías de doble sentido dentro de la ciudad. El colectivo motero no suele estar de acuerdo. Rosado cree que el problema no es de velocidad, sino de infraestructuras.

Además de lo que pueda hacer la Dirección General de Tráfico, los motoristas también deben tomar precauciones. La vestimenta adecuada previene entre un 33 y un 50 por ciento el riesgo de lesiones. El casco, aunque es lo único obligatorio, es lo mínimo. Sería el nivel más bajo. Salir sin él puede acarrear una multa que ronda los 200 euros y una exposición de alto riesgo a lesiones o a perder la vida. Los guantes serán obligatorios en un futuro cercano. Muchos ya se quejan de que esta medida “no salvará vidas”. La protección de las manos tiene gran importancia, pero no es una zona vital. Sí lo es el torso. Las chaquetas protegen la columna vertebral, la zona medular y la caja torácica, además de los órganos vitales. La última novedad en protección son los chalecos con airbag. De momento son pocos los motoristas que los han probado. El presidente de la Federación Unión de Motoclubes de Jerez apunta en este sentido: “Vigilaría que todo aquel que salga a carretera lo haga protegido”. Reconoce que le da “miedo” ver cómo algunos son capaces de conducir en chanclas y con pantalón corto: “Te puedes pelar como una cebolla”. Los peligros son múltiples, pero la seguridad es cosa de todos. Ir equipado encima de la moto y la actuación integral en las carreteras españolas es fundamental para salvar vidas.